/ lunes 25 de febrero de 2019

Cultura Tributaria

Las dificultades fiscales para los contribuyentes


No es ajeno que los contribuyentes en México perciben de una manera especial el hecho de pagar contribuciones, la primera percepción es de injusticia ante la obligación de entregar una parte de la riqueza al estado, para que con ello se satisfagan los gastos públicos, que a su vez se entienden como las erogaciones suficientes para satisfacer las necesidades de la población.

Así las cosas, sin duda que otro aspecto, es la excesiva y compleja regulación en la determinación y pago de las contribuciones, donde los contribuyentes no pueden cumplir de manera correcta y fácil con la obligación, porque entender las leyes fiscales, si bien no es cosa del otro mundo, es cierto que no todas las personas podrían aplicarlas de manera simple, teniendo el riesgo de caer en infracción que a la postre les cause una carga financiera.

Uno de los objetivos que se plantea en cada año que se presentan la iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación, es lograr que los impuestos sean cómodos, sencillos y fáciles de entender, sin embargo ese objeto no se cumple de manera cierta y parece con ello que simplemente es para llenar renglones en una exposición de motivos o sólo para que se vea bonito, esa complejidad lleva entre otras a la circunstancia de que la recaudación no alcance los niveles óptimos en el país.

Los esfuerzos de los Poderes ejecutivo y legislativo deben enfocarse a que se cumpla realmente con ello, pensar de manera real en toda la población y entender que no todo mundo tiene la posibilidad de entender la legislación fiscal Y en consecuencia cumplir de manera correcta; históricamente se ha salvado como la falta de visión a largo plazo, afecta y lleva a la necesidad de que constantemente se estén adecuando las disposiciones complementarias, a través de reglamentos, reglas de carácter general, criterios y normatividad interna, donde en ellos se abre la puerta a que los funcionarios apliquen criterios personales que llegan en ocasiones al extremo de la arbitrariedad, así en un gran número de ocasiones, precisamente por la presunción de legalidad de los actos y resoluciones que emiten, donde esa presunción de legalidad implica la posibilidad que tienen de determinar contribuciones aunque la razón esté perfectamente soportada por parte del contribuyente, en esas circunstancias de acuerdo a la ley es el contribuyente el que debe desvirtuar goma orillando en muchas ocasiones a la necesidad de tener que defenderse causando costos adicionales.

Debe tenerse en cuenta que por hoy los esfuerzos del gobierno deben estar perfectamente alineados para que la base del modelo de desarrollo y crecimiento del nuevo gobierno cumpla con el objetivo de reasignar adecuadamente el gasto público y ejercerlo de una manera más eficiente y sin corrupción, para que los recursos que pagamos los mexicanos vía impuestos, realmente estén dirigidos a programas sociales y de infraestructura de gran impacto, a elevar la cobertura y calidad de la educación; donde por hoy tanto se ha pregonado que las principales fuentes de financiamiento de todos los proyectos serán la eliminación de la corrupción y un gobierno austero, así como llevar a cabo hasta sus últimas consecuencias la austeridad republicana, en ello debe decirse que para todo eso no basta con hablar y hablar siempre de la misma forma, actuando de manera intempestiva sin análisis con un soporte real en los impactos que tiene cada acción, debe entonces escucharse verdaderamente a los expertos y si es necesario, recomponer y dejar de pensar que solo ellos saben.

Una legislación más entendible para la determinación de las contribuciones trae como consecuencia una mayor recaudación, que aunque ha venido incrementándose en los últimos cinco años hasta en seis puntos porcentuales para llegar a una recaudación estimada del 17.2% del Producto Interno Bruto, aún se encuentra lejos de los promedios que se tienen en otros países, por ejemplo el promedio en América Latina alcanza 22.7%, mientras que el promedio de los países miembros de la OCDE alcanza hasta el 34.2%.

En el diseño de las normas fiscales debe tomarse en cuenta siempre que toda iniciativa en esta materia que envíe el Ejecutivo Federal al Congreso de la Unión debe observar entre otros aspectos: que se otorgue certidumbre jurídica a los contribuyentes, que el pago de las contribuciones sea sencillo y asequible, que el monto a recaudar sea mayor que el costo de su recaudación y fiscalización, que las contribuciones sean estables para las finanzas públicas.

En todo tiempo deben estarse revisando los aspectos que afectan a los contribuyentes en lo general y que en determinado momento pueden afectar al verdadero desarrollo, entres esas cosas debe observarse, la complejidad real de las normas fiscales, que los procedimientos sean sencillos para el contribuyente, que las actos de los funcionarios no caigan en la arbitrariedad en ningún momento y en caso contrario sean sancionados, los excesivos controles hacia los contribuyentes que hacen mucho más probable caer en infracción, y finalmente llegar al punto de disminuir el nivel de percepción que se tiene de la corrupción.

