/ jueves 15 de febrero de 2024

Rompe el silencio | Mi familiar salió del anexo ¿Qué sigue?

Por: Psic. Antonio Luna Reyes


¿Qué sigue ahora ya que mi familiar regresa a casa? Es muy natural que los primeros días o meses nos encontremos en la situación de no saber cómo reaccionar o relacionarnos de nuevo con nuestro familiar que salió de su proceso y que experimentemos incertidumbre o temor por la reincidencia, angustias que compensamos con sobreprotección o que surjan conflictos con otros miembros de la familia por el trato preferencial. Sobre todo, cuando el familiar tiene que regresar al ámbito laboral la angustia crece, primero por saber si puede enfrentar el no encontrar trabajo y regrese al consumo o que se exponga al consumo cuando lo encuentre.

El papel de la familia es factor importante en los modelos integrales de adicciones y no es diferente en mantener la sobriedad, pues son la primera red de apoyo para iniciar el proceso de reinserción. Por miedo caemos a la exclusión de fiestas, inactividad del familiar o compensar de más por sentirse culpables del antiguo consumo del familiar.

En este momento la familia debe hacer una modificación en su forma de relacionarse dentro y fuera de ellos, siendo una forma de sanar las consecuencias que experimentaron por el consumo y evitar las reincidencias en conjunto.

Para ello sería trabajar en familia la comunicación y escucha activa para que cada integrante de la familia pueda expresar sus sentimientos. Un ejemplo podría ser el comunicar que nos sentimos preocupados por no saber de las nuevas actividades del familiar, el expresar si nos preocupa que regrese con ciertas amistades o que nuestro familiar exprese inseguridad porque se le complica la reinserción, que necesite ayuda profesional de nuevo o se siente incómodo por el juicio de otros miembros.

Considerar los sentimientos de los integrantes nos invita a los consensos en familia, pues no se pueden evitar desacuerdos ante el variado sentir de los integrantes y que un ejercicio de otorgar o ceder beneficia a la familia, siempre pensando en mantener el respeto porque puede ser que algún acuerdo no sea de nuestro agrado, pero tampoco nos perjudica y a otros los beneficia, entonces nosotros debemos respetarlo, actividad que se puede aplicar a la inversa.

El objetivo principal de la familia es el cuidado, no solo sería el cuidar del familiar que acaba de regresar, es el cuidado de todos los integrantes, nosotros cuidar y dejar que cuiden de nosotros; por lo cual el pensar en las consecuencias de lo que decimos o hacemos mantiene una dinámica de cuidado mutuo de manera empática.

Los consensos en familia formulan acuerdos y establecimiento de límites; últimamente la palabra límite suena de manera muy fuerte, pero no consideramos que el colocarlos es lo que nos permite nuevas formas de socializar. Si lo llevamos al ámbito familiar que quiere sanar las consecuencias de una adicción, el establecer límites nos permite mantener una comunicación y generar nuevos acuerdos de convivencia para evitar la reincidencia.

Nunca está de más buscar ayuda y en Centros de Integración Juvenil pueden encontrar talleres que nos acercan a la recuperación en familia de una adicción. Como dijo mi madre con 33 años de experiencia “Hay un momento como padre de familia que debes aprender a delegar”.

Por: Psic. Antonio Luna Reyes


¿Qué sigue ahora ya que mi familiar regresa a casa? Es muy natural que los primeros días o meses nos encontremos en la situación de no saber cómo reaccionar o relacionarnos de nuevo con nuestro familiar que salió de su proceso y que experimentemos incertidumbre o temor por la reincidencia, angustias que compensamos con sobreprotección o que surjan conflictos con otros miembros de la familia por el trato preferencial. Sobre todo, cuando el familiar tiene que regresar al ámbito laboral la angustia crece, primero por saber si puede enfrentar el no encontrar trabajo y regrese al consumo o que se exponga al consumo cuando lo encuentre.

El papel de la familia es factor importante en los modelos integrales de adicciones y no es diferente en mantener la sobriedad, pues son la primera red de apoyo para iniciar el proceso de reinserción. Por miedo caemos a la exclusión de fiestas, inactividad del familiar o compensar de más por sentirse culpables del antiguo consumo del familiar.

En este momento la familia debe hacer una modificación en su forma de relacionarse dentro y fuera de ellos, siendo una forma de sanar las consecuencias que experimentaron por el consumo y evitar las reincidencias en conjunto.

Para ello sería trabajar en familia la comunicación y escucha activa para que cada integrante de la familia pueda expresar sus sentimientos. Un ejemplo podría ser el comunicar que nos sentimos preocupados por no saber de las nuevas actividades del familiar, el expresar si nos preocupa que regrese con ciertas amistades o que nuestro familiar exprese inseguridad porque se le complica la reinserción, que necesite ayuda profesional de nuevo o se siente incómodo por el juicio de otros miembros.

Considerar los sentimientos de los integrantes nos invita a los consensos en familia, pues no se pueden evitar desacuerdos ante el variado sentir de los integrantes y que un ejercicio de otorgar o ceder beneficia a la familia, siempre pensando en mantener el respeto porque puede ser que algún acuerdo no sea de nuestro agrado, pero tampoco nos perjudica y a otros los beneficia, entonces nosotros debemos respetarlo, actividad que se puede aplicar a la inversa.

El objetivo principal de la familia es el cuidado, no solo sería el cuidar del familiar que acaba de regresar, es el cuidado de todos los integrantes, nosotros cuidar y dejar que cuiden de nosotros; por lo cual el pensar en las consecuencias de lo que decimos o hacemos mantiene una dinámica de cuidado mutuo de manera empática.

Los consensos en familia formulan acuerdos y establecimiento de límites; últimamente la palabra límite suena de manera muy fuerte, pero no consideramos que el colocarlos es lo que nos permite nuevas formas de socializar. Si lo llevamos al ámbito familiar que quiere sanar las consecuencias de una adicción, el establecer límites nos permite mantener una comunicación y generar nuevos acuerdos de convivencia para evitar la reincidencia.

Nunca está de más buscar ayuda y en Centros de Integración Juvenil pueden encontrar talleres que nos acercan a la recuperación en familia de una adicción. Como dijo mi madre con 33 años de experiencia “Hay un momento como padre de familia que debes aprender a delegar”.