/ jueves 5 de abril de 2018

El Teatro de la República

PRIMER ACTO. ARRANQUE DESANGELADO. Con más pena que gloria arrancaron “formalmente” las campañas electorales. En principio, es un hecho el fracaso en la práctica de la reforma electoral que concibió el sistema trifásico de internas-intercampañas-campañas. El planteamiento, lógico y aparentemente incuestionable en la teoría, resultó un fiasco al aterrizarse en nuestra compleja y pervertida real politik. Las internas simple y sencillamente nunca existieron. En MORENA ya estaba más que cantado que el dueño del partido sería el candidato; mientras que en las coaliciones encabezadas por el PRI y por el PAN, los candidatos surgieron por las vías digital y del agandalle, respectivamente. El punto es que al llegar los supuestos procesos internos ya eran inamovibles los virtuales candidatos y, en consecuencia, las supuestas internas se convirtieron en el verdadero inicio, aunque “informal”, de las campañas. Como quien dice, desde ahí se agarraron del chongo los hoy candidatos. Por ello, simple y sencillamente fue imposible parar los trancazos durante ese limbo electoral denominado intercampañas. Nadie hizo caso a los campanazos, ya no hubo quien fuera a su esquina y todos permanecieron soltándose cates en el ring. Y esto provocó que el inicio de las campañas en términos de ley fuera casi irrelevante para la mayoría de la población, ocupada en temas de su fe o bien disfrutando de sus vacaciones. En este sentido, llevamos meses viendo quienes son, los que están con ellos y lo que traen consigo. Inclusive, ya se salpicaron recíprocamente de producto fecal, por no decirlo de otra manera.

SEGUNDO ACTO. DISCURSOS DE HUEVA. Entonces, ¿cuál sería la novedad? Además del tormentoso bombardeo publicitario, ¿qué va a suceder ahora? Tristemente todo indica que el tono agresivo y las campañas de descredito seguirán. Por su parte, las propuestas parecen oscilar nuevamente y como ya es tradición entre el catálogo genérico de buenas intenciones y el discurso “ad hoc”. Por un lado, tenemos el rollo de las aspiraciones nacionales que, dicho sea de paso y por si no se han dado cuenta, ya no dora la píldora a nadie y agotó a los mexicanos que hemos escuchado toda la vida esa letanía de buenas intenciones, lógicas y comunes a cualquier nación. Seguridad, honestidad, justicia, democracia, educación, empleo, igualdad y desarrollo. Como si alguien quisiera lo contrario para su país. Actualmente, urge que se hable de la realidad nacional, que se disequen los problemas y se ofrezcan soluciones específicas. Hoy se exige que el lenguaje político se transforme a uno comprensible por los ciudadanos. El que tenga aspiraciones que las conserve, y el que tenga soluciones que nos gobierne. Por otro lado, y para complicar aún más la crisis de contenido del discurso electorero, tenemos el fenómeno del choro convenenciero y acomodaticio, esto es, la demagogia camaleónica. Este particular y generalizado estilo aborda al auditorio según sus características y permite al irreverente orador ser incongruente, inclusive contradictorio, con relación a lo dicho en otro discurso previo dirigido a una audiencia diferente, generalmente antagónica. Digo lo que quieres escuchar. Evidentemente ambas están de hueva - perdón por la expresión, pero no encuentro una más precisa -, y vienen recetadas en millones de spots y espectaculares durante los próximos 3 meses.

TERCER ACTO. NEUTRAL, PLURAL Y ABIERTA. Nos llamó la atención la diferente forma de apreciar el espacio universitario a la luz de las campañas electorales entre los rectores de UNAM y de la UAQ. En un extremo, el Dr. Enrique Luis Graue Wiechers, rector de la Universidad Nacional “exige”, ese fue el término, no utilizar a la UNAM para hacer campañas, luego de un desayuno organizado por profesores de la Facultad de Derecho con Meade en sábado y fuera del campus; en el otro lado, la Dra. Margarita Teresa de Jesús García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro, señaló que en este proceso electoral la UAQ se va a mantener neutral, plural y abierta. Parece que Graue no se ha dado cuenta que para ser una verdadera universidad la Nacional debe mantenerse neutral, plural y abierta. Bien por la rectora García Gasca que entiende y defiende el valor de la universalidad.

TRAS BAMBALINAS.
PREDICCIONES. Según una “predicción electoral” publicada hace unos días por el periódico hispano El País, AMLO tiene 79% de probabilidades de ganar la elección, seguido de Ricardo Anaya con 16% y José Antonio Meade con 5%. Esto les puede sonar descabellado a algunos. Pero no lo es. Estas mismas probabilidades arrojan los resultados de la encuesta que durante semanas ha levantado este Diario de Querétaro en su página electrónica y que cuando esto se escribe reporta: AMLO (42%), Anaya (28%) y Meade (16%).

