Teresa Rábago y Federico García Lorca

Tinta para un Atabal

Adrián Palomo | Colaborador Diario de Querétaro

  · jueves 29 de abril de 2021

Foto: Cortesía | Marcela Dovalí

De compas, de creador a creador sin pretensiones, nos necesitamos.

Tere Rábago

Conocer a Teresa Rábago es un flechazo certero afilado y directo al ser y al corazón que te abre en dos, es como si pudiera ver a través de uno y descifrarte en un dos por tres. Tiene la capacidad de leerte desde otro lado, desde otra dimensión que nos está instruyendo a vislumbrar.

Eso es justamente lo que hace con sus personajes, porque ella es una ACTRIZ. Lo pongo en mayúsculas no porque tenga 50 años de carrera profesional o haya pertenecido durante 10 años al elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro; lo pongo en mayúsculas porque tengo la fortuna de poder trabajar con ella y ser su compa.

Nos conocimos en 2016 cuando vino a Querétaro para ver nuestro trabajo de La conspiración vendida de Jorge Ibargüengoitia. Desde entonces se enamoró del imparable trabajo de Atabal y de Ana Bertha Cruces; ellas no estaban en contacto pero ya se conocían cuando Tere daba talleres en la Casa del Teatro.

A partir del reencuentro, Tere ha formado parte de Atabal; ha asistido a cada temporada de estreno; ha impartido para nosotros el taller La Reflexión del Actor, ese primer acercamiento a otros mundos de la ficción a partir de la condición humana en busca de lo que ella llama “un minuto de verdad escénica”.

En otra ocasión, durante una corta temporada que estuvo en Querétaro, trabajamos el “yo actor”, el “yo actriz”, a partir de una selección de escenas de la obra Bodas de sangre de Federico García Lorca. Trabajando con cinco parejas, nos adentró en el análisis del texto, basándonos en la relación y la intimidad de la escena, la cercanía con el otro, para que después cada pareja lo expresara cara a cara. Culminamos con un ejercicio, casi un performance, que nos conjugaba en un espacio relativamente pequeño para que una pareja tras otra dijera los textos.

Una intensa experiencia que contaba la historia de los personajes a través de la voz de 10 individuos –a ojos cerrados y oídos bien abiertos–, logrando con la suma de todos una progresión comunal, un impulso escalonado.

Foto: cortesía | Regina Bejar

Después de dos años de ese ejercicio, el grupo Atabal logró salir beneficiado en el Programa de Fomento y Coinversiones Culturales del Fonca, para producir la misma obra de Lorca y posteriormente, ejecutar una gira por los municipios y comunidades del estado de Querétaro. Gracias a este proyecto denominado “Territorios Hechos Teatro” es que Tere Rábago regresa a trabajar con nosotros, para dar continuidad a su trabajo previo del ser actor y actriz, ahora a partir del análisis de la poesía de Lorca y la visión de la directora Angélica Rogel.

Este proyecto lejos de verse afectado en términos artísticos por el semáforo epidemiológico, pudo contar con pausas esporádicas que nos permitieron avanzar en términos de análisis del personaje, ya fuera en sesiones presenciales o virtuales, obteniendo un beneficio para todos los intérpretes.

Cuando he tenido la oportunidad de observar la escena desde afuera, es decir, ver a mis compañeros hacer su trabajo y la parte que a cada uno de los integrantes le corresponde dentro del mecanismo teatral, me resulta inspirador; los efectos de la influencia de Tere, en términos de la escena, llenan de orgullo y de vida porque es evidente el gran avance desde lo individual que se ve potenciado con la relación y la interacción con el otro, hacia la fuerza de la colectividad.

