Habitantes de la colonia Carrillo Puerto rechazan el uso de pirotecnia para los eventos religiosos, afirmando que con anterioridad se han presentado otros incidentes sin que se tomen las medidas adecuadas, exigiendo su regulación para evitar posibles accidentes a futuro.
Y es que vecinos de los alrededores de la parroquia de San Miguel Arcángel, en la calzada Guadalupe Victoria, señalaron que estos hechos se "veían venir", pues algunos recordaron ocasiones en las que hasta un menor de edad perdió la mano por el uso de fuegos artificiales.
"Es que no entienden que estas cosas son peligrosas. Luego uno anda viendo cómo juegan los muchachos sin ninguna medida ni protección, truene y truene cohetes. Hace 20 años a un muchacho le pasó que se le fue la mano, fue bien sonado en la colonia y ahora esto. No entendemos", señaló María Patricia, vecina de la zona.
El descontento ha sido generalizado con el paso del tiempo, pues algunos entienden que la pirotecnia es parte de una tradición que requiere regularizarse, ya que en las festividades hay poco control debido a que, afirman, muchas personas vienen únicamente a tomar y participar en la fiesta sin responsabilidad.
"Luego ves a los más grandes tomando y andan ahí con los cuetes. No esperábamos algo como lo de ayer, que se sintió el estruendo y mucho humo a lo lejos. Fue muy lamentable y desesperante ver correr a los niños llorando espantados", añadió.
Sin embargo, otro sector vecinal indicó que estas prácticas son parte de la tradición de Carrillo Puerto, como de otros barrios antiguos, que deben prevalecer; sí con la seguridad necesaria para que no se repita una tragedia como la acontecida, pero sin que se dejen de hacer, pues incluso son actividades que generan empleo.
"Nosotros compramos los cohetes del Escobedo u otros mercados. Son la mera época donde muchas personas viven de eso y ni modo de quitarles su trabajo y así nada más. Necesitamos ser más conscientes de que lo que tenemos ahí es peligroso, que debemos acatar estrictamente lo que nos digan las autoridades", indicó Ramiro Zárate, locatario de la zona.
Finalmente, destacaron las afectaciones ocasionadas por este hecho, donde además se perjudicaron algunas viviendas. Además, algunos se dijeron tranquilos debido a que la Iglesia confirmó que ninguna de las criptas con restos fue dañada.
