Lo más importante para lograr generar el hábito del ejercicio es tener el objetivo claro de qué quieres lograr con tu entrenamiento. Y puede ser desde un tema de vanidad o estar más atlético hasta que tu objetivo radique en ganar salud cardiovascular y perder kilos y porcentaje de grasa.
Lo que más vale la pena es poner una meta REAL a corto plazo, como con el bajar de peso, por ejemplo “ quiero correr una carrera de 5 km en menos de 40 minutos”, etcétera.
Busca un@ compañer@ para entrenar
Un punto clave también es rodearnos de personas que hacen ejercicio. Está científicamente comprobado que si vamos con un compañero a realizar ejercicio nos va motivar más y vamos a fallar menos; es decir, el hecho de coordinarnos a entrenar en el mismo horario nos hace ser más constantes.
También con esta persona que nos acompañe podemos inscribirnos a algún evento o alguna carrera a corto plazo, esto nos va a ayudar mucho a definir un objetivo y fecha a corto plazo.
Es importante ir poco a poco y evitar el sobreentrenamiento, ya que podemos sentirnos frustrados de no lograr nuestra meta o el rendimiento que queremos de forma inmediata, sobre todo si se trata de un paciente que ha sido sedentario por mucho tiempo.
Define horarios
Una de las preguntas que más me hacen en consulta es ¿cuál es el mejor horario para el entrenamiento? Y la realidad es que, de acuerdo con el ciclo circadiano de nuestro cuerpo, es a las 12 del día cuando el cuerpo está más receptivo para el entrenamiento, pero por la rutina del día a día es probable que a la mayoría se nos complique ese horario.
Entonces, técnicamente en la mañana o en la noche tiene el mismo efecto a nivel metabólico; algo importante es ser realista con tus actividades cotidianas y ver si para la noche ya estarás muy cansado y por puede ser que faltes a tu entrenamiento.
Mi mejor consejo siempre es ir en la mañana muy temprano antes de tu rutina laboral.
Mantente hidratado
La hidratación es clave para mantener el objetivo, es importante hidratarse antes, durante y después del ejercicio; en términos generales, es recomendable tomar 500 ml una hora previa al ejercicio y tomar entre 100-200 ml cada 30 minutos de entrenamiento, y continuar con la ingesta habitual de agua a lo largo del día.
Por último, recuerda que es un proceso gradual y necesitamos al menos 21-30 días consecutivos para que se nos haga un hábito y seamos una persona activa, no te exijas demasiado, pero sí establece metas realistas y trata de aplicar estos consejos y verás que te resulta mucho más fácil dejar de ser sedentario.
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