A cinco años del anuncio de la construcción de la nueva catedral de Querétaro, monte y piedras siguen esperando el inicio de la obra, en un predio que se ubica en una de las zonas más atractivas del Centro Sur.
Desde 2018 la empresa Arquitectura Cúbica ganó la licitación bajo convocatoria realizada por la Diócesis de Querétaro para el diseño de la nueva catedral, donde participaron 16 despachos más.
El proceso para esta edificación se dio durante el periodo al frente de la Diócesis del obispo Faustino Armendáriz Jiménez, sin embargo, ante su salida y la llegada de Fidencio López Plaza, quedó detenido.
Asimismo, autoridades eclesiásticas han reiterado que la llegada de la pandemia de Covid-19 terminó de complejizar la realización de esta catedral, la cual tendría una capacidad de hasta tres mil fieles.
El terreno que será utilizado por la Diócesis de Querétaro se encuentra en una zona con alta plusvalía, cerca del Centro Cívico, entre las calles Fray Luis de León y Manuel Gómez Morín, donde se ha colocado un letrero para advertir que no se vende.
En los alrededores se localizan fraccionamientos, aunque en esta vialidad hay principalmente negocios comerciales, edificios con oficinas, así como una pequeña plaza comercial.
Esta zona se caracteriza por tener amplios terrenos en venta, en una paulatina expansión urbana que se ha desarrollado en los últimos diez años, con escuelas privadas en los alrededores, en una zona exclusiva de la ciudad y con miras a futuro.
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La Catedral en Querétaro ha estado albergada en los templos de Santiago Apóstol, en San Francisco de Asís, Nuestra Señora de Guadalupe, San Antonio y en el templo de San Felipe Neri, todos en el Centro Histórico de la capital queretana.
