/ lunes 8 de enero de 2024

Pedro y los lobos | Los 32 “servidores de Gilberto”


En la web del Senado de la República, su propia semblanza publicada describe el gris paso por la Cámara Alta. No identifica por nombre ninguna iniciativa concreta que presentó. Sólo dice que “ha colaborado, ha sido promotor y participado en diversas…”. Nada.

A Gilberto Herrera Ruiz, un científico de 59 años exrector de la Universidad Autónoma de Querétaro, la “grilla” nacional le quedó muy grande. No pinta entre los 60 senadores de Morena. No es un referente, no es influyente. Nada “de a muertito” cobrando $120 mil mensuales del dinero de los mexicanos.

El tsunami electoral en que se convirtió AMLO en 2018 le regaló un curul y el pin de senador, que sólo usa en la solapa.

Demasiado limitado para destacar en lo nacional, el doctor Herrera Ruiz se puso sombrero de paja y guayabera y armó una estructura de complicidades, usando a empleados de la Secretaría del Bienestar, del INEA, del Senado y de la UAQ para grillar en Querétaro.

Armó los “Servidores de Gilberto”.

Usó funcionarios públicos para beneficiar sus intereses políticos personales. Y también perdió.

Claro que los pobladores de Maconí, en Cadereyta, necesitan servicios, seguridad, obras y agua, pero es poco digno, que sean acarreados como carne de cañón (amenazados con perder las ayudas mensuales).

Gilberto debe ser un buen científico (desde 2003 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores), pero en la política reprobó. Fracasó en su intento de reelegirse al Senado, y hoy apenas araña la posibilidad de ser considerado como candidato a diputado local por la Sierra. Será un dolor de muelas en el Congreso local.

Documentado por diferentes instancias, esta es la red de funcionarios que usó en beneficio de sus frustradas causas políticas.

Secretaría del Bienestar: Oscar López Galván, Humberto Segura Barrios, Ma. Blanca Flor Benítez, Jorge A. Guerrero Bautista, Gisela de Jesús Sánchez Díaz de León, Juan Carlos Delgado González, Roxana González Martínez, Eric Silva Hernández, Ma. José Martínez Vázquez, Adrián O. Almaraz Varela, Ana Luis Chávez Rubio, Mauricio I. Bermúdez Ojeda, J. Pedro Adrián González, Gilberto Gaxiola Rochín, Leidy Elizabeth González Reyes, Clara Mercedes Limón, Karina Sinecio Guzmán, Luis Felipe Samayoa Morán, Roberto Salvador Almaraz, Diego Armando Coronel Salinas, Verónica García León, Esteban Samaniego Sánchez.

Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA): María Marisol Cruz Sánchez, Alberto Jurado Vidal.

Asesores en Senado: Luis Ramón Olvera Córdoba. Luis Adrián Moreno Mendoza, José Vicente Ortega Vázquez, Víctor Jiménez Bravo, Edgardo Ponce López, Silvia Berenice Luna Cárdenas, José Ma. Manríquez Huerta.

Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ): Jaqueline Escobedo Pérez.


  • X e Instagram: @PedroPabloTR
  • TikTok: @pedropablotejadar



En la web del Senado de la República, su propia semblanza publicada describe el gris paso por la Cámara Alta. No identifica por nombre ninguna iniciativa concreta que presentó. Sólo dice que “ha colaborado, ha sido promotor y participado en diversas…”. Nada.

A Gilberto Herrera Ruiz, un científico de 59 años exrector de la Universidad Autónoma de Querétaro, la “grilla” nacional le quedó muy grande. No pinta entre los 60 senadores de Morena. No es un referente, no es influyente. Nada “de a muertito” cobrando $120 mil mensuales del dinero de los mexicanos.

El tsunami electoral en que se convirtió AMLO en 2018 le regaló un curul y el pin de senador, que sólo usa en la solapa.

Demasiado limitado para destacar en lo nacional, el doctor Herrera Ruiz se puso sombrero de paja y guayabera y armó una estructura de complicidades, usando a empleados de la Secretaría del Bienestar, del INEA, del Senado y de la UAQ para grillar en Querétaro.

Armó los “Servidores de Gilberto”.

Usó funcionarios públicos para beneficiar sus intereses políticos personales. Y también perdió.

Claro que los pobladores de Maconí, en Cadereyta, necesitan servicios, seguridad, obras y agua, pero es poco digno, que sean acarreados como carne de cañón (amenazados con perder las ayudas mensuales).

Gilberto debe ser un buen científico (desde 2003 es miembro del Sistema Nacional de Investigadores), pero en la política reprobó. Fracasó en su intento de reelegirse al Senado, y hoy apenas araña la posibilidad de ser considerado como candidato a diputado local por la Sierra. Será un dolor de muelas en el Congreso local.

Documentado por diferentes instancias, esta es la red de funcionarios que usó en beneficio de sus frustradas causas políticas.

Secretaría del Bienestar: Oscar López Galván, Humberto Segura Barrios, Ma. Blanca Flor Benítez, Jorge A. Guerrero Bautista, Gisela de Jesús Sánchez Díaz de León, Juan Carlos Delgado González, Roxana González Martínez, Eric Silva Hernández, Ma. José Martínez Vázquez, Adrián O. Almaraz Varela, Ana Luis Chávez Rubio, Mauricio I. Bermúdez Ojeda, J. Pedro Adrián González, Gilberto Gaxiola Rochín, Leidy Elizabeth González Reyes, Clara Mercedes Limón, Karina Sinecio Guzmán, Luis Felipe Samayoa Morán, Roberto Salvador Almaraz, Diego Armando Coronel Salinas, Verónica García León, Esteban Samaniego Sánchez.

Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA): María Marisol Cruz Sánchez, Alberto Jurado Vidal.

Asesores en Senado: Luis Ramón Olvera Córdoba. Luis Adrián Moreno Mendoza, José Vicente Ortega Vázquez, Víctor Jiménez Bravo, Edgardo Ponce López, Silvia Berenice Luna Cárdenas, José Ma. Manríquez Huerta.

Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ): Jaqueline Escobedo Pérez.


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