Don Miguel, de San Pablo Tolimán, cumplió 50 años de peregrinaje, una práctica que realiza con básicamente toda su familia, entre sus 10 hijos y esposa, una herencia que a él le fue transmitida por su tío y que se fortaleció porque la Virgen le concedió que su hijo sobreviviera a una operación.
Esto cuando tenía tres años de edad, hace aproximadamente 30 años, cuya manda fue la que lo ha mantenido, además de la fe, positivo cada año para caminar hacia la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México.
"La primera vez que vine fue por un tío, me invitó para que, si quería venir a la peregrinación, le dije que sí, luego me vine con otro tío, mi papá, y ya yo invité a mis hijos y siguen siendo peregrinos guadalupanos".
Explicó que en aquel momento pensó que su hijo no iba a sobrevivir por un problema de salud severo en los pulmones, con los análisis médicos dándoles pocas probabilidades.
Fue entonces que rezó a la Virgen de Guadalupe para que le concediera el milagro y ahora ya cumplirá los 25 años también de peregrino. Desde entonces se ha mantenido agradecido y dispuesto a caminar lo que le resta de vida.
"Fue un periodo difícil el que se vivió entonces, y desde ahí pues ya lo hacía, pero quise hacerlo en agradecimiento de ello, pues mi hijo era muy pequeño y tenía pocas probabilidades de vivir y lo hizo, por eso estoy agradecido".
Al respecto, se dijo orgulloso de su familia y también de cumplir su 50 aniversario, recibiendo una medalla en reconocimiento a los años transcurridos, agradecido por las dádivas, aseveró, que la virgen le ha concedido.
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"50 años de venir peregrinando gracias a Dios y Santa María de Guadalupe por permitirme hoy en este día tan grande, no tengo palabras para agradecerles. Uno de mis hijos cumplió 25 años también".
