Al Mtro. Jesús Oñate, innovador plástico mexicano, generoso, irreverente, de izquierda, antireligioso y comprometido. A mi amigo que ha volado antes que nosotros.
Reflexión
He escuchado en estos días dos discos, el primero The Steve Howe Trio - New Frontier (Cherry Red Records,2019) el cual aparece curiosamente relacionado en páginas de jazz. La conclusión de quien escribe estas líneas es manifiesta; decepción, falto de fuerza, concepto, además de un sonido de guitarras flojo, sin personalidad.
Cualquier principiante de guitarra egresado de un conservatorio podría haber hecho algo mejor, a pesar que participa Bill Bruford escribiendo tres temas al lado de Steve Howe. Ya quedaron atrás los años gloriosos de las grabaciones portento al lado del grupo Yes, principalmente Fragile, Close To The Edge, Tales From Topographic Oceans, incluyendo al más atrevido y experimental Relayer, todos ellos editados en Atlantic Records.
New Frontier será un disco propio para los fanáticos fundamentalistas del rock ¿Alguien dijo Roca?, que por lo natural maximizan todo lo que suene a este género, aunque no ofrezcan algún fundamento musical sustancial, únicamente su propio gusto que los ha convertido en líderes de opinión en radio, por supuesto califican groseramente de “Gonzaleces” cuando se trata de obras mayores que no entienden. Un hecho es que este disco no es jazz, no por tocar swing lo es.
Joachim Berendt, en su libro histórico El Jazz, que aún se consigue en la edición última de la década de los años 80 en Fondo de Cultura Económica; manifestaba que el estilo jazz fusión característico de la década de los 70 y parte de los 80 era el que más rápido se desgastaba, al proponer trabajos insustanciales, probablemente la relación con el rock, en ese deseo de gustar o masificar, terminó comercializándose y dando más vueltas sobre lo mismo, que la razón de los años suenan a pasado intrascendente, por supuesto existen honrosas y valiosas excepciones.
Así pioneros como Jeff Lorber y Mike Stern han caído en ese agotamiento mencionado por Berendt, lo cual se demuestra en la última grabación Mike Stern & Jeff Lorber Fusion - Eleven (Concord Jazz,2019) producida por esta dupla y los músicos invitados de alto nivel técnico, todos ellos situados por supuesto en la llamada fusión. Existe algo de anacrónico en los teclados de Lorber, ese pianito eléctrico dulzón característico de los 90, y no precisamente el Fender Rhodes. Aunque la página All About Jazz lo ha calificado con 4 estrellas, es decir; como un disco muy bueno, el Coraje Creativo disiente, porque es una grabación donde aparecen estéticas, formas, líneas melódicas, estructuras rítmicas, es decir; fórmulas que se repitieron hasta el cansancio para el escucha que busca algo más, resulta totalmente aburrido, inclusive sería un digno ejemplo del smooth jazz, entonces a dar vuelta de hoja.
Y no se malentienda, Stern tiene grabaciones de indudable calidad y propuesta que son imprescindibles para entender una época. Dudosamente será el legado de Lorber, excepto en aquella grabación del contrabajista David Friesen Waterfall Rainbow (Inner City Records, 1977) donde participó con el líder grupo Oregon, el guitarrista y pianista Ralph Towner, arreglando Lorber el bello tema Song Of Switzerland, en un contexto poético tonal, deslumbrante tema de sólo 5:46 minutos, no volvió a realizar con mayor profundidad. Salvable probablemente su grabación Wizard Island (Arista Records, 1980) jazz-funk comercial y energético donde participaba una de la leyendas más aborrecibles y desvergonzadas del jazz, Kenny Gorelick, mejor conocido posteriormente como Kenny G.
