/ miércoles 13 de enero de 2021

Una visión desde Querétaro|Cuidarnos para reconocer a quienes nos cuidan

La noticia de la continua llegada a nuestro país de cada vez más lotes de vacunas contra el Covid-19, que serán aplicadas, en principio, a los profesionales del sector médico que están en la primera línea de batalla contra la enfermedad, nos permite vislumbrar la luz al final del túnel por el que la humanidad ha tenido que transitar a lo largo del último año.

A pesar de estas buenas noticias, hay que tener claro que la pandemia aún no termina y, de acuerdo a los datos que recibimos y conocemos de todo el mundo y de nuestro propio entorno, aún genera lamentables cifras de enfermos y pérdida de vidas humanas

Por ello, y como siempre, es más que oportuno reiterar nuestro reconocimiento sincero a todas las y los integrantes del personal médico de Querétaro y de todo México, quienes aún a riesgo de su propia integridad física, han combatido sin descanso a este enemigo invisible que vino a demostrarnos la fragilidad de nuestra naturaleza.

La batalla ha sido intensa y sin cuarte para ellas y ellos, quienes ponen su vocación, capacidad y conocimientos al servicio de las personas que hoy los necesitan más que nunca y eso lo sabemos bien, porque lo percibimos de primera mano, quienes, desgraciadamente, hemos sufrido o quienes aún sufren los efectos de esta enfermedad que asola al mundo y contra la que aún están empeñados todos los esfuerzos, en todos los países.

Y como hemos comentado anteriormente, la mejor forma de agradecer a los profesionales de la medicina su labor, es respetando las medidas de protección sanitaria que recomiendan continuamente las autoridades de salud federales, medidas que, más que una obligación, son ya parte de nuestra cotidianeidad, de esta “nueva normalidad” que, sin duda, sirve para lograr la disminución de los índices de contagio y para ayudar a que se normalice, la capacidad de atención médica y hospitalaria en el país.

Este, como muchos otros, es un reto que podemos y debemos enfrentar unidos, todas y todos los mexicanos, de forma consciente y con la solidaridad que hemos demostrado tener a lo largo de la historia, ante cualquier problema. Por mi parte, como muchos de los lectores saben, he buscado y seguiré buscando formas de sumar mi participación a esta gran lucha mundial en contra de un enemigo que ha demostrado que, no por ser invisible es menos peligroso y letal.

Esta pandemia demandó que la ciudadanía de todos los países, regiones, culturas, religiones e ideologías, se sumara para defender a los nuestros en este periodo de duras pruebas y mayores aprendizajes que nos ha tocado vivir desde el pasado año. Millones de personas, cientos de miles de médicos, enfermeras y personal administrativo de las instituciones de salud, han dado todo para cumplir con su trabajo a pesar de que, desgraciadamente, algunos no regresaron a su hogar.

Por esa razón, durante mi gestión como senador de la república, propuse una iniciativa para que todas y todos los colaboradores de instituciones públicas que trabajaran en servicios médicos, recibieran un salario preferente durante la contingencia, considerando que este esfuerzo extra, a pesar de que lo hacen, en su mayoría, por vocación y sin ánimo de lucro, merece ser retribuido por el Estado mexicano en representación del agradecimiento que las personas de todo el país tenemos para su servicio.

Hoy, en vísperas de que la aplicación de la vacuna se realice de acuerdo a lo programado, hay que cerrar filas, y aplicar todas las medidas de prevención, para evitar, en lo posible, la propagación del virus. Hay que hacer lo que nos toca y seguir cuidándonos y cuidando a los nuestros. Es momento de atender el llamado reiterado del personal y autoridades de salud, para ser más solidarios, para recordar que ellos necesitan de nosotros para tampoco rendirese y seguir brindando atención y saludo a los aún están enfermos y ven en ellos la esperanza de recuperarse.

Lo hagamos por ellas y ellos y, sobre todo, lo hagamos por nosotros y los nuestros.

