La artista visual Judith Guerrero, quien es la directora de “La Noria, taller de arte y diseño” recuerda el día que nació su más reciente, colección como uno de esos caóticos en los que las dificultes, como en este caso, pueden convertirse en la fuerza creativa.
El taller que se ubica en Huimilpan, se encuentra junto a un abastecimiento de agua de la Comisión Estatal del Agua y aquél día se desbordó debido a la presión que hay en la comunidad, y más tarde una fuerte lluvia puso en evidencia la gran cantidad de humedad que hay en el recinto.
“Me senté y empecé a ver las tonalidades del agua, cómo ésta se veía al pasar por las piedras, los tonos que se daban y dije: ‘Qué bonita imagen, pero qué tristeza porque es agua potable y por este lado yo estoy observando toda la belleza que tiene el agua, pero del otro lado, la comunidad carece de ella’”, recuerda.
La apreciación llegó junto a la necesidad de crear para sí misma y fue así como nació una serie de 25 obras pictóricas que llevarían por nombre Estratificación cromática de H2O, ya que manejaría las diversas tonalidades del agua a través de diferentes capas; no el mar, no los ríos; sino el agua.
Sin embargo, Judith fue visitada por el galerista Rafael López, quien al apreciar los cuadros se quedó con la inquietud, para un año después invitar a la artista a exponer en la Galería de Arte Contemporáneo Málaga, de la Ciudad de México, donde continuará durante todo octubre.
El proceso curatorial de la obra surgió casi sin intención, ya que Marian, la filósofa encargada de la galería propuso el nombre de “Echoes”, un concepto retomado de la novela Moby Dick, que se refiere precisamente al agua y al movimiento que se perciben en las pinceladas.
Recorrido acuoso
Las pinturas recorren desde tonos azules y grises, con detalles blancos que son los reflejos que pueden apreciarse en el agua, pasando por colores rosa y fucsia que representan “las delicias” del sureste de México, donde existen lagunas con esos tonos.
Hacia el final del recorrido asaltan colores rojo y negro que representan el fracking, sistema empleado para la extracción de gases, a través del cual los mantos acuíferos son contaminados, lo que llega al agua potable.
Luego dos obras –un tanto más abstractas–parecen ajenas, pero tiene pertenencia al haber sido creadas con polímeros, que es el desecho que se genera a partir del unicel, el plástico y los popotes, demostrando que el reciclaje y la reutilización puede generar belleza.
Finalmente surgen flores, que a modo de conclusión, generan paz tras haber hecho consciente la importancia del cuidado de este vital líquido.