Con un minuto de motores, los integrantes del Motoclub queretano“Kohuames” reconoció la trayectoria de Carlos VillaseñorYunes, integrante recién fallecido, y al mismo tiempo celebró suintegración al muro de la hermandad instalado en el bar Black Dog,ubicado al sur de la ciudad capital.
En entrevista para Diario de Querétaro, Raúl Arias Alquicira,presidente de Kohuames, destacó que esta organización con 20años de trayectoria tiene en el altruismo un pasatiempoequiparable al de montar en motocicletas.
“La identidad de nosotros, es netamente con la líneaaltruista, siempre hemos buscado apoyar diferentes sectores, porejemplo, desde hace muchos años apoyamos una casa hogar depersonas de la tercera edad. Tenemos también apoyos a otra casaque ayuda a jovencitas en situación de vulnerabilidad y fuera deeso también buscamos entregar juguetes, cobijas, comida a lossectores que vamos detectando que lo necesitan, no nos cerramos aningún sector”, destacó Arias Alquicira.
Reconoció que es común que estos aspectos no sean reconocidospor la sociedad en general, sin embargo, llamó a generar un mismointerés por el bien de los grupos vulnerables y romper barreras deprejuicios.
Héctor Carreón, dueño del sitio biker, quien dejó “Cristalde Acero” por el negocio familiar, llamó a los más de cienmotoclubes queretanos a sumarse al muro de la hermandad, con elobjetivo de cerrar filas entre el gremio y conformar unaagrupación universal a favor del motociclismo, del rock n’ rolly de los queretanos.