/ miércoles 25 de septiembre de 2019

Manuscrito hallado en un envase II

Vitral

Recuerdo cuando te conocí, éramos bastante chavales, no llegábamos a los 20. Tú tan independiente, tan segura, tan atractiva. Yo un loco transitando múltiples caminos, los negocios, los ligues, los idiomas. Me gustaste y creo que te gusté. Nos relacionamos con un cierto ardor aunque nunca te dije que estaba enamorado de ti, porque no lo estaba. No quisiera ofender, pero sólo me eras simpática, me caías bien y hasta cierto punto te admiraba. Pero nada más, hasta ahí. Conocí a tus padres y hermanos, mis visitas a tu casa fueron muy esporádicas y cortas. La razón era simple, desde entonces mi corazón estaba en otro lado, no digo que mejor o peor, simplemente pertenecía a otra persona. Tú lo sabías, lo supiste siempre. Si guardabas una ilusión, no lo sé, nunca lo dijiste, pero no había manera y siempre fui sincero. Y ahora, a pesar de haber pasado tanto años, cuando no hablamos o encontramos, sigues en tu papel de intrigar, separar, humillar y hacer a un lado a quien amo. Y eso es lamentable.

Por eso te pido, por tu propio bien, que la dejes en paz. En primera, ella ni se entera; en segunda, no ganas nada. Deja de compararte y preguntarte cosas. O hazlo, pero con buen espíritu. No quieras ganarle, no podrás. Ella no compite, simplemente es lo que es. Te crees superior a los demás, quizá porque en el fondo te sientes inferior. No quieras humillar, y mucho menos pretendas que me aleje de ella. No hay manera. Dice la Escritura: se unirán y serán una sola carne. No hay forma de que me pasen desapercibidos tus desprecios. Pido a la ley pendular que te llegue lo tuyo, lo que necesitas, y ojalá trabajes para merecerlo, porque se cosecha lo que se siembra.

Aún así, ante tu falta de claridad, me quedan lagunas respecto a tu conducta. Con el paso del tiempo me doy cuenta de que tu forma de querer o tu amistad, nunca ha estado bien vibrada. Los años me han permitido ver claro que siempre quisiste llevar a cabo tu inútil intento con intrigas, groserías, impertinencias. No pueden ser casualidades, me asombra no haberlas detectado a tiempo. Esas situaciones me hicieron valorar más la grandeza y belleza de su ser. ¿Crees que voy a permitir que alguien la desprecie?

Sí, lo sé, no he sido precisamente un alma de Dios. He cometido muchos y variados errores, algunos muy graves. Fui loco, reventado. Sin embargo –y no condeno–, no olvido cómo me citabas para vernos a escondidas, no olvido –ahora me doy cuenta– cómo me acosabas y pretendías besarme, no olvido nuestros encuentros en hoteles de paso, ni tus invitaciones a pasear ni tus regalos, no olvido tu actitud extraña, agresiva y loca en algunas fiestas en las que llegamos a coincidir los tres. Y ya no digo más, no he dicho casi nada, porque podría ser ofensivo y no quiero exponer mi vida con detalles. Sólo baste esto por si le sirve a alguien para que valore si puede lograr o no ciertos objetivos con otra persona, y para entender que siempre hay que respetar a los seres que otros aman, a sus parejas, y que lo mejor es que la sabiduría conduzca nuestros pensamientos, palabras y acciones en la medida que se pueda.

Quiero alcanzar la armonía, sé que todo en la vida es dual y que la rueda siempre está girando. No me interesan el reproche, ni la venganza, ni el deprecio, ni el chisme, ni la hablada, ni ventanear a nadie. Tampoco seré el puerquito de la historia. No es sano, no es bueno. Sacaré las lecciones para que el sol brille cada día más. Amiga mía –o ex amiga, porque te has alejado de mí–, de cualquier forma te agradezco porque a pesar de que me cortaste groseramente con un pleito vulgar en un lugar público, todo esto me ha permitido conocerme un poco más. Mantuve el control, no te contesté feo ni te agredí, respiré profundo, me prometí estar calmado y lo logré. Igual y esta es nada más mi versión, faltaría escuchar la tuya.

