/ sábado 17 de febrero de 2024

Catadura | El peor negocio del mundo



Los gobiernos son muy malos empresarios, incluso desastrosos. En México tenemos muchos ejemplos; el AIFA, el Tren Maya, Mexicana de Aviación, el Banco del Bienestar, la CFE y por supuesto PEMEX.

El populismo busca administrar empresas porque cree que con eso van a generar empleos, acotar al sector privado y dar servicios baratos. Pero la realidad es diferente, al final se convierten en empresas caras, subsidiadas, no competitivas y con muy mala calidad en sus productos o servicios.

En el sexenio de López Obrador, PEMEX ha sido una catástrofe, hace unos días la calificadora Moody´s le rebajó su calificación -por cuarta vez en lo que va de este gobierno- a B1, el último nivel antes de convertirse en bonos chatarra y como en Estados Unidos la ley prohíbe a las instituciones crediticias prestar dinero a empresas que están en esa categoría, había que hacer algo urgente.

Por eso el presidente ordenó a la Secretaría de Hacienda condonar a PEMEX los impuestos de los últimos cuatro meses, ante su falta de liquidez. Debemos recordar que durante la pandemia, el gobierno no apoyó a las empresas privadas y ahora con PEMEX hizo todo lo contrario.

Más de 150 mil millones de pesos perdonados, que en realidad sirven de muy poco porque de cualquier forma no iban a pagarlos, simplemente porque no tienen como hacerlo. Esto se traduce en menos servicios y recursos para seguridad, salud, educación, y sobre todo, para los estados y municipios.

Los pasivos de PEMEX son mayores que su patrimonio, es una empresa que depende por completo del gobierno mexicano, que hoy produce 8% menos de lo que producía en 2018, sus reservas se han desplomado, no ha habido descubrimientos importantes y por si fuera poco, tenemos la construcción de la refinería de Dos Bocas. Es la peor empresa petrolera calificada del mundo, cuya deuda al año pasado superaba los 105 mil millones de dólares.

Nos dijeron que tendríamos soberanía energética y seguimos importando mas de la mitad de la gasolina y el diésel; que se iba a aumentar la extracción y de los 2.6 millones de barriles diarios prometidos solo se extraen 1.5 millones.

PEMEX no es bueno para refinar, nuestro petróleo es pesado y de baja calidad, por eso sale muy caro procesarlo y convertirlo en gasolina. Se ha abandonado la petroquímica y siguen obsesionados con la refinación, por eso no generan ingresos, sino cada vez mayores pérdidas.

Deben deshacerse de todo lo que no produce utilidades y sólo dedicarse a la exploración y extracción de hidrocarburos, petróleo y gas natural, eliminar los campos que solo extraen 100 o 200 barriles diarios y permitir la inversión privada en aguas profundas. Solo así PEMEX podría dejar de ser el peor negocio del mundo. Al tiempo.


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Los gobiernos son muy malos empresarios, incluso desastrosos. En México tenemos muchos ejemplos; el AIFA, el Tren Maya, Mexicana de Aviación, el Banco del Bienestar, la CFE y por supuesto PEMEX.

El populismo busca administrar empresas porque cree que con eso van a generar empleos, acotar al sector privado y dar servicios baratos. Pero la realidad es diferente, al final se convierten en empresas caras, subsidiadas, no competitivas y con muy mala calidad en sus productos o servicios.

En el sexenio de López Obrador, PEMEX ha sido una catástrofe, hace unos días la calificadora Moody´s le rebajó su calificación -por cuarta vez en lo que va de este gobierno- a B1, el último nivel antes de convertirse en bonos chatarra y como en Estados Unidos la ley prohíbe a las instituciones crediticias prestar dinero a empresas que están en esa categoría, había que hacer algo urgente.

Por eso el presidente ordenó a la Secretaría de Hacienda condonar a PEMEX los impuestos de los últimos cuatro meses, ante su falta de liquidez. Debemos recordar que durante la pandemia, el gobierno no apoyó a las empresas privadas y ahora con PEMEX hizo todo lo contrario.

Más de 150 mil millones de pesos perdonados, que en realidad sirven de muy poco porque de cualquier forma no iban a pagarlos, simplemente porque no tienen como hacerlo. Esto se traduce en menos servicios y recursos para seguridad, salud, educación, y sobre todo, para los estados y municipios.

Los pasivos de PEMEX son mayores que su patrimonio, es una empresa que depende por completo del gobierno mexicano, que hoy produce 8% menos de lo que producía en 2018, sus reservas se han desplomado, no ha habido descubrimientos importantes y por si fuera poco, tenemos la construcción de la refinería de Dos Bocas. Es la peor empresa petrolera calificada del mundo, cuya deuda al año pasado superaba los 105 mil millones de dólares.

Nos dijeron que tendríamos soberanía energética y seguimos importando mas de la mitad de la gasolina y el diésel; que se iba a aumentar la extracción y de los 2.6 millones de barriles diarios prometidos solo se extraen 1.5 millones.

PEMEX no es bueno para refinar, nuestro petróleo es pesado y de baja calidad, por eso sale muy caro procesarlo y convertirlo en gasolina. Se ha abandonado la petroquímica y siguen obsesionados con la refinación, por eso no generan ingresos, sino cada vez mayores pérdidas.

Deben deshacerse de todo lo que no produce utilidades y sólo dedicarse a la exploración y extracción de hidrocarburos, petróleo y gas natural, eliminar los campos que solo extraen 100 o 200 barriles diarios y permitir la inversión privada en aguas profundas. Solo así PEMEX podría dejar de ser el peor negocio del mundo. Al tiempo.


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