*SENADOR POR MORENA

La noticia de la continua llegada a nuestro país de cada vez más lotes de vacunas contra el Covid-19, que serán aplicadas, en principio, a los profesionales del sector médico que están en la primera línea de batalla contra la enfermedad, nos permite vislumbrar la luz al final del túnel por el que la humanidad ha tenido que transitar a lo largo del último año.

A pesar de estas buenas noticias, hay que tener claro que la pandemia aún no termina y, de acuerdo a los datos que recibimos y conocemos de todo el mundo y de nuestro propio entorno, aún genera lamentables cifras de enfermos y pérdida de vidas humanas

Por ello, y como siempre, es más que oportuno reiterar nuestro reconocimiento sincero a todas las y los integrantes del personal médico de Querétaro y de todo México, quienes aún a riesgo de su propia integridad física, han combatido sin descanso a este enemigo invisible que vino a demostrarnos la fragilidad de nuestra naturaleza.

La batalla ha sido intensa y sin cuarte para ellas y ellos, quienes ponen su vocación, capacidad y conocimientos al servicio de las personas que hoy los necesitan más que nunca y eso lo sabemos bien, porque lo percibimos de primera mano, quienes, desgraciadamente, hemos sufrido o quienes aún sufren los efectos de esta enfermedad que asola al mundo y contra la que aún están empeñados todos los esfuerzos, en todos los países.

Y como hemos comentado anteriormente, la mejor forma de agradecer a los profesionales de la medicina su labor, es respetando las medidas de protección sanitaria que recomiendan continuamente las autoridades de salud federales, medidas que, más que una obligación, son ya parte de nuestra cotidianeidad, de esta “nueva normalidad” que, sin duda, sirve para lograr la disminución de los índices de contagio y para ayudar a que se normalice, la capacidad de atención médica y hospitalaria en el país.

Este, como muchos otros, es un reto que podemos y debemos enfrentar unidos, todas y todos los mexicanos, de forma consciente y con la solidaridad que hemos demostrado tener a lo largo de la historia, ante cualquier problema. Por mi parte, como muchos de los lectores saben, he buscado y seguiré buscando formas de sumar mi participación a esta gran lucha mundial en contra de un enemigo que ha demostrado que, no por ser invisible es menos peligroso y letal.

Esta pandemia demandó que la ciudadanía de todos los países, regiones, culturas, religiones e ideologías, se sumara para defender a los nuestros en este periodo de duras pruebas y mayores aprendizajes que nos ha tocado vivir desde el pasado año. Millones de personas, cientos de miles de médicos, enfermeras y personal administrativo de las instituciones de salud, han dado todo para cumplir con su trabajo a pesar de que, desgraciadamente, algunos no regresaron a su hogar.

Por esa razón, durante mi gestión como senador de la república, propuse una iniciativa para que todas y todos los colaboradores de instituciones públicas que trabajaran en servicios médicos, recibieran un salario preferente durante la contingencia, considerando que este esfuerzo extra, a pesar de que lo hacen, en su mayoría, por vocación y sin ánimo de lucro, merece ser retribuido por el Estado mexicano en representación del agradecimiento que las personas de todo el país tenemos para su servicio.

Hoy, en vísperas de que la aplicación de la vacuna se realice de acuerdo a lo programado, hay que cerrar filas, y aplicar todas las medidas de prevención, para evitar, en lo posible, la propagación del virus. Hay que hacer lo que nos toca y seguir cuidándonos y cuidando a los nuestros. Es momento de atender el llamado reiterado del personal y autoridades de salud, para ser más solidarios, para recordar que ellos necesitan de nosotros para tampoco rendirese y seguir brindando atención y saludo a los aún están enfermos y ven en ellos la esperanza de recuperarse.

Lo hagamos por ellas y ellos y, sobre todo, lo hagamos por nosotros y los nuestros.

*SENADOR POR MORENA