Esta experiencia, querido lector, la puedes vivir con nuestra más reciénte producción: Bodas de Sangre que se estrenó el 22 de abril en el estacionamiento al aire libre del Centro Nacional de Danza Contemporánea, cuya temporada, a la cual estás cordialmente invitado, se extiende a todos los viernes, sábados y domingos de mayo. Una vez concretada esta etapa, tenderemos una red por los municipios de Querétaro para llevar el teatro fuera del centro y acercarnos a las comunidades más alejadas del estado.

Este trabajo fue posible gracias a que Lorca ha sido un referente y ha marcado una pauta en la vida de Atabal y de Tere Rábago. Es a través, de este gran poeta y dramaturgo que Tere ha construido un sistema de perfeccionamiento actoral.

Su pasión, desbordándose por la pasión de la poesía lorquiana, es el propulsor con el que, quirúrgicamente, Tere aborda su dramaturgia para desentrañar a los personajes, escudriñar en sus pensamientos y develar lo que no dicen. Lee y escucha a Lorca como si la estuviera asesorando desde otra dimensión.

Pero su proceso de actriz va más allá de Lorca, cada personaje está inmerso en las dimensiones que ofrece cada autor en su texto, en la narrativa dramática. Cuando me pidió ayuda para darle réplica de textos en una grabación para el casting de una nueva serie quedé totalmente asombrado cuando me explicó lo que iba a hacer:

- He visto a las malas de las series y hacen esto…

Se pasó la mano sobre la cara, de arriba hacia abajo, como si borrara un lienzo; primero me mostró por unos segundos una máscara de rostro duro, de quién conoce la mala vida, una villana capaz de cualquier cosa. Inmediatamente de esto, dijo:

- Pero yo quiero esto…

Se pasó la mano por enfrente de la cara, de abajo hacia arriba para cambiar el lienzo. Su expresión era completamente diferente, se había deshecho de la máscara, no había una impostura en su rostro, sin embargo, no era Tere, el secreto estaba en sus ojos a través de los cuales fue revelando toda su “maldad” en la profundidad de su mirar. El todo a partir de la mirada que se traduce en palabra, acción y un cuerpo orgánico. Realmente me quedé sin habla ante aquel ser, había una historia que está por ser contada ya que, a sus 70 años, Tere se ganó un personaje importante en una serie que próximamente entrará en producción. Genuinamente, una actriz que no tiene límites.

Foto: Cortesía | Ludovico Osorio

Nuestro trabajo ha trascendido gracias al golpe de pasión y entrega de Tere que te conduce y comparte, sin ella difícilmente la dramaturgia hubiera atravesado la pantalla durante las sesiones virtuales.

Este mismo hecho pude constatarlo desde otro ángulo, ya que también tuve la oportunidad de tomar, a manera de oyente, su taller Análisis de Texto en la Dramaturgia de Federico García Lorca. Recuperación de la Palabra desde su Sentido Lúdico, Pasional y Poético. El nombre lo dice todo y sintetiza mi experiencia. Cada sesión tenía una atmósfera inspiradora, una master class en proceso. Pero ella prefiere romper el molde y retomar su condición de tallerista .

El siguiente paso por su travesía en la formación, que está proyectado para la primera semana de octubre, es un retiro en unas cabañas en Tlaxcala, un espacio de desconexión, íntimo y al aire libre que permita conjugar el teatro y la espiritualidad. Una conexión entre ser humano e intérprete. Un bloque generacional, con la finalidad de poder abarcar una visión a través del tiempo sobre lo que es, ha sido y será el teatro.

Cada plática con Tere, es una profunda reflexión sobre algo que nos importa y que nos afecta, ya sea del teatro o de la vida misma. Es un ser que envuelve en su pasión por el teatro y la actuación, es una fuerza que te sacude, te sube y vuelve a dejar con los pies bien plantados en la condición que cada actriz y cada actor tiene según sus capacidades y limitaciones. Y así como un personaje evoluciona en una obra, yo puedo sentir lo mismo de mi trabajo como actor, al menos es lo que estoy aprendiendo gracias a Teresa Rábago.