Sé que esto no me desequilibrará. Yo a lo mío, a crear, simplemente. Pido inspiración, y trabajo e integro todas las contradicciones. Ninguna intriga me desviará de trabajar en mi negocio, lo haré amorosa y comprometidamente, con gusto, independientemente de los posibles compradores y de sus actitudes.

No te juzgo. Entiendo que, de acuerdo a nuestro karma y acciones, la vida lleva a cada quien a distintas actitudes ante el mundo. Uno no puede detenerse por ellas ni condenar, sino comprender, y seguir trabajando en su apuesta. Pero tengo que poner orden. Una cosa es ser buena onda, y otra que te quieran agarrar de bajada o abusar. Hay gente que quiere imponer su caos, eso no puede ser. Hay que defender nuestra calma y paz, compartirla, fortalecerla. Recordar que siempre hay algo más allá de lo que uno aparentemente se da cuenta. Además, está presente el terreno de lo inconsciente, y todas las acciones que se articulan desde ahí. Por eso, si alguien me hiciera algo desagradable, seguiré mi camino. Perdono, olvido y si es necesario me alejo, sin rencor ni resentimiento.

Te lo digo amiga: ten cuidado en tu trato, en tus acciones, porque todo da vuelta, lo que siembras cosecharás. Quizá por ignorancia actúas equivocadamente, mejor medita, corrígete pronto, no sea que la rueda te aplaste tarde o temprano. Todos partiremos de este mundo, quién te sientes para comportarte con tal orgullo y altivez. Eres como una chiquilla sin conciencia, pero ya vas para los cincuenta. Sin embargo, los demás no deben pagar por ello. Asume la responsabilidad de tus actos. Manéjate con más cuidado y educación. No quieras imponer a los demás tus limitaciones, no quieras manejar sus vidas escudada en supuestas verdades que resultan tan obviamente falsas. No estoy aquí para darte consejos, simplemente digo lo que pienso de esta situación. Toma lo que te pudiera servir, deja el resto.

En este cuadro todo va dejando un rastro, y el hecho de que estés o no consciente de tus actos, pensamientos y palabras no obsta para que conste. Hemos de aprender todos los días en la escuela de la vida. Es probable que aún a tu edad no hayas aprendido mucho, que no distingas entre el buen trato y el maltrato. De pronto te veo tan silvestrita, y eso que tienes una maestría universitaria, pero nada es garantía. No estás en posibilidad de exigir, y menos de esa manera. Cómo te atreves a hacerle una grosería a lo que más quiero, tu desprecio me hiere a mí también. Nadie está obligado a querer a nadie a la fuerza, ni a que todo mundo nos caiga bien. Eso es correcto. Lo que no está bien es caer en el terreno de la peladez, de la falta de fineza y sensibilidad, de la intriga. Si no eres capaz de distinguir entre estos valores, amiga, lo siento, sólo te espera la soledad, y ya la has vivido (no sé si con dolor). No se puede vivir tranquilo lejos de la sabiduría y el buen juicio. Es poco lo que puedo hacer por ti, salvo que lo pidieras, pero rescato enseñanzas, entre ellas la de nunca despreciar a los seres que otros aman.

