/ lunes 10 de febrero de 2020

Cultura tributaria

El buen contribuyente, principios y valores fiscales


En participaciones anteriores hemos resaltado que ser buen contribuyente no implica pagar más, sino pagar lo justo, saber que para cumplir de manera correcta es indispensable atender a lo dispuesto en las diferentes leyes; en ese sentido debe observarse que en alcance a la obligación sustantiva de pagar, existen otras de carácter formal, como son: inscribirse en el registro federal de contribuyentes, presentar avisos, presentar declaraciones de pago o informativas, no realizar conductas indebidas, entre otras.

Como ciudadanos, al ser parte de una colectividad debemos colaborar de manera ética, cumpliendo con el deber de contribuir para los gastos públicos como lo establece nuestra Constitución, ello lo hacemos pagando las contribuciones que nos corresponden de acuerdo a las leyes en el entendido de que cuando más personas cumplen de manera correcta y oportuna el nivel de vida general incrementa, que cuando no se cumple haciendo uso de engaños, aprovechamiento de errores o simulando operaciones, se cae en evasión fiscal que por hoy alcanza porcentajes verdaderamente altos que superan los 500 mil millones de pesos anuales, equivalente al 2.6 del Producto Interno Bruto.

En el cumplimiento de las obligaciones fiscales debe atenderse como ciudadanos cumplir con algunos principios fundamentales que hacen de las personas mejores seres humanos, mucho más cuando es en beneficio de la colectividad y que consiste en actitudes y comportamientos respecto de lo que se debe o no se debe hacer en cada una de las situaciones que enfrentamos en nuestro quehacer diario y en relación con los demás, entre estos encontramos la Moralidad, lo que el ser humano debe hacer o evitar para conservar la estabilidad social, las reglas o normas por las que se rigen el comportamiento y la conducta de los individuos en relación a la sociedad, a sí mismos y a su entorno; en el aspecto fiscal es aplicable sin duda al cumplir de manera correcta y oportuna con nuestras obligaciones fiscales; los principios de igualdad y de comunidad son también aplicables, lo que implica que todos somos iguales ante la ley y que todos sin distingo tenemos deberes y derechos.

En todo tiempo debemos estar atentos como contribuyentes a disminuir los riesgos por incumplimiento que pueden trascender en el cobro forzoso de las contribuciones además de los recargos y multas que ello puede causar, o hasta en la responsabilidad solidaria de los administradores, gerentes o directores generales de sociedades, trascendiendo en otros momentos hasta los socios o accionistas, cancelación de certificados digitales.

Así entonces, debe recomendarse entre otras cosas, estar siempre localizable, presentar los avisos de cambio de domicilio asegurándonos que quede perfectamente realizado el trámite, presentar todas las declaraciones a tiempo, enterar las retenciones que se hayan realizado a terceros, habilitar el buzón tributario para evitar multas y ser notificado por estrados y perder oportunidad de comunicación con el SAT, verificar constantemente el estado de cumplimiento de las obligaciones fiscales, ser honesto en relación a los ingresos que se perciben y declararlos completamente, identificar en todo tiempo el origen de los recursos que se depositan en las cuentas, y sobre todo evitar comprar o vender comprobantes fiscales a los que se les den efectos de deducción o acreditamiento.

Comentarios: Sergio@ledezma-ledezma.com

Facebook: Sergio.ledezma.58

*Expresidente del Colegio de Contadores Públicos de Querétaro

Expresidente del la Federación de Colegios y Asociaciones de Profesionistas del Estado de Querétaro (FECAPEQ)

El buen contribuyente, principios y valores fiscales


En participaciones anteriores hemos resaltado que ser buen contribuyente no implica pagar más, sino pagar lo justo, saber que para cumplir de manera correcta es indispensable atender a lo dispuesto en las diferentes leyes; en ese sentido debe observarse que en alcance a la obligación sustantiva de pagar, existen otras de carácter formal, como son: inscribirse en el registro federal de contribuyentes, presentar avisos, presentar declaraciones de pago o informativas, no realizar conductas indebidas, entre otras.

Como ciudadanos, al ser parte de una colectividad debemos colaborar de manera ética, cumpliendo con el deber de contribuir para los gastos públicos como lo establece nuestra Constitución, ello lo hacemos pagando las contribuciones que nos corresponden de acuerdo a las leyes en el entendido de que cuando más personas cumplen de manera correcta y oportuna el nivel de vida general incrementa, que cuando no se cumple haciendo uso de engaños, aprovechamiento de errores o simulando operaciones, se cae en evasión fiscal que por hoy alcanza porcentajes verdaderamente altos que superan los 500 mil millones de pesos anuales, equivalente al 2.6 del Producto Interno Bruto.

En el cumplimiento de las obligaciones fiscales debe atenderse como ciudadanos cumplir con algunos principios fundamentales que hacen de las personas mejores seres humanos, mucho más cuando es en beneficio de la colectividad y que consiste en actitudes y comportamientos respecto de lo que se debe o no se debe hacer en cada una de las situaciones que enfrentamos en nuestro quehacer diario y en relación con los demás, entre estos encontramos la Moralidad, lo que el ser humano debe hacer o evitar para conservar la estabilidad social, las reglas o normas por las que se rigen el comportamiento y la conducta de los individuos en relación a la sociedad, a sí mismos y a su entorno; en el aspecto fiscal es aplicable sin duda al cumplir de manera correcta y oportuna con nuestras obligaciones fiscales; los principios de igualdad y de comunidad son también aplicables, lo que implica que todos somos iguales ante la ley y que todos sin distingo tenemos deberes y derechos.

En todo tiempo debemos estar atentos como contribuyentes a disminuir los riesgos por incumplimiento que pueden trascender en el cobro forzoso de las contribuciones además de los recargos y multas que ello puede causar, o hasta en la responsabilidad solidaria de los administradores, gerentes o directores generales de sociedades, trascendiendo en otros momentos hasta los socios o accionistas, cancelación de certificados digitales.

Así entonces, debe recomendarse entre otras cosas, estar siempre localizable, presentar los avisos de cambio de domicilio asegurándonos que quede perfectamente realizado el trámite, presentar todas las declaraciones a tiempo, enterar las retenciones que se hayan realizado a terceros, habilitar el buzón tributario para evitar multas y ser notificado por estrados y perder oportunidad de comunicación con el SAT, verificar constantemente el estado de cumplimiento de las obligaciones fiscales, ser honesto en relación a los ingresos que se perciben y declararlos completamente, identificar en todo tiempo el origen de los recursos que se depositan en las cuentas, y sobre todo evitar comprar o vender comprobantes fiscales a los que se les den efectos de deducción o acreditamiento.

Comentarios: Sergio@ledezma-ledezma.com

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*Expresidente del Colegio de Contadores Públicos de Querétaro

Expresidente del la Federación de Colegios y Asociaciones de Profesionistas del Estado de Querétaro (FECAPEQ)