/ domingo 8 de diciembre de 2019

El Cronista Sanjuanense

La peregrinación de los farolitos


Hace 70 años, en 1949 fue cuando se llevó a cabo la coronación de la imagen de la Virgen de Guadalupe como reina San Juan del Río. En tanto se preparaban las actividades convenientes para el acto, se realizó la primera peregrinación de los farolitos. Este 11 de diciembre se conmemoran 71 años de una de las tradiciones más importantes de esta ciudad.

La concurrida peregrinación parte desde el templo del Jesusito de la Portería, para integrarse, con apego religioso, ordenadamente en peregrinación hacia el templo del Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe (antigua Parroquia de Españoles) y con ello venerar la imagen que tiene la tradición católica más importante y con mayor culto en México, en la víspera de la conmemoración de su primera aparición en el Cerro del Tepeyac al indio Juan Diego en el año 1531, año en que coincidentemente fue fundado San Juan del Río, Querétaro.

Lo que en sus inicios eran antorchas y velas, se transformaron en luminosos farolitos que van desfilando por la antigua Calle Real (Avenida Juárez) y por la antigua calle de los Infantes (Hidalgo), acompañando el camino con cánticos guadalupanos.

Los estandartes y gallardetes identifican a las antiguas cofradías y sociedades religiosas, que con humildad confiesan su fervor guadalupano: hombres y mujeres, jóvenes y jovencitas, niños y niñas, exclaman una sinfonía para la morenita del Tepeyac.

Las nuevas generaciones se identifican con el santo Juan Diego, ataviándose de inditos e inditas, con todo y sus complementos: huacales, gabanes, sombreros, rebozos, paliacates, pajaritos, jarritos, flores, principalmente rosas; peregrinan emocionados hacia el santuario de la Reina de México.

Cientos de personas participan, además de las de a pie, desde hace unos cuantos años: taxistas, microbuseros, grupos sociales, organizaciones de distinta índole, colegios o instituciones educativas, entre otros, congregando a miles de personas, quienes lo hacen también para agradecer por los favores recibidos de parte de la Reina del Cielo.

Esta hermosa tradición ha sido heredada por los antepasados de los sanjuanenses y se realiza también en vísperas del aniversario de la coronación de la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe como Reina de San Juan del Río, que tuvo lugar el 19 de enero de 1949.

La peregrinación concluye con una misa multitudinaria que se realiza al llegar a su destino, en el atrio del templo parroquial y la explanada de la Plaza Independencia, donde posterior ocurre la quema del castillo y las primeras mañanitas a la Virgen Morena con motivo de su día: el Día de la Virgen de Guadalupe (12 de diciembre), conmemorando 488 años de su aparición.

Para los fieles católicos, de vital importancia el vestir a los niños y niñas de inditos, salir con su farolito y peregrinar en honor a la Emperatriz de América y con ello, conservar y resguardar las tradiciones y costumbres de nuestro querido San Juan del Río.

Sígueme: www.facebook.com/CronistaSanJuandelRio

La peregrinación de los farolitos


Hace 70 años, en 1949 fue cuando se llevó a cabo la coronación de la imagen de la Virgen de Guadalupe como reina San Juan del Río. En tanto se preparaban las actividades convenientes para el acto, se realizó la primera peregrinación de los farolitos. Este 11 de diciembre se conmemoran 71 años de una de las tradiciones más importantes de esta ciudad.

La concurrida peregrinación parte desde el templo del Jesusito de la Portería, para integrarse, con apego religioso, ordenadamente en peregrinación hacia el templo del Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe (antigua Parroquia de Españoles) y con ello venerar la imagen que tiene la tradición católica más importante y con mayor culto en México, en la víspera de la conmemoración de su primera aparición en el Cerro del Tepeyac al indio Juan Diego en el año 1531, año en que coincidentemente fue fundado San Juan del Río, Querétaro.

Lo que en sus inicios eran antorchas y velas, se transformaron en luminosos farolitos que van desfilando por la antigua Calle Real (Avenida Juárez) y por la antigua calle de los Infantes (Hidalgo), acompañando el camino con cánticos guadalupanos.

Los estandartes y gallardetes identifican a las antiguas cofradías y sociedades religiosas, que con humildad confiesan su fervor guadalupano: hombres y mujeres, jóvenes y jovencitas, niños y niñas, exclaman una sinfonía para la morenita del Tepeyac.

Las nuevas generaciones se identifican con el santo Juan Diego, ataviándose de inditos e inditas, con todo y sus complementos: huacales, gabanes, sombreros, rebozos, paliacates, pajaritos, jarritos, flores, principalmente rosas; peregrinan emocionados hacia el santuario de la Reina de México.

Cientos de personas participan, además de las de a pie, desde hace unos cuantos años: taxistas, microbuseros, grupos sociales, organizaciones de distinta índole, colegios o instituciones educativas, entre otros, congregando a miles de personas, quienes lo hacen también para agradecer por los favores recibidos de parte de la Reina del Cielo.

Esta hermosa tradición ha sido heredada por los antepasados de los sanjuanenses y se realiza también en vísperas del aniversario de la coronación de la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe como Reina de San Juan del Río, que tuvo lugar el 19 de enero de 1949.

La peregrinación concluye con una misa multitudinaria que se realiza al llegar a su destino, en el atrio del templo parroquial y la explanada de la Plaza Independencia, donde posterior ocurre la quema del castillo y las primeras mañanitas a la Virgen Morena con motivo de su día: el Día de la Virgen de Guadalupe (12 de diciembre), conmemorando 488 años de su aparición.

Para los fieles católicos, de vital importancia el vestir a los niños y niñas de inditos, salir con su farolito y peregrinar en honor a la Emperatriz de América y con ello, conservar y resguardar las tradiciones y costumbres de nuestro querido San Juan del Río.

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