Algunos taxistas de la ciudad de Querétaro tomaron la decisión de evitar dar servicio a lugares en donde se vean en la necesidad de cruzar lo que ahora es Paseo 5 de Febrero, debido al tráfico pesado que se registra todos los días por las obras.

José Juan, de 50 años, argumentó que en un principio muchos de sus colegas lo intentaron, pero que se dieron cuenta que al avance era demasiado lento, principalmente durante la mañana cuando la gente sale a realizar sus actividades o en la tarde-noche que ya van de regreso.

“En una ocasión un señor me ofreció 400 pesos para que lo llevara al fraccionamiento Real del Marqués, pero le dije que no me salía y como que se enojó”.

El argumento de José Juan es que para llevarlo al lugar indicado podía tardar una hora en la ida más el regreso “sin pasaje”, aunado al gasto excesivo de gasolina.

Dijo que para ellos es mejor hacer viajes cortos, ya sea en un lado u otro, debido a que la ciudad está “partida a la mitad” desde hace un año que iniciaron los trabajos.

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Para Esteban la situación es similar, aunque él dice que en ocasiones accede, pero cuando trabaja de madrugada que no hay tráfico.