/ jueves 23 de julio de 2020

Tierra Adentro

Mal y de malas


A menos de un año de la próxima elección, acá en la región serrana, parece que no pasa nada, todo tranquilo, inmóvil y desorganizado, hablando de partidos y sus no pocos “suspirantes” a representar una candidatura.

Sin embargo, no todo es pasividad, grupos y personas de todos los partidos políticos con registro, aunque “discretos” ya andan encarrerados por comunidades, rancherías y en casas en busca de una candidatura federal, estatal o local. Primero lo primero, o sea presentándose como una “alternativa” diferente, honrada, además de castos y puros.

Bueno en este caso los que apenas aspiran, pero para los que ya están con una responsabilidad como diputados locales y ediles, “pos la cosa cambia”. Se afirma que la mayoría de los gobernantes municipales buscarán la reelección. No todos, unos por convicción no la buscarán y otros, por ética y honradez personal, porque saben que “no les alcanzara” para ganar, a consecuencia de la percepción negativa que tiene la ciudadanía sobre su desempeño en casi dos años de gobernar.

Así pues, tenemos docenas y docenas de “aspirantes” para la contienda que se avecina, contienda que seguramente será diferente a otras, tanto por la pandemia como por la necesidad de lograr acuerdos que les garanticen llegar al cargo que se busca.

Por lo pronto, las estructuras partidarias del PRI, PAN y MORENA, cada una a su capacidad y estrategia comienza a “despertar”, pero con la evidente incertidumbre, sobre todo para “los que quieren” que les genera el no saber, hasta el momento, si serán hombre o mujer sus candidatos a elegir. Y por eso andan mal y de malas.

Mal y de malas


A menos de un año de la próxima elección, acá en la región serrana, parece que no pasa nada, todo tranquilo, inmóvil y desorganizado, hablando de partidos y sus no pocos “suspirantes” a representar una candidatura.

Sin embargo, no todo es pasividad, grupos y personas de todos los partidos políticos con registro, aunque “discretos” ya andan encarrerados por comunidades, rancherías y en casas en busca de una candidatura federal, estatal o local. Primero lo primero, o sea presentándose como una “alternativa” diferente, honrada, además de castos y puros.

Bueno en este caso los que apenas aspiran, pero para los que ya están con una responsabilidad como diputados locales y ediles, “pos la cosa cambia”. Se afirma que la mayoría de los gobernantes municipales buscarán la reelección. No todos, unos por convicción no la buscarán y otros, por ética y honradez personal, porque saben que “no les alcanzara” para ganar, a consecuencia de la percepción negativa que tiene la ciudadanía sobre su desempeño en casi dos años de gobernar.

Así pues, tenemos docenas y docenas de “aspirantes” para la contienda que se avecina, contienda que seguramente será diferente a otras, tanto por la pandemia como por la necesidad de lograr acuerdos que les garanticen llegar al cargo que se busca.

Por lo pronto, las estructuras partidarias del PRI, PAN y MORENA, cada una a su capacidad y estrategia comienza a “despertar”, pero con la evidente incertidumbre, sobre todo para “los que quieren” que les genera el no saber, hasta el momento, si serán hombre o mujer sus candidatos a elegir. Y por eso andan mal y de malas.