Recuerdo cuando te conocí, éramos bastante chavales, no llegábamos a los 20. Tú tan independiente, tan segura, tan atractiva. Yo un loco transitando múltiples caminos, los negocios, los ligues, los idiomas. Me gustaste y creo que te gusté. Nos relacionamos con un cierto ardor aunque nunca te dije que estaba enamorado de ti, porque no lo estaba. No quisiera ofender, pero sólo me eras simpática, me caías bien y hasta cierto punto te admiraba. Pero nada más, hasta ahí. Conocí a tus padres y hermanos, mis visitas a tu casa fueron muy esporádicas y cortas. La razón era simple, desde entonces mi corazón estaba en otro lado, no digo que mejor o peor, simplemente pertenecía a otra persona. Tú lo sabías, lo supiste siempre. Si guardabas una ilusión, no lo sé, nunca lo dijiste, pero no había manera y siempre fui sincero. Y ahora, a pesar de haber pasado tanto años, cuando no hablamos o encontramos, sigues en tu papel de intrigar, separar, humillar y hacer a un lado a quien amo. Y eso es lamentable.

Por eso te pido, por tu propio bien, que la dejes en paz. En primera, ella ni se entera; en segunda, no ganas nada. Deja de compararte y preguntarte cosas. O hazlo, pero con buen espíritu. No quieras ganarle, no podrás. Ella no compite, simplemente es lo que es. Te crees superior a los demás, quizá porque en el fondo te sientes inferior. No quieras humillar, y mucho menos pretendas que me aleje de ella. No hay manera. Dice la Escritura: se unirán y serán una sola carne. No hay forma de que me pasen desapercibidos tus desprecios. Pido a la ley pendular que te llegue lo tuyo, lo que necesitas, y ojalá trabajes para merecerlo, porque se cosecha lo que se siembra.

Aún así, ante tu falta de claridad, me quedan lagunas respecto a tu conducta. Con el paso del tiempo me doy cuenta de que tu forma de querer o tu amistad, nunca ha estado bien vibrada. Los años me han permitido ver claro que siempre quisiste llevar a cabo tu inútil intento con intrigas, groserías, impertinencias. No pueden ser casualidades, me asombra no haberlas detectado a tiempo. Esas situaciones me hicieron valorar más la grandeza y belleza de su ser. ¿Crees que voy a permitir que alguien la desprecie?

Sí, lo sé, no he sido precisamente un alma de Dios. He cometido muchos y variados errores, algunos muy graves. Fui loco, reventado. Sin embargo –y no condeno–, no olvido cómo me citabas para vernos a escondidas, no olvido –ahora me doy cuenta– cómo me acosabas y pretendías besarme, no olvido nuestros encuentros en hoteles de paso, ni tus invitaciones a pasear ni tus regalos, no olvido tu actitud extraña, agresiva y loca en algunas fiestas en las que llegamos a coincidir los tres. Y ya no digo más, no he dicho casi nada, porque podría ser ofensivo y no quiero exponer mi vida con detalles. Sólo baste esto por si le sirve a alguien para que valore si puede lograr o no ciertos objetivos con otra persona, y para entender que siempre hay que respetar a los seres que otros aman, a sus parejas, y que lo mejor es que la sabiduría conduzca nuestros pensamientos, palabras y acciones en la medida que se pueda.

Quiero alcanzar la armonía, sé que todo en la vida es dual y que la rueda siempre está girando. No me interesan el reproche, ni la venganza, ni el deprecio, ni el chisme, ni la hablada, ni ventanear a nadie. Tampoco seré el puerquito de la historia. No es sano, no es bueno. Sacaré las lecciones para que el sol brille cada día más. Amiga mía –o ex amiga, porque te has alejado de mí–, de cualquier forma te agradezco porque a pesar de que me cortaste groseramente con un pleito vulgar en un lugar público, todo esto me ha permitido conocerme un poco más. Mantuve el control, no te contesté feo ni te agredí, respiré profundo, me prometí estar calmado y lo logré. Igual y esta es nada más mi versión, faltaría escuchar la tuya.

Sé que esto no me desequilibrará. Yo a lo mío, a crear, simplemente. Pido inspiración, y trabajo e integro todas las contradicciones. Ninguna intriga me desviará de trabajar en mi negocio, lo haré amorosa y comprometidamente, con gusto, independientemente de los posibles compradores y de sus actitudes.