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. ARRANQUE DESANGELADO. Con más pena que gloria arrancaron “formalmente” las campañas electorales. En principio, es un hecho el fracaso en la práctica de la reforma electoral que concibió el sistema trifásico de internas-intercampañas-campañas. El planteamiento, lógico y aparentemente incuestionable en la teoría, resultó un fiasco al aterrizarse en nuestra compleja y pervertida real politik. Las internas simple y sencillamente nunca existieron. En MORENA ya estaba más que cantado que el dueño del partido sería el candidato; mientras que en las coaliciones encabezadas por el PRI y por el PAN, los candidatos surgieron por las vías digital y del agandalle, respectivamente. El punto es que al llegar los supuestos procesos internos ya eran inamovibles los virtuales candidatos y, en consecuencia, las supuestas internas se convirtieron en el verdadero inicio, aunque “informal”, de las campañas. Como quien dice, desde ahí se agarraron del chongo los hoy candidatos. Por ello, simple y sencillamente fue imposible parar los trancazos durante ese limbo electoral denominado intercampañas. Nadie hizo caso a los campanazos, ya no hubo quien fuera a su esquina y todos permanecieron soltándose cates en el ring. Y esto provocó que el inicio de las campañas en términos de ley fuera casi irrelevante para la mayoría de la población, ocupada en temas de su fe o bien disfrutando de sus vacaciones. En este sentido, llevamos meses viendo quienes son, los que están con ellos y lo que traen consigo. Inclusive, ya se salpicaron recíprocamente de producto fecal, por no decirlo de otra manera.

SEGUNDO ACTO. DISCURSOS DE HUEVA. Entonces, ¿cuál sería la novedad? Además del tormentoso bombardeo publicitario, ¿qué va a suceder ahora? Tristemente todo indica que el tono agresivo y las campañas de descredito seguirán. Por su parte, las propuestas parecen oscilar nuevamente y como ya es tradición entre el catálogo genérico de buenas intenciones y el discurso “ad hoc”. Por un lado, tenemos el rollo de las aspiraciones nacionales que, dicho sea de paso y por si no se han dado cuenta, ya no dora la píldora a nadie y agotó a los mexicanos que hemos escuchado toda la vida esa letanía de buenas intenciones, lógicas y comunes a cualquier nación. Seguridad, honestidad, justicia, democracia, educación, empleo, igualdad y desarrollo. Como si alguien quisiera lo contrario para su país. Actualmente, urge que se hable de la realidad nacional, que se disequen los problemas y se ofrezcan soluciones específicas. Hoy se exige que el lenguaje político se transforme a uno comprensible por los ciudadanos. El que tenga aspiraciones que las conserve, y el que tenga soluciones que nos gobierne. Por otro lado, y para complicar aún más la crisis de contenido del discurso electorero, tenemos el fenómeno del choro convenenciero y acomodaticio, esto es, la demagogia camaleónica. Este particular y generalizado estilo aborda al auditorio según sus características y permite al irreverente orador ser incongruente, inclusive contradictorio, con relación a lo dicho en otro discurso previo dirigido a una audiencia diferente, generalmente antagónica. Digo lo que quieres escuchar. Evidentemente ambas están de hueva - perdón por la expresión, pero no encuentro una más precisa -, y vienen recetadas en millones de spots y espectaculares durante los próximos 3 meses.

TERCER ACTO. NEUTRAL, PLURAL Y ABIERTA. Nos llamó la atención la diferente forma de apreciar el espacio universitario a la luz de las campañas electorales entre los rectores de UNAM y de la UAQ. En un extremo, el Dr. Enrique Luis Graue Wiechers, rector de la Universidad Nacional “exige”, ese fue el término, no utilizar a la UNAM para hacer campañas, luego de un desayuno organizado por profesores de la Facultad de Derecho con Meade en sábado y fuera del campus; en el otro lado, la Dra. Margarita Teresa de Jesús García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro, señaló que en este proceso electoral la UAQ se va a mantener neutral, plural y abierta. Parece que Graue no se ha dado cuenta que para ser una verdadera universidad la Nacional debe mantenerse neutral, plural y abierta. Bien por la rectora García Gasca que entiende y defiende el valor de la universalidad.

TRAS BAMBALINAS.
PREDICCIONES. Según una “predicción electoral” publicada hace unos días por el periódico hispano El País, AMLO tiene 79% de probabilidades de ganar la elección, seguido de Ricardo Anaya con 16% y José Antonio Meade con 5%. Esto les puede sonar descabellado a algunos. Pero no lo es. Estas mismas probabilidades arrojan los resultados de la encuesta que durante semanas ha levantado este Diario de Querétaro en su página electrónica y que cuando esto se escribe reporta: AMLO (42%), Anaya (28%) y Meade (16%).

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com