En el mundo hay alrededor de 3.500 especies de mosquitos, de las cuales unas pocas son responsables de la transmisión de patógenos y parásitos a humanos y animales. Aun así, se calcula que más de la mitad de la población humana está expuesta al riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los mosquitos, según el proyecto de ciencia ciudadana Mosquito Alert (MA).
Uno de los más importantes transmisores de agentes patógenos, es el Aedes aegypti o mosquito de la fiebre amarilla que, según MA (www.mosquitoalert.com), es una especie originaria de África que en los últimos siglos se ha expandido en grandes áreas de todos los continentes.
Se le considera el principal y más eficaz transmisor de dengue, fiebre amarilla, chikungunya y Zika, y también se cree que es capaz de transmitir el virus del Nilo Occidental, según MA, una plataforma coordinada por instituciones públicas del ámbito de la investigación científica en España.
En la actualidad, esta especie de mosquito está distribuida por la región tropical de África, Sudamérica, parte de Norteamérica, Oriente Medio, Sudeste de Asia, islas del Pacífico y norte de Australia, así como en la zona del Mar Negro en el sur de Rusia, Georgia y el noreste de Turquía, según Mosquito Alert.
ERRADICAR EL AEDES AEGYPTI
Ahora, por primera vez en el hemisferio sur, un equipo de investigadores australianos, han desarrollado un avance que podría servir de base para la supresión y la posible erradicación de la plaga del Aedes aegypti en todo el mundo.
Científicos de la agencia nacional científica de Australia, CSIRO han demostrado que una bacteria puede esterilizar y podría erradicar con éxito a este mosquito de entre 4 y 7 milímetros de longitud, de color marrón oscuro, con el abdomen con manchas blancas, unas patas negras con rayas blancas, y que tiene en el tórax cuatro líneas blancas que dibujan un arpa.
“La población de uno de los mosquitos más propagadores de enfermedades en el mundo, ha sido suprimida en más del 80% durante un ensayo”, enfatiza esta agencia (www.csiro.au).
El ensayo, considerado histórico, involucró la liberación de tres millones de mosquitos Aedes aegypti macho (que no pican) en el norte de Queensland (noreste de Australia), esterilizados con una bacteria natural llamada Wolbachia, durante un período de 20 semanas en el verano de 2018.
El objetivo de este estudio consistió en que los insectos machos esterilizados por medio de la Wolbachia, buscasen y se apareasen con hembras de Aedes aegypti de las regiones de prueba, para impedir de este modo la producción de una descendencia.
El ensayo tuvo éxito, ya que los mosquitos macho estériles se aparearon con mosquitos hembras locales, lo que resultó en huevos que no eclosionaron y en una reducción significativa de la población de este insecto, según el CSIRO.
LOS PRÓXIMOS PASOS
“Los mosquitos incompatibles (estériles) que hemos desarrollado son específicos de esta especie, respetuosos con el medio ambiente y muy eficientes para suprimir las poblaciones de Aedes aegypti”, explica a EFE, el investigador del CSIRO Brendan Trewin.
Según este entomólogo médico, "este método se aplica mejor en áreas aisladas como los pueblos o las islas, donde resulta posible acabar con una población si se aplica la densidad correcta de machos estériles, por hectárea”.
"Nuestros próximos pasos serán desarrollar métodos para eliminar poblaciones más grandes en áreas del tamaño de ciudades", adelanta a EFE.
El proceso de Técnica del Insecto Estéril se viene utilizando con éxito desde la década de 1950, pero ahora el desafío fue hacerlo funcionar con el Aedes aegypti, criando suficientes mosquitos, eliminando las hembras, identificando a los machos y luego liberando la cantidad necesaria para suprimir una población.
Esto se consiguió por medio de una nueva tecnología de cría y clasificación por sexo y liberación de mosquitos, desarrollada por la compañía Verily, como parte de su proyecto Global Debug.
Los científicos regresaron al año siguiente de la liberación de los mosquitos estériles, para comprobar el resultado del experimento, encontrando que uno de los sitios de prueba, Mourilyan en Queensland, estaba casi desprovisto de Aedes aegypti (su población se había reducido en un 97%).
Este ensayo fue una colaboración internacional entre el CSIRO, la Universidad de Queensland (UQ), Verily Life Sciences, el Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofer y la Universidad James Cook (JCU).
“Más del 40% de los seres humanos sufren enfermedades transmitidas por mosquitos, por lo que este estudio es una oportunidad para desarrollar herramientas de control de estos insectos respetuosas con el medio ambiente, para hacer frente a las incursiones actuales y futuras de esta plaga”, según el doctor Larry Marshall, director ejecutivo de CSIRO.
PEQUEÑAS GRANDES AMENAZAS
“Estos mosquitos son una amenaza para la bioseguridad, ya que propagan algunas de las enfermedades más graves del mundo, como el dengue, la fiebre amarilla y el Zika”, puntualiza el doctor Marshall.
Ahora trabajan con nuevas tecnología para conseguir que este enfoque para erradicar el Aedes aegypti, sea más rentable y adecuado para los climas de los países menos desarrollados que sufren en mayor medida los virus transmitidos por mosquitos, de modo que se pueda exportar globalmente esta solución”, según Marshall.
“Durante el estudio, vimos que más del 80 % de la población de mosquitos fue suprimida en nuestros tres sitios de prueba, lo que demuestra que esta técnica es robusta y capaz de suprimir eficazmente las poblaciones de mosquitos”, señala por su parte el investigador Nigel Beebe, profesor asociado en la UQ.
Ahora, los investigadores están desarrollando esta tecnología y modelos predictivos para ver cómo podrían “eliminar esta plaga exótica que transmite virus en otros lugares del mundo”, según el profesor Beebe.
Después de que se detuvieran las liberaciones de mosquitos estériles, con el paso del tiempo, se ha mantenido cierto grado de supresión de esta especie, dependiendo del lugar.
Esto es un resultado importante, y algo que según Nigel Snoad, ejecutivo de la compañía Verily, “indica que es factible mantener impacto sostenido para este vector de enfermedades” (el Aedes aegypti).
Esta técnica también se podría utilizar para eliminar el mosquito tigre asiático, Aedes albopictus que, según Mosquito Alert, su picadura puede transmitir los virus causantes del dengue, el Zika, la chikungunya y fiebre amarilla.