En el corazón de El Pueblito, en Corregidora, se encuentra el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica El Cerrito; un recinto cultural que este 14 de febrero celebra cinco años de haber abierto las puertas y de ser un espacio donde la historia de la región se encuentra más viva que nunca.
El museo fue inaugurado en el marco del 80 aniversario de la fundación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y se encuentra edificado sobre una extensión de 350 metros cuadrados. Cuenta con cuatro salas de exhibición permanentes en las que se albergan alrededor de 170 piezas arqueológicas, la mayoría de ellas recuperadas durante los trabajos de exploración del lugar realizados por Daniel Valencia, arqueólogo, autor del guión científico y director del proyecto de investigación de la zona.
El Cerrito es el centro ceremonial más norteño de Mesoamérica y tiene como eje central la cosmogonía tolteca. Entre sus piezas más destacadas se encuentra la estela con la imagen de la diosa Itzpapálotl (mariposa alas de obsidiana), deidad que era venerada por los toltecas en El Cerrito.
Por su quinto aniversario, el museo realizará hoy una serie de talleres entre las 10:00 y 14:00 horas relacionados con el tema de la biodiversidad, al igual que la proyección de videos informativos complementarios. Se estarán obsequiando llaveros en forma de mariposa o lagartija para todos los asistentes. De igual manera, será inaugurada en la Galería Perimetral, la segunda parte de una exposición fotográfica que se realiza como homenaje póstumo a Daniel Valencia, misma que plasma parte de la historia del recinto, las circunstancias en que fue creado el museo y el trabajo que se ha realizado para atender a las personas con discapacidad y hacer de la experiencia museística más accesible.
El costo de acceso es de 75 pesos para el público en general. La entrada es gratuita para niños menores de 13 años, estudiantes, maestros, adultos mayores, personas con discapacidad y guías de turismo.
Ser un museo nuevo en plena pandemia
En entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO, Claudia Duvalí, directora del Museo de Sitio de la Zona Arqueológica El Cerrito, comentó que antes de que fuera declarada la emergencia sanitaria por Covid-19 en marzo de 2020, el espacio mantuvo las puertas abiertas durante un año y tenían registro de hasta 78 mil turistas en períodos vacacionales antes de tener que suspender sus actividades presenciales.
“Realmente fue algo muy impactante el haber tenido que cerrar nuestras puertas, éramos un espacio muy nuevo y aún así contábamos con buenos números. Sin embargo, a pesar de que tuvimos que negar el acceso al público, el trabajo dentro del museo nunca se detuvo. Por el contrario, realizamos un salto muy importante hacia las plataformas digitales y estuvimos generando una infinidad de contenidos para el público como recorridos guiados a través de las pantallas; así pudimos mantener vivo el interés de la audiencia”, explicó la directora.
El equipo de trabajo del museo se integra actualmente por seis personas: Antonio Balderas, custodio; Martha Sánchez, coordinadora del área de Comunicación Educativa; Josué Antonio Chávez, museógrafo; José María Mendoza, custodio; Marcela Ramírez, restauradora; y Claudia Dovalí, la directora del museo.
A raíz de la pandemia, el recinto ha adoptado una forma de trabajo híbrida: tanto realiza actividades de forma presencial, como continúa generando contenidos para sus redes sociales para mantener el nivel de difusión que consiguieron durante el confinamiento.
Durante los años en que las actividades presenciales estuvieron muy limitadas, el lugar no registró más de 26 mil visitantes; no obstante, para el 2023 lograron recuperarse y llegar a las 79 mil personas.
“Podríamos decir que nos encontramos un poco arriba de cómo nos encontrábamos previo a que todo fuera cerrado; sin embargo, no ha sido un camino fácil y mucho del crecimiento se debe al esfuerzo que hemos realizado y al apoyo que hemos recibido del Estado y del Municipio de Corregidora, al apoyar con la difusión de nuestros proyectos y actividades. “También nos ha levantado mucho el convenio que se tiene con las instituciones educativas. Actualmente tenemos una lista interminable de escuelas que quieren agendar una visita guiada al museo, lo que es increíble, porque significa que el público nos tiene presentes y tienen el gusto de venir a visitarnos”, añadió.
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De acuerdo con la directora, el recorrido del museo está diseñado para una hora y media, a lo mucho; sin embargo, han observado un creciente interés del público por la información que se encuentra en las salas, así como en aprovechar todas las herramientas didácticas que se tienen al alcance, por lo que la visita llega a extenderse hasta dos horas.
Como meta a conseguir, el museo tiene proyectado publicar un Plan de Manejo de la Biodiversidad, derivado de las reflexiones que el equipo de trabajo ha realizado en torno a su convivencia con la zona arqueológica y el impacto ambiental que el ser humano tiene sobre esta demarcación. “Dentro de las reflexiones que hemos tenido como equipo, es que nos hemos visto muy impactados por los cambios climáticos, esto derivado de la irresponsabilidad de nosotros, los humanos, en nuestros entornos urbanos. Otro factor son las colonias de gatos y perros ferales que acaban con la biodiversidad de la zona. Ese es un tema que nos interesa abordar y seguir profundizando, al igual que fortalecer nuestros discursos de mejorar la accesibilidad para las personas con discapacidad, el que puedan visitarnos y sentir el espacio suyo”, finalizó.
