En 1914 los carrancistas llegaron a Querétaro causando todo tipo de saqueos. Entraron a las casas para robar joyas, candelabros y animales; decomisaron armas y profanaron iglesias. En el templo de La Congregación los carrancistas ingresaron a la fuerza y se robaron objetos sagrados, quemaron confesionarios y las soldaderas se hicieron faldas con los manteles santos del altar, esto último fue un escándalo que los queretanos nunca olvidaron.
Fueron dos años de injusticias y saqueos en la ciudad (1914 y 1915), por lo que el cronista del estado, Jaime Zuñiga Burgos afirma que Querétaro no solo vivió la Revolución mexicana, sino que también la padeció.
“Con la llegada de Venustiano Carranza a principios de 1914 el primer día que llegó, ese mismo día hubo saqueos a las casas particulares, hubo decomiso de animales, se metieron a las casas de distinguidos personajes como los Urquiza, saquearon vehículos, animales, hubo disposición de armas, y lo peor, algo que caló mucho a los queretanos, fue que llegaron al templo de La Congregación e hicieron un saqueo de los vasos sagrados y no solo eso, sino que profanaron los templos, las soldaderas se hicieron enaguas con los manteles de los altares, las casullas de los sacerdotes las utilizaron como sudaderos de los caballos, mataron un animal en el atrio, y no conformes, en la tarde organizaron un baile con el órgano del templo”, señala el cronista con base en los testimonios del historiador Valentín Frías y Don Genaro Licastro, quienes documentaron dichos atropellos.
El cronista refiere que los abusos del ejército llegaron a oídos de Carranza, por lo que de inmediato fusilaron al responsable, aunque algunos afirman que el acusado no era el verdadero culpable, sino uno de sus superiores.
“Se decía que había sido un teniente pero la obra se revienta por lo más delgado y le echaron la culpa a un soldado y lo fusilaron en uno de los muros del kiosco del Jardín Zenea, y a un lado de esto estaba en una mesa en donde expusieron los productos del robo, los vasos sagrados…”.
Ante los saqueos, la sociedad queretana se sentía aliviada al ver llegar al ejército de Francisco Villa, pues cuando un ejército llegaba, el otro se retiraba; además, Pancho Villa visitaba con frecuencia El Piojito, en La Cañada, para curar sus reumas en dichas aguas termales.
“Todo este tipo de saqueos hizo que incluso la Virgen del Pueblito estuviera oculta en la calle de Pasteur sur en al casa de una señorita Solorio, porque Federico Suárez Ladrón de Guevara ayudó a emparedarla y la ocultaron en uno de los muros, eso una panorámica que demuestra que Querétaro no solo vivió la Revolución sino que la padeció seriamente. Cuando llegaba Villa la gente de Querétaro tocaba las campanas dando la bienvenida porque sentía que los liberaba de Carranza y así surge el término ‘se lo carranciaron’ para decir ‘se lo robó’”, refiere.
Este y otros relatos sobre lo ocurrido en Querétaro durante el periodo de la Revolución, fueron reunidos por Jaime Zúñiga en su libro El pueblo de La Cañada durante la Revolución y el constituyente de Querétaro (2017) que aún puede conseguirse en la Librería Cultural del Centro.
La Revolución viene en tren
La historiadora e investigadora Guadalupe Zárate, también aborda el tema de la Revolución mexicana y habla sobre cómo se vivió en Querétaro, aunque desde otro ángulo. Ella resalta la importancia de las vías férreas pues el tren era el principal medio de transporte de ambos bandos, ya que era infinitamente más rápido que el caballo, esto aunado a la ubicación geográfica de Querétaro, que propiciaba el cruce constante tanto de villistas como de carrancistas.
“Querétaro ha sido muy relevante en varias etapas de la historia de México, como lo es la Independencia, después la guerra contra Estados Unidos, la caída del imperio y la Revolución en 1910; en este periodo tenemos en Querétaro la presencia de Madero como parte de su gira como candidato en 1909 y podemos ver a través de imágenes que se han conservado a lo largo de diferentes autores y que forman parte de la Fototeca Nacional; gracias a estas podemos hacer un recorrido visual sobre lo que sucedió en la ciudad. Justamente Querétaro está en lo que podemos denominar centro-norte del país, y donde la principal vía férrea de Ferrocarriles Nacionales de México lo incluye, siendo esta la principal vía de comunicación entre los diferentes contingentes, además del caballo”.
Guadalupe Zárate describe este periodo de la historia vivido en Querétaro como algo “contradictorio”, pues además de los estragos vividos en la ciudad –como los saqueos mencionados antes por el cronista–, la ciudad también tuvo un fuerte crecimiento social, político e intelectual debido a la constante presencia de políticos, artistas y periodistas.
“Realmente fue un momento para la ciudad muy interesante y contradictorio porque por una parte estaban los estragos que se causaron, pero también estaba la llegada de periodistas, artistas, abogados, políticos de diferentes facciones, también fue un momento muy enriquecedor para la ciudad.
“En este tiempo la ciudad recibe a muchos políticos, muchos de ellos ni siquiera eran estos políticos de carrera; eran maestros, comerciantes, una gran variedad y en Querétaro encuentran las condiciones para que se hagan estos debates y se redacte la nueva constitución que como sabemos se promulgó en Querétaro en el Teatro Iturbide (hoy Teatro de la República) en 1917”.
Zárate refiere que en Querétaro, comparado con otras entidades del país, no se vivía un ambiente de violencia tan álgida, por lo que se acordó realizar en la ciudad los trabajos para promulgar la Constitución de 1917, en lo que fue el evento más importante realizado en Querétaro durante el periodo de la Revolución, misma que también fue firmada por Jose Maria Truchuelo, Ernesto Perusquía y Nepomuceno Frías, políticos representantes de la entidad.
“No había llegado un momento a la ciudad tan violento como en otras partes del país, eso favorece porque al momento de escoger un lugar donde se tendría que redactar la nueva constitución, Querétaro fue una de las alternativas porque no estaba tan lejos de la Ciudad de México como pudo haber sido Sonora o Coahuila que es de donde provenía Venustiano Carranza, entonces se opta por una ciudad que no está tan comprometida a la violencia”, señala la autora del libro Imágenes de la Revolución en Querétaro.
