La nueva película de Netflix Blonde, en la que se cuenta la vida de Norman Jean Mortenson, mejor conocida en el mundo como Marilyn Monroe, ha despertado sentimientos encontrados entre la audiencia, pues mientras algunos celebran la belleza cinematográfica con la que fue realizada y resaltan la actuación de Ana de Armas interpretando a la rubia más famosa del mundo, otros consideran que el filme tiene una fuerte carga de misoginia por la forma en la que se presenta a la actriz y cantante.
Los críticos que se vuelcan contra el filme, refieren que toda la película se centra en sexualizar la imagen de Marilyn, mostrando desnudos que muchos consideran innecesarios y fuertes escenas de violaciones, mostrando a la actriz como una mujer débil, sin talento, poco inteligente y con serios problemas mentales, dejando de lado su capacidad artística como actriz y cantante.
Una de las críticas más contundentes hacia la película dirigida por Andrew Dominik y basada en la novela homónima de Joyce Carol Oates, es la crítica de cine de The New York Times, Manhola Dargis, quien describió el filme como “entretenimiento necrofílico.
“Teniendo en cuenta todas las humillaciones y horrores que sufrió Marilyn Monroe durante sus 36 años de vida, tragedias familiares, ausencia paterna, abuso materno, orfanatos y casas de acogida, episodios de pobreza, papeles indignos en películas, insultos sobre su inteligencia, luchas contra la enfermedad mental, problemas con el abuso de sustancias, agresiones sexuales y la atención de fanáticos insaciables, es un alivio que encima no haya tenido que sufrir las vulgaridades de Blonde, el último entretenimiento necrofílico hecho para explotarla", escribió.
Ciertamente la película no refleja al 100% la vida de Monroe, sino que está basada en la novela de Joyce Carol Oates en la que ficciona e imagina varios aspectos de la vida Marilyn. Entre los hechos que si ocurrieron se incluyen la infancia llena de violencia y abusos de parte de su madre, su paso por varias casas hogar, sus matrimonios, sus divorcios y también sus abortos, que es uno de los temas más controversiales en el filme, pues muchos consideran que lleva un mensaje “antiaborto”.
Una de las escenas que más se ha criticado en redes sociales es aquella en la que Marilyn habla con su bebé -que aún no nace- y el feto le reprocha haber abortado anteriormente. “¿Esta vez no me harás daño, mami?”, le pregunta.
"En los tiempos del #MeToo podrían haber aprovechado para contarnos la historia de una superviviente que soportó el machismo y los abusos de la industria, se enfrentó a la todopoderosa 20th Century Fox y montó su propia productora", escribió una internauta.
“Nunca había visto una película que trate peor a una mujer como Blonde con Marilyn, como estúpida, emocional, incapaz, desequilibrada, sexualizada, frágil y sin talento. Debería darle verguenza a Netflix que es `feminista´ por sacar todo lo degenerado olvidándola como artista”.
¿Tenía un IQ más alto que el de Albert Einstein?
La película también ha generado otro tipo de reacciones y comentarios sobre la vida y personalidad de Marilyn, algunos han recordado aquel mito sobre el IQ de Marilyn Monroe, pues se dice que incluso era más alto que el de Albert Einstein. Al respecto una vieja anécdota ha salido nuevamente a la luz.
“Cuando Marilyn Monroe tuvo la oportunidad de conocer a Albert Einstein, le hizo la siguiente pregunta: ‘¿Qué dice, profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos? ¿Se imagina un bebe con mi belleza y su inteligencia?’. Einstein esbozó una sonrisa y le contestó, muy seriamente: Desafortunadamente, me temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y con su inteligencia”, recuerda El País en una publicación (2017) en la que habla del poder de los estereotipos.
Aunque el famoso dato sobre el elevado IQ de Marilyn bien podría ser falso– pues en ninguna publicación se menciona un estudio sobre el hecho–, muchos internautas también han resaltado aspectos de Marilyn de los que poco se habla, como su gusto por la lectura, su interés por la política y un peculiar sentido del humor, que en muchas ocasiones llegó a descolocar a sus entrevistadores.
De hecho, se dice que décadas después de su muerte, muchos de los libros de su biblioteca personal fueron subastados y que la biblioteca personal de Marilyn se conformaba por más de 400 libros de política, historia, filosofía, psicología y literatura.
