Arquitectura de la hacienda
Las haciendas disponían de edificios de gran monumentalidad, en ocasiones auténticos palacios, que respondían a verdaderas y poderosas factorías. En la mayoría de los casos la hacienda aparece también vinculada a unas pocas posesiones y caseríos de excepcional extensión, sin relacionarse con la casa del hacendado. Gran parte de las haciendas manifiestan una complejidad y exuberancia arquitectónica poco corriente.
En señorío logran destacarse hasta el punto de imprimir a los conjuntos un sello especial, acompañándose de capillas, hermosos jardines y otros elementos. Al núcleo residencial de la propiedad se añadían viviendas de trabajadores y dependencias de labor que abarcaban desde bodegas, graneros, caballerizas y pajares, organizados en torno a patios domésticos y de labor. En el núcleo que conforman los distintos edificios de una hacienda, encontramos tres grupos bien definidos de construcciones, en un plano claramente jerarquizado: la casa del hacendado o “casa grande”, con materiales de mayor calidad (piedra, cantera, tezontle, adobe, mármol), con torres contrapeso, remates elaborados, torres mirador, capillas, espadañas o magníficas portadas, etc. En general, estos edificios siguen el estilo o corriente artística más acreditada en el momento de su construcción, por eso los hay de diferentes estilos.
Los materiales usados para las construcciones eran, en su mayoría, de la zona: piedra bolón para los cimientos; barro y paja para elaborar los adobes; madera para labrar vigas, dinteles, canes y sopandas, y también para montar las puertas y ventanas. Con arcilla de cierta calidad se fabricaban las tejas y los ladrillos del piso. El polvillo y la cal recubren finalmente el adobe. Desde una óptica conceptual y material, se trata pues de arquitectura de carácter popular y regional.
El segundo grupo lo conforman las viviendas de administradores y personal fijo, trojes y tinacales, se situaban junto con algunas construcciones de carácter auxiliar de tipo fabril en torno al patio principal, al que se accede desde un portón exterior usualmente rematado por un escudo u hornacina decorada, y que funcionaba como distribuidor. Suelen ser construcciones en tapial o ladrillo, con verdugadas en algunos lugares, esquinazos de mampostería y todo encalado. Las cubiertas solían ser a dos aguas, rematadas a veces en las fachadas del portón.
El tercer grupo está integrado por construcciones agrícolas y estancias para jornaleros y peones, incluido el comedor colectivo, que normalmente se disponían en torno a un segundo patio, posterior, relacionado con el principal, pero con acceso directo desde el exterior, por la zona de caballerizas y corrales. Se construían en tapial y de forma más sencilla que el resto del conjunto. Era frecuente que el área ocupada por los mismos se delimitara mediante una tapia perimetral, en la que se abría un portón con zaguán para controlar las entradas y salidas. A este conjunto se le denomina “casco de la hacienda”.
Las haciendas mexicanas solían disponer de una casa señorial, llamada usualmente “casco”, dispuesta en forma de cuadro, L o U, alrededor del patio; edificios arquitectónicamente muy relevantes, de buen tamaño, de una o dos plantas y cuidada ornamentación, incluyendo jardines y otros elementos vinculados al lujo. Disponen también de otras edificaciones auxiliares: las calpanerías, trojes o almacenes de grano y semillas; las eras, situadas usualmente junto a la troje, normalmente delimitadas por un murete; los macheros (para los animales de tiro) y establos para el ganado, en forma de cobertizo que daba a un patio secundario; los tinacales, edificios destinados a la producción de pulque; además de los edificios administrativos y la ya citada capilla.
Hacia 1650 se levantan los primeros muros de casas patronales. En estas unidades, convivían cientos de personas bajo la tutela de sus dueños, incluyendo empleados, capataces, inquilinos, afuerinos e incluso esclavos. Es entre 1750 y 1900, cuando las casas adquieren prestancia y se convierten en verdaderos conjuntos arquitectónicos.