Querétaro es hogar de una población llena de opiniones pero, al conversar con los jóvenes acerca de política, he notado un sentimiento general de desánimo. Me han compartido que perciben poca atención de quienes están a cargo, incluso han comentado que sienten que sus preocupaciones pasan desapercibidas ante la incertidumbre del futuro.
¿Cómo juzgar lo que no se conoce? ¿Por qué rendirse sin haberlo intentado? Escribo este mensaje con la esperanza de motivar y mostrarles que la participación política es el acto que nos otorga un papel protagónico, es la herramienta que alza nuestras voces para hacer exigibles nuestros derechos. Según la encuesta del CONEVAL 2020, el 66% de los jóvenes en Querétaro ha sufrido una carencia social y más del 50% de los jóvenes en edad de votar optan por no hacerlo durante las elecciones. ¿Cómo es posible que tantos de nuestros jóvenes renuncien al poder de decidir? La clave está en la diferencia entre cómo se percibe y cómo es en realidad la política.
Muchos creen que la política es un territorio árido y aburrido, lejano a nuestras vidas cotidianas. Pero, la política no es solo el juego de las discusiones interminables, es el medio por el cual podemos convertir nuestras inquietudes en acciones tangibles, moldeando así el entorno que nos rodea. La política no debería ser un muro impenetrable, sino, un espacio donde sus preocupaciones encuentren oídos y sus propuestas sean consideradas.
Los invito a participar activamente, a ser agentes de cambio y a desafiar sus paradigmas. Como representante, me comprometo a ser un puente entre sus inquietudes y las decisiones que moldean nuestra nación. Quisiera recordarles que estoy aquí para escucharlos, para comprender sus perspectivas y para trabajar juntos en la construcción de políticas que realmente aborden sus necesidades para dar certeza y seguridad a nuestro futuro.
*Diputado local Morena
