La empresa YOX acarrea con múltiples problemas económicos y administrativos por lo que los Libertadores de Querétaro podrían desaparecer o ser vendidos debido a este problema que tiene a cientos de trabajadores con adeudos.
El dueño de YOX, Carlos Lazo, que también tiene a los equipos Generales de Durango de beisbol, Rojos de la Ciudad de México de futbol americano, Chihuahua F.C. de futbol y recientemente se hizo del Betis de España Baloncesto, tendría problemas para sostener estos proyectos si es que su empresa se declara en banca rota.
Circula un documento que emitió la misma empresa en la que cancelaron muchos contratos con inversionistas durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, en el que indica: “A todos nuestros clientes quiero pedirles mi más sinceras disculpas debido al cuello administrativo que tuvimos esta semana pasada, ya que el 0.79% de operaciones diarias no pudieron ser ejecutadas (…) por los momentos he decidido desde octubre, noviembre y diciembre estar cerrando contratos definitivos de clientes (más de mil contratos cancelados) los cuales no podrán volver a ser abiertos. Este proceso será algo fijo durante todos los meses”, firmó Carlos Lazo, dueño de esta empresa y de los equipos deportivos.
Según fuentes cercanas las oficinas de Libertadores están en total abandono, con equipos de computación, papeleo y lo necesario para operar al equipo de basquetbol, sin que ningún trabajador se haya hecho presente desde que terminó la temporada pasada en diciembre.
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Hasta ahora no ha habido un pronunciamiento de parte de la directiva de Libertadores de Querétaro encabezada por Edgar Báez, ni de parte de Carlos Lazo, quienes recientemente adquirieron al equipo de baloncesto del Teal Betis de España, un proyecto internacional que pinta muy bien.
Los Libertadores de Querétaro acabaron la temporada como finalistas de Zona y líderes del torneo regular haciendo la mejor actuación en toda su historia, y justo esta empresa llegó hace dos años con el fin de llevar al equipo queretano a los primeros planos.
