Estamos en octubre y como saben, es el mes de la lucha contra el cáncer de mama, una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de cuidar la salud de las mujeres en todos los aspectos de sus vidas. Si bien el cáncer de mama es un enemigo feroz que afecta a miles de mujeres en todo el mundo, es fundamental recordar que la salud de la mujer es un tema mucho más amplio y complejo.
Empecemos por mencionar que de acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), actualmente existen 13.4 millones de mujeres trabajadoras que están en la informalidad que no cuentan con seguridad social. Además, la ENOE, en 2022 señaló que en nuestro país sólo dos de cada cinco mujeres en la formalidad cuenta con cobertura médica por parte del Seguro Social.
En otros datos, en Coneval, en su medición de la pobreza en 2022, detalló que la carencia por acceso a los servicios de salud, pasó del 13% en 2016 al 37% en 2022, es decir, que se triplicó esta carencia, especialmente entre las mujeres indígenas y de las zonas rurales.
Las cifras alimentan la paradoja: existen amplias campañas de concientización a favor de los chequeos de salud para la mujer pero al mismo tiempo la cobertura de servicios médicos para todas nosotras se ha ido reduciendo de manera drástica.
Y es que la salud de la mujer abarca una gran variedad de aspectos, desde la prevención y detección temprana de enfermedades graves, como el cáncer de mama, hasta el bienestar mental y emocional, la planificación familiar, el acceso a atención médica de calidad y la igualdad de género en todos los aspectos de la vida.
Por ello, es necesario que se creen políticas de gobierno que atiendan de manera puntual la salud de las mujeres, pues somos un bastión fundamental dentro del funcionamiento de la sociedad.
No podemos limitarnos a enfocarnos únicamente en el cáncer de mama. La salud de la mujer es un concepto más amplio y complejo que requiere una atención continua. Abogaría por un esquema integral de propaganda que concientice a las mujeres sobre todos los retos de salud que tenemos: sexual y reproductiva, planificación familiar, métodos anticonceptivos seguros y efectivos.
Aquí juega un papel muy importante la igualdad para reducir las desigualdades que existen en el acceso a la atención médica, la educación y el empleo, las cuales tienen un impacto negativo en la salud de las mujeres. Es fundamental abogar por la igualdad de género en todas las áreas de la sociedad para garantizar que las mujeres tengan las mismas oportunidades para cuidar de su salud y que eso signifique desarrollo y crecimiento en sus familias.
Asimismo, el bienestar mental y emocional también debe ser una prioridad en la salud de la mujer. Las mujeres a menudo enfrentan una presión significativa debido a los múltiples roles y responsabilidades que enfrentan y es esencial que tengan acceso a recursos de apoyo psicológico y emocional cuando sea necesario.
Con todo esto, es importante fortalecer las campañas para detectar a tiempo el cáncer de mamá, pero también es importante que se fortalezca la atención integral de la salud de las mujeres, pues cuidar la salud de la mujer debe una responsabilidad compartida por la sociedad y el gobierno en su conjunto; sólo así, podemos garantizar un futuro más saludable y equitativo para todas las mujeres y para la sociedad en general.
Presidenta de la comisión de bienestar e inclusión social
