Hoy terminan las campañas. Sí, aunque usted no lo crea después de muchos meses por no decir años por fin concluye el proceso electoral. Tendremos ahora el denominado “periodo de reflexión” para que usted yo y 100 millones de lectores pensemos de aquí al sábado por quienes vamos a votar.
Pareciera que fue hace muchos años cuando hablábamos de las internas de cada uno de los partidos políticos hablábamos de las corcholatas de los presidenciables de la alianza del asilo ciudadanos que querían también decidir en la alianza conformada por el PRI el PAN y el PRD quien debería de ser el abanderado o abanderada. Por un momento se pensó en un gran rompimiento en el partido político Morena cuando Marcelo Ebrard no reconoció los resultados de las encuestas de su propio partido, sin embargo, al final le levantó la mano a Claudia y Morena continuó en unidad.
Del lado del frente opositor, se realizaron foros consultas encuestas en dónde se fueron descartando perfiles como Enrique De La Madrid Alejandro Murat, quien por cierto está ya en MORENA, Santiago Creel y claro quién llegará a la final: Beatriz Paredes.
Xóchitl Galvez fue la elegida por ciudadanos y partidos opositores al régimen.
Y con ello inició una larga campaña, porque a pesar de qué en términos de la ley electoral las campañas deberían de tener una duración de 90 días, mismos que concluyen hoy mismo, en la realidad es que duraron prácticamente un año. Entre las internas de los partidos, selección de candidatos, procesos internos, debates, foros, entrevistas y ya luego lo que marca el calendario electoral oficial, se nos fue un año completo en el proceso.
Hoy terminarán millones de spots en radio y televisión y daremos paso a la votación más grande de la historia de nuestro país.
Más de cien millones tendremos oportunidad de votar el domingo, lamentablemente en promedio, cuatro de cada 10 no lo hará. Y cuando pensamos en jóvenes, históricamente esta cantidad aumenta a casi seis de cada 10.
Más allá del hartazgo que justificadamente se pueda tener por los partidos y sus candidatos, al final del día en un estado democrático, alguien llegará, alguien gobernará y esa decisión al no votar la estamos dejando en manos de alguien más.
Por eso, estimadas lectoras y lectores, es muy importante acudir este domingo a votar, en familia, con libertad. Enseñarles a nuestros hijos cómo hacerlo y buscar que esta conducta de responsabilidad ciudadana se replique para las siguientes generaciones.
Apostemos pues, a que este próximo 2 de junio podamos tener la participación más grande de la historia, llenar las urnas de votos y así, legitimar a quien resulte ganadora de esta contienda.
Y el 3 de junio, a respetar los resultados electorales que la mayoría decidió
