/ jueves 26 de abril de 2018

Tierra Adentro – Mujeres trabajando

l cabo de la sumatoria de candidatos a un cargo de elección popular a nivel estatal, queda claro, muy claro que la mujer ha logrado su empoderamiento logrando que al menos el 61 por ciento del total de cargos estén encabezados por el “sexo débil”.

Ya desde el proceso electoral anterior del 2015, la mujer obtuvo nada menos que la mitad de los gobiernos municipales, o sea alcanzó 9 H. Ayuntamientos, entre ellos la totalidad de los gobiernos locales de la región serrana (Arroyo Seco, Jalpan de Serra, Landa de Matamoros, Peñamiller, Pinal de Amoles y San Joaquín).

Sin duda las reformas en el quehacer político-legal han abonado para esta nueva dinámica de participación de la mujer, pero, sobre todo, derivado del largo trayecto de su constancia, esfuerzo y lucha diaria y cotidiana. Es decir, no es ni ha sido el resultado de nada que no se haya trabajado plena y abierta.

Respecto al proceso electoral vigente las cifras que arroja el Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ), de los 4 243 cargos registrados 2 603 van bajo el registro de las mujeres, es decir el 61% y los restantes 1 640, cargos, o sea el 39% se los dejaron a los hombres. Así el H. Congreso local, en la presente administración legislativa, la mujer también fue numéricamente mayoritaria.

Dato relevante también para este proceso 2018 es que hay al menos 70 fórmulas para diputados de mayoría son encabezadas por mujeres, mientras que 83 planillas de Ayuntamientos las presiden mujeres dejando 97 para los hombres.

En general, se puede asegurar, por las cifras descritas por el IEEQ que la mujer avanza a pasos agigantados en su empoderamiento político-partidista, aunque no en otras actividades y temas de gran impacto social, como son sus derechos laborales y/o sociales, por ejemplo. Es cierto, falta mucho para “cantar victoria” diría ese sector sacrificado y acallado a lo largo de la historia.

Retomando el hilo de su empoderamiento político partidario, resta observar con mayor detenimiento el comportamiento real, aún machista de los liderazgos partidista donde la mujer sigue bajo la sombra de la simulación masculina, sólo mediáticamente resaltado, coyunturalmente so pretexto de la equidad de género.

De frente al devenir y sin ánimo de halagar falsamente a este sector de la sociedad, resulta evidente que al menos el estado de Querétaro comienza a marcar la pauta para que en no mucho tiempo sea una mujer la que, por ejemplo, aspire y logre encabezar el Poder Ejecutivo estatal nos guste o no reconocerlo.

Para fortuna de este horizonte, hay marcados ejemplo de mujeres de las distintas fuerzas partidistas con suficiente academia, experiencia profesional y política que estarán, seguramente encabezando la boleta electoral en el 2021 por algún partidos políticos. Surgiendo desde el Congreso de la Unión o desde algún liderazgo social bien definido. Al tiempo.

l cabo de la sumatoria de candidatos a un cargo de elección popular a nivel estatal, queda claro, muy claro que la mujer ha logrado su empoderamiento logrando que al menos el 61 por ciento del total de cargos estén encabezados por el “sexo débil”.

Ya desde el proceso electoral anterior del 2015, la mujer obtuvo nada menos que la mitad de los gobiernos municipales, o sea alcanzó 9 H. Ayuntamientos, entre ellos la totalidad de los gobiernos locales de la región serrana (Arroyo Seco, Jalpan de Serra, Landa de Matamoros, Peñamiller, Pinal de Amoles y San Joaquín).

Sin duda las reformas en el quehacer político-legal han abonado para esta nueva dinámica de participación de la mujer, pero, sobre todo, derivado del largo trayecto de su constancia, esfuerzo y lucha diaria y cotidiana. Es decir, no es ni ha sido el resultado de nada que no se haya trabajado plena y abierta.

Respecto al proceso electoral vigente las cifras que arroja el Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ), de los 4 243 cargos registrados 2 603 van bajo el registro de las mujeres, es decir el 61% y los restantes 1 640, cargos, o sea el 39% se los dejaron a los hombres. Así el H. Congreso local, en la presente administración legislativa, la mujer también fue numéricamente mayoritaria.

Dato relevante también para este proceso 2018 es que hay al menos 70 fórmulas para diputados de mayoría son encabezadas por mujeres, mientras que 83 planillas de Ayuntamientos las presiden mujeres dejando 97 para los hombres.

En general, se puede asegurar, por las cifras descritas por el IEEQ que la mujer avanza a pasos agigantados en su empoderamiento político-partidista, aunque no en otras actividades y temas de gran impacto social, como son sus derechos laborales y/o sociales, por ejemplo. Es cierto, falta mucho para “cantar victoria” diría ese sector sacrificado y acallado a lo largo de la historia.

Retomando el hilo de su empoderamiento político partidario, resta observar con mayor detenimiento el comportamiento real, aún machista de los liderazgos partidista donde la mujer sigue bajo la sombra de la simulación masculina, sólo mediáticamente resaltado, coyunturalmente so pretexto de la equidad de género.

De frente al devenir y sin ánimo de halagar falsamente a este sector de la sociedad, resulta evidente que al menos el estado de Querétaro comienza a marcar la pauta para que en no mucho tiempo sea una mujer la que, por ejemplo, aspire y logre encabezar el Poder Ejecutivo estatal nos guste o no reconocerlo.

Para fortuna de este horizonte, hay marcados ejemplo de mujeres de las distintas fuerzas partidistas con suficiente academia, experiencia profesional y política que estarán, seguramente encabezando la boleta electoral en el 2021 por algún partidos políticos. Surgiendo desde el Congreso de la Unión o desde algún liderazgo social bien definido. Al tiempo.