/ jueves 26 de enero de 2023

Sopa de letras | Colapso México


En un planeta rebosante de crisis, la ambiental es la más urgente. Pero, pese a todas las evidencias de cómo nos afecta hoy, se sigue planteando como un problema a largo plazo. No es así, ya está frente a nosotros.

Saber lo que está pasando hoy en México y el resto del planeta es tan fácil como revisar las redes sociales; inundaciones en un sitio y sequías en otro, millones de muertes por falta de alimentos o por contaminación, cientos de millones de personas obligadas a abandonar sus casas, desabasto y pugnas por el agua, y cada año es peor.

Así lo señalan algunos de los periodistas más importantes como Mael Vallejo, Karla, Casillas entre otros, autores del novedoso libro “Colapso México: los culpables y las víctimas de nuestra crisis climática”, editado por Grijalbo, México, 2023.

Estamos en un punto en el que no hay forma de entender los problemas actuales sin esta crisis que hemos creado. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo en agosto de 2021 que estamos en “ un código rojo para la humanidad, las campanas de alarma son ensordecedoras y las pruebas son irrefutables”.

Simplemente no las estamos viendo ni escuchando. La crisis ambiental se cobrará más vidas y golpeará más duramente a México que el Covid 19, simplemente no hemos querido verlo.

Los reportajes de este libro retratan las caras que ya presenta este fenómeno en el país: el horror de los huracanes en Centroamérica y la inundación migratoria que desatan, la confluencia de los vientos del Polo Norte con la minería más salvaje, el vínculo de la llegada.de un tren y la agonía del jaguar; la sangre que derrama la tala clandestina, el agua como vida y muerte de personas y poblados y la relación entre el silencio y las piedras en los pulmones entre otros.

Este libro no es un obituario ni una exhibición fúnebre de nuestra ruina. Es por el contrario, una prueba de que aún en los peores momentos hay gente que intenta cambiar las cosas y que hay poco tiempo para plantarle cara a un sistema político económico que nos dice que modificar el rumbo no es posible, para tomar acciones reales y detener el colapso.



En un planeta rebosante de crisis, la ambiental es la más urgente. Pero, pese a todas las evidencias de cómo nos afecta hoy, se sigue planteando como un problema a largo plazo. No es así, ya está frente a nosotros.

Saber lo que está pasando hoy en México y el resto del planeta es tan fácil como revisar las redes sociales; inundaciones en un sitio y sequías en otro, millones de muertes por falta de alimentos o por contaminación, cientos de millones de personas obligadas a abandonar sus casas, desabasto y pugnas por el agua, y cada año es peor.

Así lo señalan algunos de los periodistas más importantes como Mael Vallejo, Karla, Casillas entre otros, autores del novedoso libro “Colapso México: los culpables y las víctimas de nuestra crisis climática”, editado por Grijalbo, México, 2023.

Estamos en un punto en el que no hay forma de entender los problemas actuales sin esta crisis que hemos creado. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo en agosto de 2021 que estamos en “ un código rojo para la humanidad, las campanas de alarma son ensordecedoras y las pruebas son irrefutables”.

Simplemente no las estamos viendo ni escuchando. La crisis ambiental se cobrará más vidas y golpeará más duramente a México que el Covid 19, simplemente no hemos querido verlo.

Los reportajes de este libro retratan las caras que ya presenta este fenómeno en el país: el horror de los huracanes en Centroamérica y la inundación migratoria que desatan, la confluencia de los vientos del Polo Norte con la minería más salvaje, el vínculo de la llegada.de un tren y la agonía del jaguar; la sangre que derrama la tala clandestina, el agua como vida y muerte de personas y poblados y la relación entre el silencio y las piedras en los pulmones entre otros.

Este libro no es un obituario ni una exhibición fúnebre de nuestra ruina. Es por el contrario, una prueba de que aún en los peores momentos hay gente que intenta cambiar las cosas y que hay poco tiempo para plantarle cara a un sistema político económico que nos dice que modificar el rumbo no es posible, para tomar acciones reales y detener el colapso.