/ martes 2 de abril de 2024

Tejiendo hilos | El mundo se transforma: México ante las elecciones globales de 2024


El año 2024 promete ser un periodo de agitación política global, con más de 100 naciones preparándose para enfrentar un proceso electoral sin precedentes. Este fenómeno no solo sacude los cimientos de la democracia en todo el mundo, sino que también presenta una serie de desafíos y oportunidades para México, una nación cuya población está polarizada, desencantada con la política y anhelante de cambios significativos en un país con un potencial aún sin explotar.

Datos recientes indican que al menos 50 de estos países tienen programadas elecciones presidenciales, lo que resalta la magnitud de este evento electoral y su impacto en cerca de 4,000 millones de personas en todo el globo. Pero, ¿cómo influirá esta marea electoral en México?

México, históricamente influido y dependiente de sus vecinos del norte, se encuentra ante una encrucijada política cuyas dimensiones aún no hemos alcanzado a comprender completamente. Las decisiones tomadas en Washington, Pekín o Bruselas resonarán en las políticas, economía y seguridad del país. Sin embargo, parece que México está desconectado de este escenario mundial, sin ver reflejadas sus preocupaciones y necesidades en los discursos y propuestas de los partidos y candidatos.

El resultado de las elecciones en los Estados Unidos tendrá un impacto directo en la política exterior, comercial, migratoria y de seguridad de México. La posible reelección de Trump, quien ha sido crítico de las políticas y acciones mexicanas en estos ámbitos, plantea incertidumbres y desafíos adicionales para la relación bilateral.

Por otro lado, las elecciones en Europa también revisten gran importancia para México, dado el peso de la Unión Europea como uno de sus principales socios comerciales. No obstante, la creciente retórica proteccionista y nacionalista en Estados Unidos y Europa plantea nuevos desafíos para la cooperación bilateral y la economía mexicana.

A nivel regional, las elecciones en América Latina también son motivo de preocupación para México. La influencia del Foro de Sao Paulo, una coalición de partidos y movimientos de izquierda en la región, podría generar cambios significativos en los procesos electorales y promover agendas políticas contrarias a los intereses del país.

En este contexto, México enfrenta un desafío monumental: cómo defender y promover sus intereses en un mundo cada vez más complejo y volátil. Sin embargo, en lugar de abordar este desafío con determinación y visión, el gobierno mexicano parece estar más preocupado por mantenerse en el poder y perpetuar su propia agenda política.

En resumen, el mundo se encamina hacia un cambio transformador en 2024, y México está en el epicentro de esta tormenta política. Pero en lugar de aprovechar esta oportunidad para reinventarse y fortalecer su posición en el escenario global, México corre el riesgo de quedar atrapado en la inercia de una clase política que parece destinada a repetir los errores del pasado y mantener al país como un jugador secundario en el juego geopolítico mundial.


*Presidente Nacional del Comité de Membresía de Coparmex



El año 2024 promete ser un periodo de agitación política global, con más de 100 naciones preparándose para enfrentar un proceso electoral sin precedentes. Este fenómeno no solo sacude los cimientos de la democracia en todo el mundo, sino que también presenta una serie de desafíos y oportunidades para México, una nación cuya población está polarizada, desencantada con la política y anhelante de cambios significativos en un país con un potencial aún sin explotar.

Datos recientes indican que al menos 50 de estos países tienen programadas elecciones presidenciales, lo que resalta la magnitud de este evento electoral y su impacto en cerca de 4,000 millones de personas en todo el globo. Pero, ¿cómo influirá esta marea electoral en México?

México, históricamente influido y dependiente de sus vecinos del norte, se encuentra ante una encrucijada política cuyas dimensiones aún no hemos alcanzado a comprender completamente. Las decisiones tomadas en Washington, Pekín o Bruselas resonarán en las políticas, economía y seguridad del país. Sin embargo, parece que México está desconectado de este escenario mundial, sin ver reflejadas sus preocupaciones y necesidades en los discursos y propuestas de los partidos y candidatos.

El resultado de las elecciones en los Estados Unidos tendrá un impacto directo en la política exterior, comercial, migratoria y de seguridad de México. La posible reelección de Trump, quien ha sido crítico de las políticas y acciones mexicanas en estos ámbitos, plantea incertidumbres y desafíos adicionales para la relación bilateral.

Por otro lado, las elecciones en Europa también revisten gran importancia para México, dado el peso de la Unión Europea como uno de sus principales socios comerciales. No obstante, la creciente retórica proteccionista y nacionalista en Estados Unidos y Europa plantea nuevos desafíos para la cooperación bilateral y la economía mexicana.

A nivel regional, las elecciones en América Latina también son motivo de preocupación para México. La influencia del Foro de Sao Paulo, una coalición de partidos y movimientos de izquierda en la región, podría generar cambios significativos en los procesos electorales y promover agendas políticas contrarias a los intereses del país.

En este contexto, México enfrenta un desafío monumental: cómo defender y promover sus intereses en un mundo cada vez más complejo y volátil. Sin embargo, en lugar de abordar este desafío con determinación y visión, el gobierno mexicano parece estar más preocupado por mantenerse en el poder y perpetuar su propia agenda política.

En resumen, el mundo se encamina hacia un cambio transformador en 2024, y México está en el epicentro de esta tormenta política. Pero en lugar de aprovechar esta oportunidad para reinventarse y fortalecer su posición en el escenario global, México corre el riesgo de quedar atrapado en la inercia de una clase política que parece destinada a repetir los errores del pasado y mantener al país como un jugador secundario en el juego geopolítico mundial.


*Presidente Nacional del Comité de Membresía de Coparmex