..."¿Qué puedo entre los poetas uniformados / por la academia o por el comunismo? /
¿Qué, entre vendedores o políticos / o pastores de almas? [...] si no soy santo, ni héroe, ni bandido, / ni adorador del arte, / ni boticario, / ni rebelde / ¿Qué puedo hacer si puedo hacerlo todo / y no tengo ganas sino de mirar y mirar? (Fragmento Tarumba. J. Sabines).
Entre ruinas y escombros
Con la aplicación de las Leyes de Reforma en la ciudad de Querétaro, se originaron una serie de cambios y nuevas formas de vida. En 1863 con el “Decreto de extinción de las comunidades religiosas” y la consecuente desocupación de los inmuebles; treinta religiosas dejaron el Real Convento de Santa Clara y con ello quedó atrás una época ligada al virreinato. Un año después el ejército invasor, bajo la bandera francesa, se instaló en el monasterio. En 1867 con la Restauración de la República fue lotificado el espacio conventual por lo que estuvo en subasta pública; desde su arquitectura se vio trastocada al ser derrumbados los muros del perímetro monacal, las capillas interiores y celdas.
Jardín de Santa Clara
El atrio quedó en ruinas -como otros espacios-, la sanidad pública fue una prioridad después del Sitio de 1867, a las que también sumaron la activación del comercio, la industria, el abasto y la regeneración del espacio urbano. Finalmente entre 1877 y 1879 se acordó construir un jardín. Celestino Díaz en su Guía de Viajero..., nos describe la calle y la rosaleda en 1882: "1a Calle de Santa Clara formada su acera derecha con la iglesia y muros del antiguo convento del mismo nombre, uno de los más espaciosos de la república y en cuyo lote han comenzado a edificar los actuales dueños; frente a la iglesia se ha levantado un pequeño jardín y colocado en él asientos de hierro, mejora que debe la ciudad a los vecinos de dicha calle; el señor Francisco González de Cosío regaló las bancas y el Sr. José González la farola que está en el centro". Fueron sembradas en las jardineras flores de distintas especies y laureles de la India.
Calle del comercio
Nuestro guía viajero nos refiere algunos de los comercios que se encontraban en la Primera Calle de Santa Clara (hoy Francisco I. Madero, entre Allende y Guerrero). "En la acera izquierda está la tlapalería e imprenta del Sr. José González; una peluquería; el mesón de la Luz; el hotel, mesón y restaurante del Águila Roja, propiedad del Sr. Manuel Alvear, establecimiento que se recomienda por el esmerado aseo de sus habitaciones altas, el buen servicio del restaurante situado en los altos y caballerosidad del propietario, en los bajos; una talabartería y otros establecimientos".
Un bandido legendario: "Chucho el Roto"
Una serie de robos en los comercios y joyerías situadas frente al jardín de Santa Clara ocupaban las pláticas de los queretanos, en la década de 1880, el 14 de septiembre de 1883 se daba cuenta de la noticia en el Periódico Oficial La Sombra de Arteaga: «”Robo. El honrado comerciante y tipógrafo D. José González ha sido víctima de un punible abuso de confianza, la noche del sábado pasado le fueron extraídos de su casa billetes de banco, alhajas y dinero en efectivo, por valor de más de cinco mil pesos”». El 25 de mayo de 1884 se publicó otro suceso similar: "Robo. La negociación mercantil de los Sres. Alday y Hermano, fue robada durante las altas horas de la noche del día 23. La policía encontró ya varios de los objetos robados en la casa que habitaba Jesús Arriaga Chucho el Roto" (sic).
Nuevas apropiaciones
En nuestros días el tramo que hemos reseñado, durante la Cuaresma se ha transformado en un mercadillo donde se encuentran juguetes y dulces artesanales como los típicos rellenos de chilacayote y arroz con leche además de otras frituras. Para las fiestas de “Todos los Santos” y Día de Muertos sobresalen las calaveras de chocolate y azúcar, brujas, golosinas diversas y comida chatarra. Hay un festín en el que conviven las brujas con esqueletos, máscaras de látex, cartón y otros materiales desde las más sencillas y otras más un tanto sofisticadas. Y por si esto pareciera poco, se advierte “una gala” de disfraces de la parafernalia contemporánea en los que se distinguen muertos vivientes, zombis, vampiros, personajes como Freddy Krueger; Chucky y hasta son incluidos ex mandatarios nacionales y personajes mediáticos. Por esa calle pasaron durante décadas los desfiles cívicos como la Cabalgata Navideña y los Carros Bíblicos. En ocasiones en el jardín se coloca un altar por donde posa la procesión del Corpus.
Testigos de piedra
Quedan con vista al jardín de Santa Clara / Francisco I. Madero, como testigo de la etapa de esplendor las portadas de cantera de dos cuerpos; con sus arcos de medio punto. En una de ellas se lee. SACROSANTA LATERANENSIS ECCLESIA. En el segundo cuerpo, arriba de los ventanales los escudos de la ciudad y de Diego de Tapia, (labrados por el maestro Galván en la década de los sesenta del siglo XX). Toda vez que los originales fueron destruidos después de la independencia. Rematan las fachadas –vistas de frente–, a la izquierda la imagen de bulto de San Francisco y a la derecha la de Santa Clara. Otra portada pequeña por donde se encontraba la portería una cartela da testimonio de la fecha de su conclusión 1699.
Próxima entrega
En el muro externo del convento fue instalada una alcantarilla y fuente pública, –bendecida en 1738–, transformada a principios del siglo XIX. Más tarde fue ubicada entre 1909 y 1910 la fuente de Neptuno. Pero esa historia la contaremos en el próximo fascículo.
Desde Anbanica - Teocalhueyacan. Agosto de MMXIX.
