Ante la presencia de miles de peregrinos, el obispo de la Diócesis de Querétaro, Fidencio López Plaza, dio un mensaje reconciliatorio en favor de la paz y la fraternidad entre la población, recordando a todos aquellas personas víctimas de violencia en el país, entre mujeres, pobres, jóvenes, periodistas y sacerdotes.
Con dos misas durante el día, la primera con la columna de mujeres a las 11 de la mañana y la segunda con la columna de hombres a partir de las tres de la tarde, el obispo felicitó a las personas peregrinas, principalmente aquellas que tienen 17 días caminando.
"Hermanas y hermanos peregrinos, después de 17 días de camino hemos llegado a la casita sagrada, hemos llegado a su cita que nuestra madre de Guadalupe vino a solicitarnos, que ella misma nos recuerda que la casita donde quiere vivir es en tu corazón, en el corazón de cada mexicano", refirió el obispo durante la homilía.
Al respecto, el obispo hizo énfasis en las consignas peregrinas como en la no contaminación, añadiendo la importancia de dejarse guiar por la Virgen de Guadalupe, principalmente en la búsqueda de paz y de solidaridad y unión con el resto de fieles creyentes, como una máxima católica importante.
"Aquí hermanas y hermanos, a quien tenemos que la creación es el jardín de Dios, que somos tierra que camina, que la casita sagrada tiene una dimensión ecológica, por eso ustedes han caminado con esta consigna: los peregrinos no contaminan. Por eso necesitamos hermanas dejarnos guiar por nuestra Virgen, que su mirada de madre nos cobije".
En el caso de las mujeres, el obispo las felicitó por su peregrinación número 61, y sus 170 grupos, con una cantidad de mujeres que, a decir de las autoridades eclesiásticas, estuvo entre los cuatro kilómetros de extenso. En el caso de los hombres las agrupaciones que arribaron fueron 228 en total, siendo los últimos en llegar a este evento.
"Iniciamos la peregrinación en Neblinas, reconociendo nuestra identidad; allá somos hermanos peregrinos, dos palabras que nos ponen en contacto con toda la humanidad y todas las criaturas. El que se reconoce hermano y peregrino no es un extraño en este mundo, tiene siempre hermanos a su lado".
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Finalmente, hizo hincapié en que la Diócesis de Querétaro cuenta con dos millones 900 mil habitantes, por lo que reiteró el llamado de paz y unidad. Asimismo, indicó que la educación y el respeto son la base esencial para lograr el camino de Cristo y convertirse en fieles seguidores de sus enseñanzas.
