/ sábado 20 de enero de 2024

Catadura | Las pensiones para ganar elecciones


Una de las propuestas que presentará próximamente el presidente López Obrador será la de pagar las pensiones al 100% del último salario del trabajador, algo completamente inviable. No hay manera de financiar un incremento de tal magnitud. ¿Quién pagará por ello? ¿Los trabajadores, los patrones o el gobierno? No hay más, como tampoco hay más margen de maniobra en las finanzas públicas.

El presidente ha dicho que podrían financiarse en parte con lo que se ahorraría si desaparecieran los organismos autónomos, sigue obsesionado en acabar con todas aquellas instituciones que salen de su control político y que se dedican a vigilar lo que hace su gobierno. Esto dejaría a la deriva nuestra vida institucional y democrática, un país sin controles al gobierno, sin contrapesos, sin observancia de lo público.

La población mexicana está envejeciendo y sólo el 45% de los que trabajan lo hacen en la formalidad, ellos son los únicos elegibles para beneficiarse de la reforma. En ningún sistema de pensiones del mundo se pagan equivalentes al 100% del último salario, los que más se acercan son Francia o Dinamarca con poco mas del 75%. La razón es que para jubilarse con la totalidad del salario, el trabajador tendría que estar ahorrando alrededor del 30% de su sueldo durante toda su vida laboral sin dejar nunca de cotizar, algo que en la vida real simplemente no ocurre, quienes tienen un empleo en México no lo ejercen durante toda su vida, a veces caen en esquemas de informalidad, luego regresan a ser formales con un sueldo distinto al que tenían, lo que vuelve muy complicado hacer una valoración adecuada al momento de su jubilación.

Esta propuesta va a generar mucha expectativa y un gran beneficio electoral para el presidente y su partido. Si se aprueba será el gran promotor de esta causa -aunque se quiebren las finanzas públicas- y si se rechaza, serán los corruptos conservadores quienes se opusieron a la justicia en favor de quienes trabajaron toda su vida. Es un intento de López Obrador de recuperar a las clases medias que lo llevaron al poder en 2018 y le dieron la espalda en 2021. El presidente no será un gran conocedor de los temas económicos pero sí de los temas electorales.

Se necesita avanzar en el tema de pensiones, pero de forma responsable, pensar en otro tipo de sistema, como en otras partes del mundo, desvincularlo del mercado laboral ajustándolo a una nueva realidad para darle un retiro más digno a todos los mexicanos, que formen parte de una gran reforma fiscal que haga que los montos puedan ser mucho mas altos, incentivar las aportaciones voluntarias tanto de los trabajadores como de los patrones, estímulos fiscales para los patrones, esquemas de peso a peso, entre otras. Sólo así podríamos alcanzar el 75-80% sin colapsar las finanzas públicas ni desmantelar nuestra democracia. Al tiempo.


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Una de las propuestas que presentará próximamente el presidente López Obrador será la de pagar las pensiones al 100% del último salario del trabajador, algo completamente inviable. No hay manera de financiar un incremento de tal magnitud. ¿Quién pagará por ello? ¿Los trabajadores, los patrones o el gobierno? No hay más, como tampoco hay más margen de maniobra en las finanzas públicas.

El presidente ha dicho que podrían financiarse en parte con lo que se ahorraría si desaparecieran los organismos autónomos, sigue obsesionado en acabar con todas aquellas instituciones que salen de su control político y que se dedican a vigilar lo que hace su gobierno. Esto dejaría a la deriva nuestra vida institucional y democrática, un país sin controles al gobierno, sin contrapesos, sin observancia de lo público.

La población mexicana está envejeciendo y sólo el 45% de los que trabajan lo hacen en la formalidad, ellos son los únicos elegibles para beneficiarse de la reforma. En ningún sistema de pensiones del mundo se pagan equivalentes al 100% del último salario, los que más se acercan son Francia o Dinamarca con poco mas del 75%. La razón es que para jubilarse con la totalidad del salario, el trabajador tendría que estar ahorrando alrededor del 30% de su sueldo durante toda su vida laboral sin dejar nunca de cotizar, algo que en la vida real simplemente no ocurre, quienes tienen un empleo en México no lo ejercen durante toda su vida, a veces caen en esquemas de informalidad, luego regresan a ser formales con un sueldo distinto al que tenían, lo que vuelve muy complicado hacer una valoración adecuada al momento de su jubilación.

Esta propuesta va a generar mucha expectativa y un gran beneficio electoral para el presidente y su partido. Si se aprueba será el gran promotor de esta causa -aunque se quiebren las finanzas públicas- y si se rechaza, serán los corruptos conservadores quienes se opusieron a la justicia en favor de quienes trabajaron toda su vida. Es un intento de López Obrador de recuperar a las clases medias que lo llevaron al poder en 2018 y le dieron la espalda en 2021. El presidente no será un gran conocedor de los temas económicos pero sí de los temas electorales.

Se necesita avanzar en el tema de pensiones, pero de forma responsable, pensar en otro tipo de sistema, como en otras partes del mundo, desvincularlo del mercado laboral ajustándolo a una nueva realidad para darle un retiro más digno a todos los mexicanos, que formen parte de una gran reforma fiscal que haga que los montos puedan ser mucho mas altos, incentivar las aportaciones voluntarias tanto de los trabajadores como de los patrones, estímulos fiscales para los patrones, esquemas de peso a peso, entre otras. Sólo así podríamos alcanzar el 75-80% sin colapsar las finanzas públicas ni desmantelar nuestra democracia. Al tiempo.


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