A sus 64 años de edad Sergio lleva casi 20 de participar en la Peregrinación al Tepeyac. Dijo que lo hace por estar seguro de haber recibido lo que considera un milagro, ya que sólo con haber seguido a la Virgen Morena es que pudo vencer el alcoholismo que lo llevó a perder a su familia y quedarse sin trabajo por un tiempo.
“Hacía muchas cosas que no estaban bien y celaba mucho a mi esposa, no daba dinero, no ofrecía apoyo moral ni económico a mi familia; había pleitos y reproches”, comentó.
El hombre quien trabaja en un restaurante-bar mencionó que conocidos de él lo invitaban para que se integrara a la peregrinación y que le pidiera a la Virgen que lo ayudara a salir del alcoholismo.
“Encomiéndate a la Virgen, pídele que te saque del agujero, pero no podía, porque es bien duro eso. Fui a grupos de doble AA, pero no me sirvieron de nada. Me sirvieron más las experiencias que he tenido en la vida real”, expresó Sergio.
Agregó que cuando tocó fondo fue cuando su esposa lo dejó y se llevó a su hijo, quien actualmente tiene 15 años de edad. “Creo que está mejor con ella”.
“Yo me preguntaba muchas cosas y al mismo tiempo me contestaba. Decía, pues ya estuvo suave. Fue cuando les dije a mis compas que sí iba a ir y le pedí las vacaciones a mi patrón para empezar a participar en las peregrinaciones”, argumentó.
Sergio afirmó que quisiera hacer todo el recorrido desde Neblinas, pero que no tiene oportunidad por su trabajo.
“De repente se fueron dando las cosas. No sé, pero la bondadosa y bendita Virgencita me ayudó. Ya no me controla el alcohol y aquí ando”, añadió quien ayer se dispuso a salir con la Columna de Hombres desde la ciudad de Querétaro para llegar al Cerro del Tepeyac.
“Seguiré aquí hasta que Dios y la Virgen me lo permitan”, aseveró el peregrino originario de la ciudad de Querétaro.
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Finalmente, señaló que cada uno de los peregrinos, tanto hombres como mujeres, llevan su “morralito” cargado de cosas; es decir, sus experiencias y motivaciones para marchar a la Basílica de Guadalupe.
