Detrás de las grandes puertas del teatro Corral de Comedias, ubicado en Venustiano Carranza 39, parece como si no ocurriera nada. Sin embargo, en su interior, y desde que se declaró la contingencia sanitaria por Covid-19, los actores de la compañía trabajan de manera coordinada, echando mano de sus propios conocimientos en carpintería, soldadura y electrónica, para levantar un nuevo teatro.

Las faenas comenzaron en marzo, al poco tiempo de anunciarse el cierre de espacios culturales en el estado, no obstante, el director de este recinto, Diego Rabell, afirma que aún queda mucho trabajo por hacer, pues aunque han sido ellos mismos quienes se han encargado de la mano de obra, requieren de una considerable suma dinero para culminar con la remodelación.

Diseñado bajo la arquitectura de un teatro a la italiana, el escenario y la butaquería fueron reorientadas en el espacio, y se contempla la instalación de 275 butacas, lámparas de led en las escaleras, moderno equipo de sonido e iluminación y un telón automatizado.

“(El aforo) creció muy poco pero lo que me importa es la comodidad de cada uno (de los espectadores). Antes teníamos 250 personas y ahora tenemos 275. Son 25 lugares más pero mucho más holgados, va a quedar mucho más cómodo. No tendrán la mesa en las rodillas, los meseros no te van a estar pasando por los lados. Va a estar muy cómodo y va a seguir siendo la sala más grande de teatro (en el Centro Histórico)”, asiente el director, recordando la tradición de este recinto de ofrecer al público vino y platos de carnes frías –entre otros aperitivos–, durante la función.

Esta gesta forma parte de lo que Rabell llama: “la nueva era del Corral de Comedias”, una idea que ha marcado su gestión desde que asumió la dirección hace tres años e hizo público su interés por darle un nuevo rumbo a esta empresa familiar, fundada el 19 de diciembre de 1980, por su abuelo Don Paco Rabell.

Aunque desde entonces el proyecto ha sido materializado poco a poco, comparte que no fue hasta la declaración de la contingencia sanitaria, y ante la incertidumbre de cuándo podrían volver abrir, que decidió acelerar este proceso.

Hasta el momento, comparte que llevan invertidos 500 mil pesos, y aún falta cerca de medio millón de pesos más para llevarlo al término. Sin embargo, asiente que esperan conseguir entre 60 y 70 mil pesos este mes, para adecuar las instalaciones lo mejor posible, de tal forma que puedan recibir a su público la segunda semana de octubre.

“La nueva era de Corral de Comedias es simple: continuar con el legado de mi abuelo. Es lo que el me encargó él al decidir que yo me quedara con este patrimonio. Me dijo: ‘la meta es que dure cien años más’, entonces hay que diseñar las cosas para que la voluntad de mi abuelo se cumpla y que esto siga generando historia, como ya lo ha venido haciendo”, apunta.

Teatro autogestivo

Ante el panorama económico poco alentador para las artes y, en específico, para el gremio teatral, el director considera, ahora más que nunca, que es importante apostarle a la autogestión.

Siguiendo esta idea, adelanta a DIARIO DE QUERÉTARO que Corral de Comedias, además de haber asignado un espacio de su recinto a Dodo Café Coctel Bar, pronto contará con una tienda especializada en las artes escénicas, donde el gremio podrá encontrar de todo para sus puestas en escena: desde maquillaje e indumentaria, hasta escenotecnia e ingeniería teatral.

“Lo que yo estoy buscando es el `automecenismo´, quiero generar un lugar cultural que también sea un lugar comercial que genere ingresos para invertir en cultura, y hacerlo holgadamente, como en los tiempos de mi abuelo, porque ahora ya no se puede, es muy difícil (…) Se tratará de una tienda de producción escénica, donde voy a vender todo lo necesario para la escena: maquillaje, vestuario, equipo de iluminación y de audio, escenotecnia teatral e ingeniería teatral. Va a ser una tienda única en el país que se va a centrar exclusivamente en lo escénico para que sea algo todavía más grande, pues no solamente vamos a vender para teatros y foros independientes, sino también grandes soportes, equipo de audio e iluminación para conciertos”, asegura Rabell, detallando que como promotor comercial, y para equipar al recinto, convertirá al teatro en un gran show room de las marcas.