El actor y director teatral, Manuel Naredo, haciendo dúo con su hijo, Rodrigo Naredo, llevó a escena algunos fragmentos de la novela clásica Don Quijote de la Mancha, en el Museo de la Ciudad.
Las puertas del foro se abrieron en punto de las 20:30 horas y mientras el público iba tomando sus lugares se escuchaba de fondo indistintas piezas clásicas. Una señora que formaba parte de un grupo de personas decidió sacar de su bolsa un colorido abanico para aminorar el calor que se respiraba en el recinto, y mientras eso sucedía, inesperadamente apareció entre la gente una persona que se distinguía por una barba y bigotes propios a los de un vagabundo.
Se trataba del personaje Alonso Quijano, o mejor dicho, Don Quijote de la Mancha, quien subió a un improvisado templete para declamar a los cuatro vientos hermosos versos dedicados a su Dulcinea Del Toboso. Sorprendió la capacidad de Manuel al pronunciar fielmente algunos fragmentos que componen la novela. Desde el fondo apareció Sancho Panza, interpretado por Rodrigo Naredo, cuya actuación es digna de mencionar aparte.
La obra transcurrió entre algunos pasajes de la novela mostrando en todo momento el carácter jocoso e irónico que el mismo autor, Miguel de Cervantes Saavedra, se había planteado; también, apareció la temática de la pérdida del juicio como una de las consecuencias del exceso de la lectura de las historias de caballerías. Se puede decir que la obra fue una fusión con los elementos propios de la época hasta la crítica de las situaciones actuales como la inmediatez y el uso desenfrenado de la tecnología.
El Sancho Panza interpretado por Rodrigo Naredo resulta necesario para que la obra discurra de manera correcta, pues en él, en su capacidad actoral, se mostraron varios momentos cómicos provocando la risa de todos los asistentes. La cohesión y la organización estructural de la obra cumplió las expectativas, incluso la escenografía fungió como un elemento notorio al adornar con pacas de periódicos, un retrete de baño acomodado justo a un lado del piano, un par de escobas haciendo el papel del burro de Sancho y de Rocinante para Don Quijote.
La obra, que duró aproximadamente 60 minutos, fue despedida con una sesión de aplausos que se prolongó por casi un minuto.
“Esta obra fue adaptada por Leonardo Kosta en los ochentas. Recorrimos muchos escenarios a los largo del país y la hemos presentado en diferentes momentos. ¿Por qué? Porque son textos y personajes que siguen dando lecciones de vida. A veces los tiempos que corres resultan acelerados y nos impiden reflexionar sobre muchas cosas y este tipo de espectáculos nos ayuda a recuperar lo verdaderamente importante de la vida”, dijo Manuel Naredo en entrevista.
Al actor, también declaró que después de varios años ocupando cargos administrativos en instituciones culturales, se alejó del teatro y regresar ahora a lo que más ama, para él fue una gran satisfacción.
“Antes que cualquier otra cosa amo el escenario. He hecho teatro durante muchos años de mi vida y siempre regresaré a él cuando haya oportunidad; mientras tenga salud y la fuerza, lo seguiré haciendo”, aseveró.
Respecto a sus próximos proyectos, específicamente con su compañía Cien Teatro, Naredo expresó que hay proyectos en puerta y que seguirá haciendo esto, lo que más le gusta por varios años más.
“Estamos por remontar una adaptación de La venganza de Mendo de Pedro Muñoz Seca. Me encargué de hacer la adaptación para seis actores y actrices y la vamos a presentar en un espacio que no ha tenido foro que es el Mesón de la Merced, esto es a partir de mayo. También, estoy invitado a una puesta en escena con una compañía distinta, entonces, por lo menos hay dos o tres proyectos en puerta”, asintió.
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Emotivas y llenas de agradecimiento fueron sus palabras al cuestionarles sobre su experiencia de trabajar a lado de su hijo Rodrigo Naredo: “¡Es maravilloso, imagínate! Es inenarrable, es la posibilidad de compartir estas sensaciones tan hermosas que se viven en un escenario con tu hijo, poder compartirlas juntos es maravilloso, es de las cosas más hermosas que me han sucedido en la vida”.
Después de una breve temporada en el Museo de la Ciudad, Quijote se presentará este 1 de abril a las 20:30 horas y 2 de abril a las 19:00. El costo del boleto es de 100 pesos.
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