Desde hace aproximadamente cinco años en El Marqués, Querétaro, la Compañía Cervecera Hércules se dedica a producir e innovar en cuanto a sabores, recetas y experimentación con las técnicas tradicionales para fabricar más de cien tipos de cervezas; desde 2007, el primer viernes de agosto se conmemora el Día Internacional de la Cerveza.
Josh Brengle es el maestro cervecero encargado de la creación y la supervisión de la calidad que buscan ofrecer a quienes degustan sus productos; desde su perspectiva, no se trata de igualar el alcance del mercado de las bebidas industrializadas, sino de ofrecer sabores particulares, “cervezas salvajes”, por las propiedades que mantienen a través de sus procesos.
A pesar de que la bebida en sí misma surgió en el continente europeo hace quizá más de 10 mil años, la variedad de sabores y combinaciones posibles ha involucrado ingredientes de todas las latitudes del mundo, incluyendo a Querétaro.
“Usando ingredientes de aquí de México, por ejemplo, el maíz o con la fermentación espontánea en la que estamos usando levaduras y bacterias locales, de aquí, de Hércules porque existen aquí en el ambiente”, explicó Brengle.
Se trata de una de las bebidas que más se consumen en el mundo, tanto por la antigüedad del producto como por los elementos culturales que acompañan el consumo, en Hércules, consideran que el proceso artesanal que conservan y el esmero en los ingredientes construyen un concepto de degustación especial, con sabores complejos y agradables.
“La idea es tener una cerveza para cada persona que llegue aquí, aunque sean personas que no crean que les guste la cerveza, entre las 30 que tenemos, puede que haya una para ellas”, inclusive, han creado una cuyo ingrediente principal es la jamaica, flor que se consume como infusión o agua en el país.
De acuerdo con Josh Brengle, hay una cerveza para cada personalidad, “para afinar cada estilo se llevan muchos años, en su propia cultura, sabor, procesos y materias primas. Durante mucho tiempo estuvieron aisladas, en Alemania, Bélgica e Inglaterra, como en los idiomas, se tienen características propias”.
Al año hacen más de cien marcas o estilos al año, por lo que continuamente capacitan a su personal para que conozca a detalle los productos y puedan hacer sugerencias pertinentes a los clientes.
Respecto a cómo puede una persona iniciarse en el mundo de la cerveza artesanal, el especialista señaló que es importante conocer la temperatura ideal para poder disfrutar de los sabores propios de cada estilo, así como también, aunque muchas personas lo pongan en duda, el tomarla en los recipientes adecuados puede hacer una diferencia sustancial en el sabor de cada trago. En sus dos sucursales, El Almacén y el Jardín hay seis vasos distintos para servir las bebidas; Brengle señaló que en esta cuestión la cerveza es similar al vino.
Hay tres ingredientes principales con los que se hace una cerveza: granos de cebada, lúpulo, agua y levadura, lo que para Brengle “es lo más importante porque es el organismo que hace que tenga alcohol y gas; sin la levadura no hay fermentación”. Las materias primas son traídas de diferentes partes del mundo, entre las que se encuentran Europa, Estados Unidos, Canadá y México, República Checa, Alemania, Inglaterra y Australia.
En Hércules envasan cerveza en latas, barriles y en barricas, que permanecen en su “estado salvaje”, porque no pasan por un proceso de pasteurización como las cervezas más comerciales que pueden almacenarse por largos periodos de tiempo. Para Brengle, la frescura es lo más importante, por ello es que no es su prioridad llegar a los grandes mercados con producciones en mayor cantidad, sino permanecer en lo local.
Para él, la cerveza, como el pan, es mejor entre más reciente y artesanal, “la mejor forma de tomar cerveza es desde lo más cercano a la cervecería, así es la más fresca”.
Entre los ingredientes más exóticos con los que han experimentado durante los cinco años que llevan funcionando, han utilizado hierbas de hoja santa, capulines, garambullos, guamiches, “hace años hicimos también una prueba con chapulines, experimentamos, pero si la cerveza no es como queremos, no la lanzamos”.
Respecto a la forma en la que se han relacionado con el entorno, consideró que “con lo que hacemos apoyamos a la comunidad porque creamos chamba local y el dinero que hacemos se queda aquí, lo repartimos entre nuestros empleados. Hay muchas empresas grandes en las que el dinero se va a otros países de donde casi siempre son los dueños; también utilizamos materias primas locales cuando se puede, además, la mayoría de las ventas son locales”.
