/ miércoles 20 de diciembre de 2017

El teatro de la República

PRIMER ACTO. CIUDADANOS MALCRIADOS. A principios de los noventa viajamos un grupo de amigos al festival Cervantino en Guanajuato. Afortunadamente ya no es el caso, pero en aquel entonces dicho festival de cultural tenía poco y era sinónimo de pachanga. La bella ciudad colonial se convertía en una mega cantina en la que la mayoría de los jóvenes asistentes los únicos eventos culturales que presenciábamos eran los que se nos cruzaban en la calle cuando pasábamos de un bar a otro. En esas etílicas condiciones nos encontrábamos en uno de dichos tránsitos cuando un policía, amable, nos indicó que no podíamos beber en la vía pública. Ante el señalamiento del uniformado, un amigo inició la discusión que terminó en empujones con el representante de la ley, a quien le tiró la gorra y quién, finalmente, nos dejó ir cuando logramos aplacar a nuestro irrespetuoso compinche. Tiempo después este peculiar sujeto, nuestro rijoso cuate, se tituló como abogado y se fue a cursar estudios de posgrado a Europa. En esa época visitó a otro amigo en Montreal, Canadá, durante el carnaval de esa ciudad. No obstante que tampoco se permitía beber en la calle, caminaban con un par de cervezas disfrutando del carnavalesco ambiente cuando, a unos cinco metros de distancia, un policía les hizo la seña de que no se podía beber, de inmediato nuestro amigo tiró la cerveza a un bote de basura, masculló algo así como “sorry sir” y aceleró el paso con espantando semblante. En ambos episodios quien violó la norma fue la misma persona. ¿Por qué la diferencia en la reacción? Imaginamos que por las también diferentes consecuencias. Paradójicamente hay muchos que en México se comportan como ciudadanos malcriados, mientras que en otros lugares se conducen en forma ejemplar.

SEGUNDO ACTO. QUINCE MINUTOS. El problema es que en nuestro país la impunidad viene de tiempo atrás y comenzó con la ausencia de consecuencias en pasarse un alto o bien por desobedecer a la autoridad como en el caso que se narra. Ese halo ha venido ampliándose y hoy alcanza ejecuciones y fraudes, entre otros muchos delitos. Cuentan que hace algunos años el sociólogo Roger Bartra impartió una conferencia en Tijuana, y ante el cuestionamiento de un asistente respecto a cuánto tiempo llevaría el cambio cultural en México, su  respuesta fue: “desde aquí, pues unos quince minutos”. Luego aclaró que ese era el tiempo que se llevaba cruzar la línea fronteriza de Tijuana a San Diego, y que llegando a esta ciudad californiana la gente dejaba de arrojar basura por la venta del auto y respetaba las señales de tránsito.

TERCER ACTO. CUIDAR A QUERÉTARO. Es el caso que en los últimos años Querétaro ha crecido en forma impresionante. En la actualidad es una metrópoli a la que cada día aquejan más problemas de ciudad grande. Es inevitable, la dimensión trae aparejada una complejidad particular. No obstante, este es también el preciso momento en el que se puede marcar la diferencia entre el no pasa nada y el sí hay consecuencias. Por citar un ejemplo, el transporte público y algunos conductores - y no todos son importados, tenemos muchos casos de cafres locales - transgreden cotidianamente las leyes de tránsito. Si se hace costumbre que no pase nada, en unos cuantos años vamos a vivir en pleno caos. Lo mismo sucede en otros ámbitos. De ahí que exhortemos a nuestras autoridades a ser cero tolerantes con algunas conductas hasta que nosotros mismos aprendamos a respetarlas. Es una triste realidad pero muchas veces los ciudadanos somos un material difícil de trabajar. Se nos debe educar en beneficio de nosotros mismos.

