/ miércoles 20 de diciembre de 2017

Tierra Adentro - Sierra Gorda

Sin duda, las condiciones de integración del núcleo familiar, sobre todo en la región serrana donde la constante expulsión migratoria influye en la “dispersión familiar, es un fenómeno social que de una u otra manera  impactada en sus costumbres y desenvolvimiento diario.

Aunque generalmente es tema citadino, las adicciones, sobre todo de las llamadas drogas sintética (artificiales) comienza a generar dolorosos daños en las familias de la Sierra Gorda queretana, como en Jalpan de Serra, Qro.

Recientemente se hace visible este fenómeno donde jóvenes, muy jóvenes se ven envueltos y sumergidos en dramático mundo de las drogas sintéticas, causando preocupación, angustia y dolor en varias familias en las que alguno de sus integrantes ya está “metido hasta el fondo” en el oscuro mundo de las adicciones.

Si el problema del alcoholismo de por si es suficientemente preocupante en la región, se suma ahora el uso y consumo de drogas artificiales entre jóvenes, casi niños de Jalpan de Serra, por ejemplo.

Como es bien sabido, independientemente de la falta de atención de las autoridades en sus tres  niveles de gobierno para contrarrestar la venta clandestina e inmoderada de bebidas embriagantes, la actitud permisiva de muchos padres de familia para corregir a sus crías, resulta muy perjudicial para el desarrollo social de los hijos.

Lamentablemente hemos observado como día a día son más los casos donde jóvenes jalpenses se han enrolado en la oscuridad del mundo de las drogas y el alcohol sin que hasta el momento haya una reacción proactiva ni de autoridades ni de familiares.

En este contexto, es importante y necesario que se actué en consecuencia, tanto en la prevención como en la corrección, destinando mayor tiempo a la detención de proveedores, como en la orientación en escuelas y organismos de la sociedad civil.

Triste resulta ver cómo, en este preciso momento familias de la región y particularmente de Jalpan de Serra sufren el dolor de contar con algún hijo en la red de las adicciones, y pero aún sin alguna lugar especializado para su atención profesional.

Sin duda, las condiciones de integración del núcleo familiar, sobre todo en la región serrana donde la constante expulsión migratoria influye en la “dispersión familiar, es un fenómeno social que de una u otra manera  impactada en sus costumbres y desenvolvimiento diario.

Aunque generalmente es tema citadino, las adicciones, sobre todo de las llamadas drogas sintética (artificiales) comienza a generar dolorosos daños en las familias de la Sierra Gorda queretana, como en Jalpan de Serra, Qro.

Recientemente se hace visible este fenómeno donde jóvenes, muy jóvenes se ven envueltos y sumergidos en dramático mundo de las drogas sintéticas, causando preocupación, angustia y dolor en varias familias en las que alguno de sus integrantes ya está “metido hasta el fondo” en el oscuro mundo de las adicciones.

Si el problema del alcoholismo de por si es suficientemente preocupante en la región, se suma ahora el uso y consumo de drogas artificiales entre jóvenes, casi niños de Jalpan de Serra, por ejemplo.

Como es bien sabido, independientemente de la falta de atención de las autoridades en sus tres  niveles de gobierno para contrarrestar la venta clandestina e inmoderada de bebidas embriagantes, la actitud permisiva de muchos padres de familia para corregir a sus crías, resulta muy perjudicial para el desarrollo social de los hijos.

Lamentablemente hemos observado como día a día son más los casos donde jóvenes jalpenses se han enrolado en la oscuridad del mundo de las drogas y el alcohol sin que hasta el momento haya una reacción proactiva ni de autoridades ni de familiares.

En este contexto, es importante y necesario que se actué en consecuencia, tanto en la prevención como en la corrección, destinando mayor tiempo a la detención de proveedores, como en la orientación en escuelas y organismos de la sociedad civil.

Triste resulta ver cómo, en este preciso momento familias de la región y particularmente de Jalpan de Serra sufren el dolor de contar con algún hijo en la red de las adicciones, y pero aún sin alguna lugar especializado para su atención profesional.