El valor que provoca el calor de las copas se contrastó con eseque sólo puede proporcionar la fe, pues en el Centro Histórico sejuntaron quienes presurosos llegaban caminando, o erantransportados en auto, para participar en la 58 peregrinaciónfemenina de Querétaro al Tepeyac, mientras que de bares salíanjóvenes que no querían dejar la botella en el interior delestablecimiento, quienes se negaban a dejar la fiesta y otros, queebrios gritaban a las peregrinas improperios, mientras conducíanun Audi, sin que la policía que se encontraba recargada en supatrulla siquiera se inmutara.
Conforme avanzó la madrugada, la devoción de las fieles se fueapoderando del Centro Histórico, hasta que sólo se escuchó enlas calles la misa de buen viaje que ofició en honor de lasdevotas el obispo de Querétaro Faustino Armendáriz Jiménez.
El templo de La Congregación, ese que conserva la únicareliquia del ayate de Juan Diego que se encuentra afuera de labasílica, fue el recinto donde se efectuó la Santa Misa, en laque el obispo urgió a las fieles hacer “De la peregrinación, uncamino de oración un camino de comunión, un camino de fe”.
Urgió a las fieles a tener en cuenta que la peregrinación debecausar impacto en los lugares que visita, para que quienes en ellosresiden también “atestigüen, la devoción del pueblo deDios”.
“Nosotros los peregrinos, debemos aportar algo a los fielesque viven ahí a saber el ejemplo de nuestra fe, de nuestraesperanza y de nuestra caridad, para que todos los que ahí viven,y nosotros, nos edifiquemos mutuamente”
Resaltó que la peregrinación es santa por la presencia de“la Virgen” y “De su hijo Jesucristo”, punto en el quereconoció que serán largas jornadas, por lo que siempre seránde fatiga, pero también de regocijo, porque irán acompañados por“ella”.
“Hermanas, gracias por compartir con humildad la sencillez desu fe, gracias por dar esos pasos con alegría con el gozo propiode quien lleva en su corazón a Jesús y de quien quierecompartirlo a los demás. La presencia de María en el Tepeyac esuna presencia que provoca gozo al pueblo mexicano y lo siguehaciendo a lo largo de la historia, porque en el santo ayate de SanJuan Diego, cuya reliquia tenemos aquí, a mí izquierda, se quedapintada por Dios la imagen de María, esperando a un hijo, asíestá, preñada y esperando a ese hijo en sus entrañas, y viene aMéxico, viene a América, viene al mundo a compartirlo, para que… saltemos de gozo”.
Los urgió a ser testimonio para Querétaro, México y el mundode que nos amamos unos a otros, que dijo, queremos una familiafortalecida, al igual que la fe, que debe cultivarse en las futurasgeneraciones.
“Vale la pena invertir este tiempo, consagrándolo a Dios porMaría , en cada uno de nuestros estandartes llevamos a María, nosolamente coronada … porque con ello creemos decirle a todos labuena noticia, decirle a Dios que amamos a su madre… fortalecernuestra fe está la clave para que muchos quieran recorrer, si nofísicamente esta peregrinación, su peregrinación espiritual detodos los días, diciéndole a Jesús que lo amamos, diciéndole anuestra madre que la invocamos y pedimos su maternal intersección.Llevamos con alegría esta peregrinación”.
Al término de la ceremonia las lágrimas se hicieron presentesentre quienes con abrazos, y besos se despedían de sus seresqueridos, deseándoles un buen recorrido y deseando su prontoregreso.
La presencia de las peregrinas, encabezadas por el obispo, sehacía sentir a cada paso, sobre todo ante los cánticos de fe yesperanza con los que animaban el camino.
La devoción finalmente se apoderó de la madrugada, mientras elCentro Histórico se quedaba nuevamente desierto, el anhelo de quela fe pueda llevar esperanza y paz a México buscaba hacerse eco através de los cánticos que, poco a poco, fueron mezclándose conlos ruidos de la carretera.
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