/ miércoles 4 de diciembre de 2019

Valores-Es Educación

Para eliminar la violencia contra la mujer hay que educar con perspectiva de género


La violencia de género es un problema arraigado en la sociedad moderna, su origen es ancestral y hoy se encuentra a nivel global con diferentes matices según la cultura de la que se trate. De acuerdo con la ONU, para el 2018 se estimó que a nivel mundial el 35% de las mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental, el 51% de las víctimas de trata de personas en el mundo son mujeres adultas, el 75% de las víctimas infantiles de trata de personas son niñas, 650 millones de mujeres y niñas se casaron antes de cumplir los 18 años, la mayoría de manera forzada y 9 millones de jóvenes fueron violadas solo en el 2017.

En México las cifras son desoladoras. Cada dos horas y media en promedio, una mujer es asesinada (entre 9 y 10 mujeres cada día), el 70% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia, 41% de las mujeres mexicanas ha sido víctima de violencia sexual en alguna etapa de su vida, 15 de cada 100 mujeres mexicanas de entre 20 y 24 años fueron madres siendo menores de edad, 15% de las mujeres de 15 años y más que han pedido trabajo les fue requerido un certificado de ingravidez o las despidieron por embarazarse. Querétaro se encuentra entre los estados con mayores índices de violencia. De acuerdo con el INEGI, el 71% de las mujeres de 15 años o más ha sufrido agresiones, cifra superior a la media nacional. Menos del 40% de las mujeres que sufren violencia buscan algún tipo de ayuda, cifra que disminuye aún más si el agresor es la pareja sentimental.

De acuerdo al Programa Nacional para la Igualdad y no Discriminación contra las Mujeres, entre 2013 y 2018, 4.4 millones de jóvenes no estudiaban ni trabajaban en México, 76.7% mujeres. La mujer sigue siendo la responsable única del cuidado del bienestar familiar por lo que su trabajo no es reconocido ni remunerado. Actualmente más del 50% de los estudiantes universitarios son mujeres, sin embargo, la proporción de mujeres que optan por estudios universitarios y acceden a ellos es menor que la de hombres. Es decir, ingresa un porcentaje mayor de aspirantes hombres que aspirantes mujeres aunque, al final, los valores nominales son muy cercanos.

Conforme incrementa el grado académico, el porcentaje de mujeres disminuye, motivado por mucho por las responsabilidades familiares y necesidades económicas. De acuerdo con la encuesta de ANUIES 2016-2017, el 47.4% de la matrícula de estudiantes de posgrado eran mujeres, de las cuales egresaron 45.4%. A pesar de que 50% de los egresados de doctorado son mujeres, no se refleja en las titularidades de investigación. Las investigadoras en el Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT en el nivel II representan 33 % y en el nivel III apenas 24.7% del total.

La violencia de género está normalizada, visibilizarla es indispensable para erradicarla. Es necesario equilibrar el trabajo doméstico y cuidado de la familia. Es indispensable educar con perspectiva de género, lo que significa eliminar los estereotipos que obstaculizan el alcance de igualdad y equidad. Empoderar más a las niñas y sensibilizar más a los niños para permitirles alcanzar sus potenciales al máximo, sin prejuicios. En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, apostemos a la educación.

Para eliminar la violencia contra la mujer hay que educar con perspectiva de género


La violencia de género es un problema arraigado en la sociedad moderna, su origen es ancestral y hoy se encuentra a nivel global con diferentes matices según la cultura de la que se trate. De acuerdo con la ONU, para el 2018 se estimó que a nivel mundial el 35% de las mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental, el 51% de las víctimas de trata de personas en el mundo son mujeres adultas, el 75% de las víctimas infantiles de trata de personas son niñas, 650 millones de mujeres y niñas se casaron antes de cumplir los 18 años, la mayoría de manera forzada y 9 millones de jóvenes fueron violadas solo en el 2017.

En México las cifras son desoladoras. Cada dos horas y media en promedio, una mujer es asesinada (entre 9 y 10 mujeres cada día), el 70% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia, 41% de las mujeres mexicanas ha sido víctima de violencia sexual en alguna etapa de su vida, 15 de cada 100 mujeres mexicanas de entre 20 y 24 años fueron madres siendo menores de edad, 15% de las mujeres de 15 años y más que han pedido trabajo les fue requerido un certificado de ingravidez o las despidieron por embarazarse. Querétaro se encuentra entre los estados con mayores índices de violencia. De acuerdo con el INEGI, el 71% de las mujeres de 15 años o más ha sufrido agresiones, cifra superior a la media nacional. Menos del 40% de las mujeres que sufren violencia buscan algún tipo de ayuda, cifra que disminuye aún más si el agresor es la pareja sentimental.

De acuerdo al Programa Nacional para la Igualdad y no Discriminación contra las Mujeres, entre 2013 y 2018, 4.4 millones de jóvenes no estudiaban ni trabajaban en México, 76.7% mujeres. La mujer sigue siendo la responsable única del cuidado del bienestar familiar por lo que su trabajo no es reconocido ni remunerado. Actualmente más del 50% de los estudiantes universitarios son mujeres, sin embargo, la proporción de mujeres que optan por estudios universitarios y acceden a ellos es menor que la de hombres. Es decir, ingresa un porcentaje mayor de aspirantes hombres que aspirantes mujeres aunque, al final, los valores nominales son muy cercanos.

Conforme incrementa el grado académico, el porcentaje de mujeres disminuye, motivado por mucho por las responsabilidades familiares y necesidades económicas. De acuerdo con la encuesta de ANUIES 2016-2017, el 47.4% de la matrícula de estudiantes de posgrado eran mujeres, de las cuales egresaron 45.4%. A pesar de que 50% de los egresados de doctorado son mujeres, no se refleja en las titularidades de investigación. Las investigadoras en el Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT en el nivel II representan 33 % y en el nivel III apenas 24.7% del total.

La violencia de género está normalizada, visibilizarla es indispensable para erradicarla. Es necesario equilibrar el trabajo doméstico y cuidado de la familia. Es indispensable educar con perspectiva de género, lo que significa eliminar los estereotipos que obstaculizan el alcance de igualdad y equidad. Empoderar más a las niñas y sensibilizar más a los niños para permitirles alcanzar sus potenciales al máximo, sin prejuicios. En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, apostemos a la educación.

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