Con la llegada de la Navidad muchos de nosotros cantamos a todo pulmón las grandes canciones y villancicos de temporada, pues representan un momento de alegría para disfrutar en compañía de familiares y amigos.
Sin embargo, algunas de estas piezas surgieron de momentos tristes para los autores, otras se entonaron en pleno campo de batalla durante la guerra y otras tantas nos remiten a un mundo de fantasía al que solo podemos acceder a través de clásicos juguetes de madera.
Por eso, te contamos las historias de algunas de las canciones navideñas más famosas del mundo.
Santa Claus is Coming to town (Santa Claus llegó a la ciudad)
Esta es una de las canciones más conocidas en todo el mundo, es un tema que chicos y grandes cantan con felicidad, sin embargo, la historia de cómo fue creada es más bien triste y deprimente.
El tema fue escrito por James “Haven” Gillespie, un compositor que enfrentaba una seria crisis económica pues solo vivía de sus composiciones. El reto más grande de su carrera llegó en 1933 cuando recibió la terrible noticia de la muerte de su hermano Irwin. Ese mismo día James había rechazado la oferta de componer un tema navideño, pues la pena de perder a su hermano fue tan grande que no tenía ánimos para crear una nueva canción, por mucho que necesitara el dinero.
Saliendo del funeral de su hermano, y cuando regresaba a casa en un viaje de tren de solo 15 minutos, en ese pequeño lapso de tiempo James comenzó a recordar los bellos momentos vividos con su hermano Irwin durante Navidad, y conmovido por los recuerdos, compuso la canción que actualmente conocemos como Santa Claus llegó a la ciudad.
Después de que el improvisado tema escrito sobre una simple hoja de papel fuera completado por el músico J. Fred Coots, fue estrenada en vísperas de la Gran Depresión de Estados Unidos convirtiéndose en un éxito de la noche a la mañana.
Adeste Fideles (Venid fieles)
Algunos conocen este tema navideño como La canción de la Paz, por un conmovedor hecho histórico ocurrido durante la I Guerra Mundial. Fue en 1914 cuando en plena Nochebuena, el 24 de diciembre, los soldados alemanes y británicos firmaron la llamada “Tregua de Navidad” en la que ambos bandos entonaron Adeste Fideles al unísono.
Aquella noche, además de cantar este y otros villancicos, los soldados también abandonaron sus trincheras para estrecharse las manos y desearse una feliz Navidad, de esta forma convivieron y compartieron sus recuerdos, e incluso algunos celebraron actos religiosos.
Este hecho histórico ha sido representado en la película francesa 'Joyeux Noël' ('Feliz Navidad'), nominada al Oscar en 2005 como mejor película extranjera.
Aunque hay muchas dudas sobre la autoría, algunos atribuyen la creación de Adeste Fideles a John Francis Wade quien, se dice, compuso letra y música en 1743 de este emblemático tema que habla sobre la visita de los pastores al niño recién nacido en Belén.
Sitille Nacht (Noche de Paz)
Compuesta por el músico autriaco Franz Xaver Gruber y esccrita por el sacerdote Joseph Mohr, tal vez esta sea la canción navideña más conocida en el mundo pues se ha traducido a cerca de 300 idiomas; razón por la que en 2011 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Se dice que esta canción cuyo nombre es Stille Nacht, aunque en México se traduce como Noche de Paz, también fue cantada por los soldados durante la “Tregua de Navidad” en la I Guerra Mundial.
Fue interpretada por primera vez el 24 de diciembre de 1818 por ambos autores en una pequeña iglesia en Austria.
Para Tina Breckwoldt, autora del libro Ein Lied mit Geschichte (Una canción con historia), el poema tocó fibras sensibles entre la población, pues más que esperar la llegada de la Navidad, todos ansiaban la paz y el cese de la guerra.
El Cascanueces
Con la llegada de la Navidad las pequeñas figuras de cascanueces comienzan a aparecer por todas partes, y es que este simpático personaje tiene una fuerte presencia durante las fiestas navideñas.
La conocida historia tiene su origen en el cuento popular alemán El Cascanueces y el rey de los ratones de 1816 del escritor Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. Sin embargo, este cuento se convirtió en música gracias a El Cascanueces del compositor Tchaikovsky quien hizo de esta adaptación a la música un clásico navideño.
En este también conocido ballet se cuenta la historia de un príncipe que se iba a casar con una princesa, pero fue embrujado por una ratona y convertido en un juguete de madera. Su nombre “Cascanueces” se relaciona con su habilidad de romper nueces con los dientes. Por lo que una vez transformado en un juguete, es obsequiado a una pequeña niña en Navidad, quien en su imaginación, viaja con él a un mundo de fantasía.