Comentarios: Sergio@ledezma-ledezma.com

Facebook: Sergio.ledezma.58

Las dificultades fiscales para los contribuyentes


No es ajeno que los contribuyentes en México perciben de una manera especial el hecho de pagar contribuciones, la primera percepción es de injusticia ante la obligación de entregar una parte de la riqueza al estado, para que con ello se satisfagan los gastos públicos, que a su vez se entienden como las erogaciones suficientes para satisfacer las necesidades de la población.

Así las cosas, sin duda que otro aspecto, es la excesiva y compleja regulación en la determinación y pago de las contribuciones, donde los contribuyentes no pueden cumplir de manera correcta y fácil con la obligación, porque entender las leyes fiscales, si bien no es cosa del otro mundo, es cierto que no todas las personas podrían aplicarlas de manera simple, teniendo el riesgo de caer en infracción que a la postre les cause una carga financiera.

Uno de los objetivos que se plantea en cada año que se presentan la iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación, es lograr que los impuestos sean cómodos, sencillos y fáciles de entender, sin embargo ese objeto no se cumple de manera cierta y parece con ello que simplemente es para llenar renglones en una exposición de motivos o sólo para que se vea bonito, esa complejidad lleva entre otras a la circunstancia de que la recaudación no alcance los niveles óptimos en el país.

Los esfuerzos de los Poderes ejecutivo y legislativo deben enfocarse a que se cumpla realmente con ello, pensar de manera real en toda la población y entender que no todo mundo tiene la posibilidad de entender la legislación fiscal Y en consecuencia cumplir de manera correcta; históricamente se ha salvado como la falta de visión a largo plazo, afecta y lleva a la necesidad de que constantemente se estén adecuando las disposiciones complementarias, a través de reglamentos, reglas de carácter general, criterios y normatividad interna, donde en ellos se abre la puerta a que los funcionarios apliquen criterios personales que llegan en ocasiones al extremo de la arbitrariedad, así en un gran número de ocasiones, precisamente por la presunción de legalidad de los actos y resoluciones que emiten, donde esa presunción de legalidad implica la posibilidad que tienen de determinar contribuciones aunque la razón esté perfectamente soportada por parte del contribuyente, en esas circunstancias de acuerdo a la ley es el contribuyente el que debe desvirtuar goma orillando en muchas ocasiones a la necesidad de tener que defenderse causando costos adicionales.

Debe tenerse en cuenta que por hoy los esfuerzos del gobierno deben estar perfectamente alineados para que la base del modelo de desarrollo y crecimiento del nuevo gobierno cumpla con el objetivo de reasignar adecuadamente el gasto público y ejercerlo de una manera más eficiente y sin corrupción, para que los recursos que pagamos los mexicanos vía impuestos, realmente estén dirigidos a programas sociales y de infraestructura de gran impacto, a elevar la cobertura y calidad de la educación; donde por hoy tanto se ha pregonado que las principales fuentes de financiamiento de todos los proyectos serán la eliminación de la corrupción y un gobierno austero, así como llevar a cabo hasta sus últimas consecuencias la austeridad republicana, en ello debe decirse que para todo eso no basta con hablar y hablar siempre de la misma forma, actuando de manera intempestiva sin análisis con un soporte real en los impactos que tiene cada acción, debe entonces escucharse verdaderamente a los expertos y si es necesario, recomponer y dejar de pensar que solo ellos saben.

Una legislación más entendible para la determinación de las contribuciones trae como consecuencia una mayor recaudación, que aunque ha venido incrementándose en los últimos cinco años hasta en seis puntos porcentuales para llegar a una recaudación estimada del 17.2% del Producto Interno Bruto, aún se encuentra lejos de los promedios que se tienen en otros países, por ejemplo el promedio en América Latina alcanza 22.7%, mientras que el promedio de los países miembros de la OCDE alcanza hasta el 34.2%.

En el diseño de las normas fiscales debe tomarse en cuenta siempre que toda iniciativa en esta materia que envíe el Ejecutivo Federal al Congreso de la Unión debe observar entre otros aspectos: que se otorgue certidumbre jurídica a los contribuyentes, que el pago de las contribuciones sea sencillo y asequible, que el monto a recaudar sea mayor que el costo de su recaudación y fiscalización, que las contribuciones sean estables para las finanzas públicas.

En todo tiempo deben estarse revisando los aspectos que afectan a los contribuyentes en lo general y que en determinado momento pueden afectar al verdadero desarrollo, entres esas cosas debe observarse, la complejidad real de las normas fiscales, que los procedimientos sean sencillos para el contribuyente, que las actos de los funcionarios no caigan en la arbitrariedad en ningún momento y en caso contrario sean sancionados, los excesivos controles hacia los contribuyentes que hacen mucho más probable caer en infracción, y finalmente llegar al punto de disminuir el nivel de percepción que se tiene de la corrupción.

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