.jpg "MMM_Tatuajes_181014- (4).jpg")
El 60% de los jóvenes que solicitó el apoyo de SOS Discriminación Internacional denunció discriminación laboral por tener tatuajes, informó el activista de SOS Discriminación Internacional, Edmundo Ramos Gutiérrez.
A la mitad de los jóvenes que pidieron ayuda también se les discriminó en los empleos por su preferencia sexual, pero el 60% de los 120 casos que acompañó la organización este año tiene que ver con discriminación por tatuajes en los centros de trabajo formal.
“Lo que nos dicen es que hacen sus exámenes, pasan todo lo que les piden, conocimientos, habilidades y aptitudes y cuando están por firmar el contrato, un ejemplo, es que estiran la mano, se destapa el tatuaje y les dicen que van a analizarlo más o les llegan a decir que no aceptan a gente con tatuajes, que si se los quitan verán si entran o no, es una clara discriminación”, explicó.
Aunque concedió la posibilidad de que algunas empresas requieren ciertas características físicas, “como en el caso del modelaje”, repudió que se apliquen criterios discriminatorios cuando los empleos no requieren una característica especial.
“Hay jóvenes, sobre todo de otros estados o de otros países que llegan a una empresa donde están ofertados los empleos y cuando los ven con los tatuajes les dicen que no hay trabajo, aunque esté el anuncio”, agregó el activista.
De las 120 personas que se acercaron a SOS Discriminación en este año para denunciar algún caso de discriminación, también se acusó homofobia, que alcanza al 50% de los casos. “Algunos de los jóvenes sufren discriminación por tatuajes y también por preferencia sexual, así que dividimos por una causa y por otra, para no mezclar los datos”, señaló.
Muchos de los jóvenes prefieren no denunciar porqué temen “exponerse a que otros centros de trabajo los identifiquen y también se les cierren las puertas, porque a quien exige un derecho se le califica de revoltoso”.
Ramos Gutiérrez aclaró que hoy hay empresas incluyentes que tienen programas para prevenir las discriminaciones y para que “las empleadas y los empleados se sientan bien de trabajar sin ser excluidos”.
