Actualmente hay en Querétaro 18 mil 920 personas con problemas de presión arterial, de las cuales el 20 por ciento se retiró del control médico durante diciembre pasado por los excesos de esa temporada, informó Juan Carlos Ortega Regalado, jefe de Departamento de Salud en el Adulto y el Anciano de la Secretaría de Salud.
Mencionó que las causas de esta enfermedad pueden ser algunas, como la carga genética, el sobrepeso y el estilo de vida que llevan las personas; es decir, que no hacen ejercicio, consumen grasas, sal, alcohol y que son fumadores. Esto, afirmó, puede adelantar el inicio de la enfermedad, que puede ser antes de los 30 años de edad.
“La presión arterial es una enfermedad crónico-degenerativa progresiva multifactorial. Tiene que ver el medio ambiente, los estilos de vida que lleva el propio paciente, inclusive, cómo se comportó en el desarrollo fetal, cómo fue su desarrollo en la infancia, qué componente genético tiene, porque sabemos que puede haber una carga genética muy importante, además, cómo se encuentra el nivel sobrepeso u obesidad”, expresó el especialista.
Precisó que esos factores antes mencionados hacen que la enfermedad pueda llegar a debutar. En ese sentido aseguró que se trata de la medición de la presión sistólica arriba de los 140 milímetros de mercurio y la diastólica encima de los 90 milímetros, la cual comúnmente puede desencadenar entre los 30 y 40 años de edad.
Agregó que estos multifactores cada vez tienden a que detone la enfermedad a una edad más temprana, ya que anteriormente empezaba en pacientes de 30, 40 ó 50 años, lo que básicamente tiene que ver con el estilo de vida.
“Estamos hablando que el sedentarismo hace que el inicio sea anterior; el nivel de sobrepeso u obesidad, hace que el sistema cardiovascular se cargue, lo que hace más complicada la circulación de la sangre a través del bombeo del corazón, y eso propicia que aumente la presión”, explicó.
Juan Carlos Ortega Regalado, indicó que otros de los motivos de esta afectación es el consumo de azúcares simples, sodio, potasio, alcohol y el tabaquismo, generar una afectación más temprana.
“Tiene mucho que ver el contaminante psicosocial, entre lo que se vive en casa, en el trabajo, tráfico cotidiano y otros factores, que hacen que no se conozca una edad exacta del comienzo de esta enfermedad”, comentó el jefe de Departamento de Salud en el Adulto y el Anciano.
Argumentó que cuando las personas no se preocupan por cambiar su estilo de vida, corren el riesgo de padecer presión arterial. Como ejemplo de lo anterior, añadió que la alimentación es uno de los pilares, tanto para retrasar la enfermedad, como para mejorar el control.
Dijo que en los casos donde se detecta la presión arterial antes de los 20 años, deben aplicarse otros estudios para determinar el origen de la misma, ya que esto puede no ser por una presión arterial sistémica, debido que tratarse de otros componentes estructurales, como alguna cuestión renal o relacionada con los niveles de proteínas.
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Puntualizó que al corte de noviembre pasado se tenía un registro de 18 mil 920 personas, de las cuales el 80 por ciento son controladas y el 20 se mantuvo fuera de supervisión en diciembre pasado, al sentirse atraídas por los excesos de las fechas de fin de año.
Ortega Regalado aclaró que hay otro sector que no sabe que puede padecer presión arterial, que en este caso se trata de los silentes, que no han acercado para hacer una detección.
“Estamos hablando de un 16 por ciento de la población de 20 años y más, que tienen factores de riesgo, aunque en ellos no hay diagnóstico confirmado”, refirió el especialista.