TRAS BAMBALINAS. FELICES FIESTAS. Nos tomaremos un par de semanas de asueto, por lo que estaremos de regreso en estas planas a principios de enero. Agradecemos a la OEM, a nuestro amigo Mario León Leyva y a todo el valioso equipo de Diario de Querétaro el privilegio de un año más de publicar en este prestigiado periódico. Y nos despedimos enviándoles a ustedes nuestros mejores deseos de que pasen en compañía de sus seres queridos unas felices fiestas y tengan un 2018 de salud y prosperidad.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com

PRIMER ACTO. CIUDADANOS MALCRIADOS. A principios de los noventa viajamos un grupo de amigos al festival Cervantino en Guanajuato. Afortunadamente ya no es el caso, pero en aquel entonces dicho festival de cultural tenía poco y era sinónimo de pachanga. La bella ciudad colonial se convertía en una mega cantina en la que la mayoría de los jóvenes asistentes los únicos eventos culturales que presenciábamos eran los que se nos cruzaban en la calle cuando pasábamos de un bar a otro. En esas etílicas condiciones nos encontrábamos en uno de dichos tránsitos cuando un policía, amable, nos indicó que no podíamos beber en la vía pública. Ante el señalamiento del uniformado, un amigo inició la discusión que terminó en empujones con el representante de la ley, a quien le tiró la gorra y quién, finalmente, nos dejó ir cuando logramos aplacar a nuestro irrespetuoso compinche. Tiempo después este peculiar sujeto, nuestro rijoso cuate, se tituló como abogado y se fue a cursar estudios de posgrado a Europa. En esa época visitó a otro amigo en Montreal, Canadá, durante el carnaval de esa ciudad. No obstante que tampoco se permitía beber en la calle, caminaban con un par de cervezas disfrutando del carnavalesco ambiente cuando, a unos cinco metros de distancia, un policía les hizo la seña de que no se podía beber, de inmediato nuestro amigo tiró la cerveza a un bote de basura, masculló algo así como “sorry sir” y aceleró el paso con espantando semblante. En ambos episodios quien violó la norma fue la misma persona. ¿Por qué la diferencia en la reacción? Imaginamos que por las también diferentes consecuencias. Paradójicamente hay muchos que en México se comportan como ciudadanos malcriados, mientras que en otros lugares se conducen en forma ejemplar.

SEGUNDO ACTO. QUINCE MINUTOS. El problema es que en nuestro país la impunidad viene de tiempo atrás y comenzó con la ausencia de consecuencias en pasarse un alto o bien por desobedecer a la autoridad como en el caso que se narra. Ese halo ha venido ampliándose y hoy alcanza ejecuciones y fraudes, entre otros muchos delitos. Cuentan que hace algunos años el sociólogo Roger Bartra impartió una conferencia en Tijuana, y ante el cuestionamiento de un asistente respecto a cuánto tiempo llevaría el cambio cultural en México, su  respuesta fue: “desde aquí, pues unos quince minutos”. Luego aclaró que ese era el tiempo que se llevaba cruzar la línea fronteriza de Tijuana a San Diego, y que llegando a esta ciudad californiana la gente dejaba de arrojar basura por la venta del auto y respetaba las señales de tránsito.

TERCER ACTO. CUIDAR A QUERÉTARO. Es el caso que en los últimos años Querétaro ha crecido en forma impresionante. En la actualidad es una metrópoli a la que cada día aquejan más problemas de ciudad grande. Es inevitable, la dimensión trae aparejada una complejidad particular. No obstante, este es también el preciso momento en el que se puede marcar la diferencia entre el no pasa nada y el sí hay consecuencias. Por citar un ejemplo, el transporte público y algunos conductores - y no todos son importados, tenemos muchos casos de cafres locales - transgreden cotidianamente las leyes de tránsito. Si se hace costumbre que no pase nada, en unos cuantos años vamos a vivir en pleno caos. Lo mismo sucede en otros ámbitos. De ahí que exhortemos a nuestras autoridades a ser cero tolerantes con algunas conductas hasta que nosotros mismos aprendamos a respetarlas. Es una triste realidad pero muchas veces los ciudadanos somos un material difícil de trabajar. Se nos debe educar en beneficio de nosotros mismos.

TRAS BAMBALINAS. FELICES FIESTAS. Nos tomaremos un par de semanas de asueto, por lo que estaremos de regreso en estas planas a principios de enero. Agradecemos a la OEM, a nuestro amigo Mario León Leyva y a todo el valioso equipo de Diario de Querétaro el privilegio de un año más de publicar en este prestigiado periódico. Y nos despedimos enviándoles a ustedes nuestros mejores deseos de que pasen en compañía de sus seres queridos unas felices fiestas y tengan un 2018 de salud y prosperidad.

Notario Público 19 de Querétaro.

ferortiz@notaria19qro.com