El templo de Santa Rosa de Viterbo además de imponente por su arquitectura la cuál data entre 1233 y 1252, que el arquitecto Mariano de las Casas construyó, guarda un sin fin de historias, pero una de las que más se cuentan es la de Sor Ana María de San Francisco y Neve, o “Sor Neve” como se le conoce.

En las leyendas del cronista Andrés Garrido Del Toral (QEPD), cuenta que Ana María fue ingresada al convento para que no fuera pretendida por un joven, que no era del agrado de ellos por tener otra clase social, se dice que una vez internada Sor Nave se llenó de tristeza hasta morir, en otras historias aseguran que dado a su profundo dolor está se quita la vida, lo cual para muchos sigue siendo un verdadero misterio.

Pero aún más lo es, la pintura que se encuentra dentro del museo, que actualmente ocupan las oficinas de la Secretaría de Cultura del Estado, dicha acuarela tiene retratada a la también llamada "beata bonita" y que al igual que su historia su autor es desconocido.

Quienes han visto el fantasma de la monja aseguran que es la misma del retrato y que si se mira fijamente se denota la profunda tristeza en su mirada, misma que vigilantes del recinto han dicho, que pareciera que los observa fijamente.

Entre las historias urbanas que se cuentan por parte del personal del lugar, es que cuando el sitio comienza a oscurecer una silueta ronda por los pasillos, donde baja las escaleras hasta llegar a la pila que se encuentra en uno de los patios principales, dejando a su paso un inmenso frío que ha puesto los pelos de punta hasta al más valiente.