/ domingo 3 de abril de 2022

El cronista sanjuanense | Quema de Judas

Como parte de los actos de la Semana Santa, la quema de judas es una costumbre colonial que se arraigó en el folklore mexicano. La también llamada "Fiesta del Judas" es una tradición de algunos pueblos españoles e iberoamericanos en la que se apedrea, lincha o quema un muñeco que representa a Judas Iscariote, por su traición a Cristo.

Originalmente los judas tenían figura de diablo, luego fueron sustituidos por personajes satirizados asociados a un personaje público conocido por su mal comportamiento. Estos Judas son todo un arte. Son todavía elaborados con cartón, papel y engrudo, pintados en vivos colores y en diversos tamaños; los más grandes con armazón de carrizo o alambre, a los que se les colocan cuetes y petardos, y se les quema hasta que la pirotecnia estalla y las figuras se convierten en cenizas. La quema se realiza tradicionalmente el sábado de gloria o el domingo de resurrección dentro de las conmemoraciones de la Semana Mayor en México.

La cartonería en nuestro país también tiene su origen en la época colonial, se usaba durante las fiestas religiosas y en actividades para la evangelización, como por ejemplo, las piñatas en las posadas y la quema de Judas el Sábado de Gloria.

En México, la tradición de la quema de Judas ha cambiado, ya que durante el siglo pasado se quemaban Judas por millares en las calles. Actualmente se elaboran más como objetos de arte para coleccionar, de uso decorativo de arte popular o como juguete, con o sin cuetes.

Después de la solemnidad y recato de las conmemoraciones religiosas del jueves y viernes santos, el sábado se convertía en un momento de celebración, un espacio para la fiesta y el relajo, lleno de colorido, riesgo, algarabía y desorden, que se manifestaba con la regazón de agua mediante baldes de agua que se echaban unos a otros y con la quema del Judas.

Es importante preservar las tradiciones de nuestros pueblos, sobre todo las tradiciones populares, esas que nacen de manera espontánea, que se alimentan del entusiasmo de quienes las viven y se transforman para permanecer y adaptarse a los nuevos tiempos. Un ejemplo de ello es que en San Juan del Río, aunque se ha intentado en tiempos recientes el rescate de tradiciones como esta de la Quema de Judas, no han podido arraigarse entre la población.

En la siguiente fotografía, acervo del Archivo Histórico Municipal, se retrató la Quema de Judas que se hacía en el centro de la ciudad de San Juan del Río, es del año 1922. La escena es en la antigua calle de los Infantes (actual Hidalgo) en su tramo de la Calle Real (actual Av. Juárez) a la Plaza Independencia. Se ve al fondo la plaza arbolada y a la izquierda otros árboles en lo que fue el Jardín Madero (actual Plaza de los Fundadores). La Botica Central a la derecha y La Nacional a la izquierda. La calle era empedrada. Algo curioso es que en la fotografía solo aparecen hombres, entre niños y adultos, con vestimenta característica de las clases populares de la época.

Como parte de los actos de la Semana Santa, la quema de judas es una costumbre colonial que se arraigó en el folklore mexicano. La también llamada "Fiesta del Judas" es una tradición de algunos pueblos españoles e iberoamericanos en la que se apedrea, lincha o quema un muñeco que representa a Judas Iscariote, por su traición a Cristo.

Originalmente los judas tenían figura de diablo, luego fueron sustituidos por personajes satirizados asociados a un personaje público conocido por su mal comportamiento. Estos Judas son todo un arte. Son todavía elaborados con cartón, papel y engrudo, pintados en vivos colores y en diversos tamaños; los más grandes con armazón de carrizo o alambre, a los que se les colocan cuetes y petardos, y se les quema hasta que la pirotecnia estalla y las figuras se convierten en cenizas. La quema se realiza tradicionalmente el sábado de gloria o el domingo de resurrección dentro de las conmemoraciones de la Semana Mayor en México.

La cartonería en nuestro país también tiene su origen en la época colonial, se usaba durante las fiestas religiosas y en actividades para la evangelización, como por ejemplo, las piñatas en las posadas y la quema de Judas el Sábado de Gloria.

En México, la tradición de la quema de Judas ha cambiado, ya que durante el siglo pasado se quemaban Judas por millares en las calles. Actualmente se elaboran más como objetos de arte para coleccionar, de uso decorativo de arte popular o como juguete, con o sin cuetes.

Después de la solemnidad y recato de las conmemoraciones religiosas del jueves y viernes santos, el sábado se convertía en un momento de celebración, un espacio para la fiesta y el relajo, lleno de colorido, riesgo, algarabía y desorden, que se manifestaba con la regazón de agua mediante baldes de agua que se echaban unos a otros y con la quema del Judas.

Es importante preservar las tradiciones de nuestros pueblos, sobre todo las tradiciones populares, esas que nacen de manera espontánea, que se alimentan del entusiasmo de quienes las viven y se transforman para permanecer y adaptarse a los nuevos tiempos. Un ejemplo de ello es que en San Juan del Río, aunque se ha intentado en tiempos recientes el rescate de tradiciones como esta de la Quema de Judas, no han podido arraigarse entre la población.

En la siguiente fotografía, acervo del Archivo Histórico Municipal, se retrató la Quema de Judas que se hacía en el centro de la ciudad de San Juan del Río, es del año 1922. La escena es en la antigua calle de los Infantes (actual Hidalgo) en su tramo de la Calle Real (actual Av. Juárez) a la Plaza Independencia. Se ve al fondo la plaza arbolada y a la izquierda otros árboles en lo que fue el Jardín Madero (actual Plaza de los Fundadores). La Botica Central a la derecha y La Nacional a la izquierda. La calle era empedrada. Algo curioso es que en la fotografía solo aparecen hombres, entre niños y adultos, con vestimenta característica de las clases populares de la época.