Es de advertirse que, con el desarrollo de la tecnología en los diversos sectores de la sociedad, la Inteligencia Artificial (IA) puede tomar prácticamente el control en la aplicación de la justicia, ya que se hace uso de ella en tribunales de todo el mundo, con la posibilidad de reemplazar el trabajo realizado por los mismos jueces.
Norberto Alvarado Alegría, integrante del Colegio de Abogados Litigantes de Querétaro y del Observatorio Ciudadano del Poder Judicial en Querétaro, dejó ver lo anterior a pesar de señalar que esto conlleva algunos claroscuros que requieren de un tratamiento más sigiloso.
“Aquí dejo planteada la incógnita para otra discusión que será necesaria, respecto de cuáles serían los límites de una Ética Pública para el uso de la IA, como un nuevo operador jurídico, que absorba progresivamente, y sustituya definitivamente, la facultad decisional, por ejemplo y de manera hipotética, de los jueces y tribunales”, anticipó.
Hizo alusión a este tema durante su ponencia en la XVIII Asamblea General Ordinaria de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia, A.C. denominada “Los Desafíos para una Justicia Digital en México”, realizada en Aguascalientes.
Como precedente a lo que es la Inteligencia Artificial, Norberto Alvarado Alegría habló de la Jurimetría, la cual bajo su concepto permite analizar patrones y tendencias en las decisiones judiciales, así como ayudar a identificar posibles sesgos o disparidades en el sistema judicial, lo que permite trabajar hacia una mayor equidad y justicia.
Al referirse a la Inteligencia Artificial aplicada en el Derecho, aseguró que éste tiene frente a sí dos grandes ventanas de oportunidad: La primera, afirmó, es la regulación de este fenómeno innegable de la Cuarta Revolución Tecnológica (4.0), como un hecho social de dimensiones que sobrepasan la experiencia jurídica de siglos. En segundo, agregó que es la urgente necesidad de que los operadores jurídicos se sumen activamente a esta realidad tecnológica, y la conviertan en una herramienta de uso cotidiano para la toma de decisiones asertivas.
El integrante del Colegio de Abogados Litigantes de Querétaro, A.C., puntualizó que la Inteligencia Artificial es el conjunto de todo lo ante definido, pero aclaró que la misma IA presenta claroscuros que requieren de un tratamiento más sigiloso.
Argumentó que, en términos de Frithof Haft, las ventajas metodológicas, la transformación de la información jurídica, y el mejoramiento de la esfera de la decisión jurídica a través de la parametrización de conceptos prototípicos a nivel macroscópico, han sido fundamentales para que la IA avance en la dinámica operativa, y hoy se aplique en los tribunales alrededor del mundo.
Alvarado Alegría mencionó que ahora, en la función jurisdiccional el uso de la Jurimetría inicialmente, y de la IA actualmente, implica “smartificar” la operación de los juzgados y tribunales; es decir, hacer uso global, intensivo y sostenible de las tecnologías de la información bajo el principio de “servicio para la mejora de calidad de los ciudadanos”.
Igual expuso el tema del metaverso, cuya implementación, dijo, debe ser considerada por los Sistemas Expertos Jurídicos en esta era de la justicia digital en la web 4.0. Y precisó que esto plantea retos significativos que el Derecho no puede abandonar, como el respeto, promoción, garantía y protección de los Derechos Humanos.
“Lo que es una realidad es que, si ni en el metaverso se podrán evitar los impuestos, menos la tramitación de los juicios”, indicó de manera textual en el contenido de su ponencia.
➡️ Si quieres recibir las noticias en tu Whatsapp, envía la palabra ALTA
Expresó que la Inteligencia Artificial ya no se puede parar. Se trate de reclamaciones, de ayuda en problemas de derecho laboral, de ayuda en la recopilación de documentos contractuales individualizados, o de ciertos formularios, hoy en día casi nadie acude a un abogado para estos asuntos.
Norberto Alvarado Alegría, añadió que los servicios ofrecidos por las empresas de tecnología jurídica son más baratos y de mucho más fácil acceso, y a que las jóvenes generaciones están acostumbradas a buscar ayuda y soluciones en Internet y que en las causas simples no necesitarán de la ayuda de los abogados. “Hoy las personas están acostumbradas a recibir mucha información gratis (a cambio de sus datos)”.