Lo sustancial
¿Qué pasa cuando se reúnen músicos de la talla de la guitarrista Mary Halvorson, una de las voces más orginales en el intrumento de seis cuerdas, el baterista Thomas Fujiwara, el pianista Benoît Delbecq y el cornetista Taylor Ho Bynum? Simplemente el resultado es una grabación atrevida y trascendental como lo es Illegal Crowns-The No-Nosed Puppet en este 2019 y en una de la marcas independientes más radicales e independientes de la actaualidad: RogueArt. Estos músicos incanzables y experimentales desafían la convencionalidad para realizar obras atemporales, donde se conjuga el legado de la libertad sonora del free jazz y el aspecto político de la década de los 60 con nuevas formas y estructuras de la Música Contemporánea, la alteración del sonido para integrarse con el ruido y viceversa. No por algo cabe destacar que tanto Halvorson y Ho Bynum formaron parte de las células grupales del innovador Anthony Braxton y, eso estimados lectores, son palabras mayores. Conocedores de lenguajes europeos y americanos se integran en cada propuesta y cada uno de ellos representan un liderazgo sustancial en sus propios trabajos, siempre dejando huella indeleble.
"Esta es una música única hecha con gran arte que nos anima a imaginar cosas nuevas junto con sus creadores". (*)
Acceder a esta obra implica un reto para diseccionar los elementos e intencionalidades sonoras de una música que tiene el basamento de la profundidad intelectual y emotiva, la anticonvencionalidad, la anarquía como mayor expresión del pensamiento inquieto de cuatro músicos que no conciben la música como sonidos confortables y burgueses, que escapan del acartonamiento de la vulgaridad y el confort. Esto es vida y debemos hacerle honores.
La creatividad ante todo, generadora inequívocamente de la innovación, factor indispensable en una expresión como se debe comprender a la música, la cual en estos momentos tan complicados y difíciles exige ser reconsiderada conceptualmente en contra de aquello que no lo es, gracias a la prostitución comercial que contamina todo lo que toca. Sin duda que estos cuatro improvisadores-compositores pertenecen al ámbito de la de vanguardia.
Al pensamiento extendido, amplio conocimiento musical, pasión lúdica y expresiva se aúna la mirada visionaria al otro lado, un ir más allá. Su espíritu incanzable los hace participar con músicos actuales y con aquellos que ya son reconocidos como leyendas, participando prácticamente a nivel global, por supuesto México subdesarrollado no los ha considerado, a excepción de los citados; sin embargo, no han hecho aparición nuevamente desde hace más de 10 años aproximadamente.
Las forma, ataque y técnicas en sus instrumentos sorprenderá a los incrédulos, quienes negarán la existencia de las posibilidades y de los resultados sonoros, pero sin duda han gestado una música por venir. La inquietud y curiosidad de la raza humana, entonces todavía existe confianza, en algo superior y tangible. Como se expresaba en párrafos anteriores; la creatividad ante todo.
El Coraje Creativo recomienda ampliamente la escucha de lo siguiente, trabajos que descansan en el mismo tenor, la rebeldía y el atrevimiento, finalmente la vanguardia:
- Taylor Ho Bynum 9-tette - The Ambiguity Manifesto (Firehouse 12 Records,2019)
2. Harris Eisenstadt - Canada Day Quartet Live (Clean Feed,2019)
3. Louis Sclavis - Characters On A Wall (ECM records,2019)
4. Michel Meis 4tet - Lost in Translation (Jazz Thing Next Generation Vol. 76) (Challenge Records Int., 2019)
5. Simon Nabatov - Readings - Gileya Revisited (Leo Records, 2019)
6. Simon Nabatov - Readings - Red Cavalry (Leo Records, 2019)
- Zack Clarke Trio (w.Kim Cass & Dre Hocevar) - Vertical Shores (Clean Feed, 2019)
- Francesco Diodati Yellow Squeeds - Never The Same (Auand Records, 2019)
- Konstrukt+Ken Vandermark-Kozmik Bazaar (Karlrecords, 2019)
- Stephen Gauci, Adam Lane, Kevin Shea - Studio Sessions, Vol. 2 (GauciMusic, 2019)
¿Desconocidos? Por supuesto que no, sólo se trata de tener curiosidad.
La historia continuará…