No te juzgo. Entiendo que, de acuerdo a nuestro karma y acciones, la vida lleva a cada quien a distintas actitudes ante el mundo. Uno no puede detenerse por ellas ni condenar, sino comprender, y seguir trabajando en su apuesta. Pero tengo que poner orden. Una cosa es ser buena onda, y otra que te quieran agarrar de bajada o abusar. Hay gente que quiere imponer su caos, eso no puede ser. Hay que defender nuestra calma y paz, compartirla, fortalecerla. Recordar que siempre hay algo más allá de lo que uno aparentemente se da cuenta. Además, está presente el terreno de lo inconsciente, y todas las acciones que se articulan desde ahí. Por eso, si alguien me hiciera algo desagradable, seguiré mi camino. Perdono, olvido y si es necesario me alejo, sin rencor ni resentimiento.

Te lo digo amiga: ten cuidado en tu trato, en tus acciones, porque todo da vuelta, lo que siembras cosecharás. Quizá por ignorancia actúas equivocadamente, mejor medita, corrígete pronto, no sea que la rueda te aplaste tarde o temprano. Todos partiremos de este mundo, quién te sientes para comportarte con tal orgullo y altivez. Eres como una chiquilla sin conciencia, pero ya vas para los cincuenta. Sin embargo, los demás no deben pagar por ello. Asume la responsabilidad de tus actos. Manéjate con más cuidado y educación. No quieras imponer a los demás tus limitaciones, no quieras manejar sus vidas escudada en supuestas verdades que resultan tan obviamente falsas. No estoy aquí para darte consejos, simplemente digo lo que pienso de esta situación. Toma lo que te pudiera servir, deja el resto.

En este cuadro todo va dejando un rastro, y el hecho de que estés o no consciente de tus actos, pensamientos y palabras no obsta para que conste. Hemos de aprender todos los días en la escuela de la vida. Es probable que aún a tu edad no hayas aprendido mucho, que no distingas entre el buen trato y el maltrato. De pronto te veo tan silvestrita, y eso que tienes una maestría universitaria, pero nada es garantía. No estás en posibilidad de exigir, y menos de esa manera. Cómo te atreves a hacerle una grosería a lo que más quiero, tu desprecio me hiere a mí también. Nadie está obligado a querer a nadie a la fuerza, ni a que todo mundo nos caiga bien. Eso es correcto. Lo que no está bien es caer en el terreno de la peladez, de la falta de fineza y sensibilidad, de la intriga. Si no eres capaz de distinguir entre estos valores, amiga, lo siento, sólo te espera la soledad, y ya la has vivido (no sé si con dolor). No se puede vivir tranquilo lejos de la sabiduría y el buen juicio. Es poco lo que puedo hacer por ti, salvo que lo pidieras, pero rescato enseñanzas, entre ellas la de nunca despreciar a los seres que otros aman.

Finanzas

Día del Niño dejará derrama económica de 97 mdp

Principales ventas se darán en los espacios en los que se venden dulces, restaurantes de cadenas comerciales, salones de juegos y videojuegos

Local

Cierra municipio otro anexo de AA

Vecinos lo denunciaron por ruidoso; carecía de licencia y visto bueno de protección civil

Local

Queretanos en el Top 5 de los más groseros

En promedio el mexicano dice un poco más de 7 groserías al día

Local

Mueren por influenza 2 queretanos; van 10

Los municipios de Querétaro y Tequisquiapan son los que reportan la mayor cantidad de defunciones

Futbol

Gallos Blancos cierran la fase regular del Clausura 2024 ante Pumas

Los queretanos, saben lo importante que es sumar tres unidades este viernes por la noche, en el cierre de la fase regular del Clausura 2024, están convencidos de acceder al Play-In

Gossip

Festival City ya está listo para recibir a los melómanos

La tercera edición de este festival por primera vez durará dos días; aquí te contamos los detalles