/ domingo 26 de junio de 2022

El cronista sanjuanense | La feria de San Juan del Río

Para honrar a San Juan Bautista, santo que dio nombre al pueblo en el siglo XVI tras la fundación castiza de esta tierra, los pobladores se congregaban con alegría a celebrar la fiesta religiosa en torno a los dos principales templos que San Juan del Río tenía ya fincados a mediados del siglo XVIII, fiestas que dieron motivo a la formación de un tianguis que cada 24 de junio ofrecía la oportunidad para que los vecinos de las haciendas y rancherías ofertaran sus productos.

Los antecedentes de estas fiestas se remontan al recuerdo de la fundación, según la tradición, sin embargo es hasta 1891 cuando, por decreto del gobernador de Querétaro Francisco González de Cosío, se establece de manera formal la celebración anual de la feria de San Juan del Río en el mes de junio.

Fue don Melesio Alcántara quien inició las fiestas sanjuanenses en celebración del aniversario de la fundación. Gracias al entusiasmo del entonces diputado Alcántara, estas fiestas resultaron lucidísimas, porque invitaba a personalidades de México.

En estas fiestas había carreras de caballos, música en las calles dada por la Banda de Zapadores de la Ciudad de México, otras veces por la Banda de Rurales de Querétaro. En el teatro de San Juan se daban conciertos y se hacían kermeses.

La feria de San Juan del Río se llegó a considerar como de las más importantes de México incluso se llegó a disponer de un tren directo desde la Ciudad de México que traía mucha gente a disfrutar de las peleas de gallos, las corridas de toros, las jugadas y las puestas en escena que se presentaban en el Teatro Cosío (en 1911 teatro Hidalgo y conocido como Cinelandia “El Piojito” al final del siglo XX) que fue construido precisamente para actividades de la feria en 1891.

Estas fiestas nacieron como una necesidad de crecer en el tiempo, de preservar el pasado y confirmar su característica de paso obligado a los visitantes que se introducen en la ciudad saboreando su cultura y enriqueciéndola con su creatividad e innovación.

Esta feria, la de San Juan, era una de las que más llamaba la atención de las hechas en todo el estado de Querétaro, sobre todo por la gran cantidad de actividades que se llevaban a cabo, pero aunando a eso, la visita obligada a la ciudad, una ciudad virreinal, una ciudad con tradición y cultura, una ciudad que ofrece su comida y distracción a los visitantes; y cómo no recordar las estupendas corridas de toros que se realizaban en la antigua Plaza Rodolfo Gaona, ubicada en el centro de la ciudad y donde participaban los mejores toreros de la época con toros bravos de las más grandes ganaderías del país, pero sobretodo de las prestigiadas ganaderías queretanas.

Así las cosas, este 2022 los sanjuanenses celebramos el 491 aniversario de la fundación de la ciudad. Es un tiempo de fiesta, de unión y de concordia para quienes vivimos aquí, donde renace la tradición y donde se renueva el fiel sentimiento compartido de progreso, que es la característica primordial que ha dado fama y estatus a San Juan del Río.

Nuestras fiestas de San Juan, nuestra feria, muestra inobjetable de lo que fue la prehispánica Iztacchichimecapan, y que hoy es San Juan del Río; encuentro de culturas, oportunidad de progreso, lugar para todos.

Para honrar a San Juan Bautista, santo que dio nombre al pueblo en el siglo XVI tras la fundación castiza de esta tierra, los pobladores se congregaban con alegría a celebrar la fiesta religiosa en torno a los dos principales templos que San Juan del Río tenía ya fincados a mediados del siglo XVIII, fiestas que dieron motivo a la formación de un tianguis que cada 24 de junio ofrecía la oportunidad para que los vecinos de las haciendas y rancherías ofertaran sus productos.

Los antecedentes de estas fiestas se remontan al recuerdo de la fundación, según la tradición, sin embargo es hasta 1891 cuando, por decreto del gobernador de Querétaro Francisco González de Cosío, se establece de manera formal la celebración anual de la feria de San Juan del Río en el mes de junio.

Fue don Melesio Alcántara quien inició las fiestas sanjuanenses en celebración del aniversario de la fundación. Gracias al entusiasmo del entonces diputado Alcántara, estas fiestas resultaron lucidísimas, porque invitaba a personalidades de México.

En estas fiestas había carreras de caballos, música en las calles dada por la Banda de Zapadores de la Ciudad de México, otras veces por la Banda de Rurales de Querétaro. En el teatro de San Juan se daban conciertos y se hacían kermeses.

La feria de San Juan del Río se llegó a considerar como de las más importantes de México incluso se llegó a disponer de un tren directo desde la Ciudad de México que traía mucha gente a disfrutar de las peleas de gallos, las corridas de toros, las jugadas y las puestas en escena que se presentaban en el Teatro Cosío (en 1911 teatro Hidalgo y conocido como Cinelandia “El Piojito” al final del siglo XX) que fue construido precisamente para actividades de la feria en 1891.

Estas fiestas nacieron como una necesidad de crecer en el tiempo, de preservar el pasado y confirmar su característica de paso obligado a los visitantes que se introducen en la ciudad saboreando su cultura y enriqueciéndola con su creatividad e innovación.

Esta feria, la de San Juan, era una de las que más llamaba la atención de las hechas en todo el estado de Querétaro, sobre todo por la gran cantidad de actividades que se llevaban a cabo, pero aunando a eso, la visita obligada a la ciudad, una ciudad virreinal, una ciudad con tradición y cultura, una ciudad que ofrece su comida y distracción a los visitantes; y cómo no recordar las estupendas corridas de toros que se realizaban en la antigua Plaza Rodolfo Gaona, ubicada en el centro de la ciudad y donde participaban los mejores toreros de la época con toros bravos de las más grandes ganaderías del país, pero sobretodo de las prestigiadas ganaderías queretanas.

Así las cosas, este 2022 los sanjuanenses celebramos el 491 aniversario de la fundación de la ciudad. Es un tiempo de fiesta, de unión y de concordia para quienes vivimos aquí, donde renace la tradición y donde se renueva el fiel sentimiento compartido de progreso, que es la característica primordial que ha dado fama y estatus a San Juan del Río.

Nuestras fiestas de San Juan, nuestra feria, muestra inobjetable de lo que fue la prehispánica Iztacchichimecapan, y que hoy es San Juan del Río; encuentro de culturas, oportunidad de progreso, lugar para todos.