Obligados por la pandemia, el mundo exige un replanteamiento en la cooperación internacional y la diplomacia cultural, porque a pesar de lo importante y trascendente de las comunicaciones virtuales no serán suficientes. A pesar del Covid-19, y en el marco de los 500 años de la caída de Tenochtitlán y 200 años de la consumación de la Independencia de México, se inauguró la majestuosa exposición “La Grandeza de México.”
Conformada por mil 525 bienes arqueológicos e históricos, que estarán disponibles por cinco meses en dos sedes, íconos de la cultura mexicana: El Museo Nacional de Antropología y la Secretaría de cultura. Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia y ex delegado del (INAH) en Querétaro señalo: “Las mil 525 piezas que conforman la exposición, 380 estarán en el Museo Nacional de Antropología, 234 nacionales, dos repatriaciones y 44 objetos que estaban en museos extranjeros, pero que fueron traídos a territorio nacional en calidad de préstamo temporal”.
En la segunda sede, en el vetusto edificio de la SEP en el centro histórico, estarán mil 145 piezas, 264 nacionales, 879 repatriaciones de las más de 1500 que se han obtenido en los últimos tres años. Y dos préstamos de obra artística que proviene de otros países. Es importante señalar, que las repatriaciones provienen de Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania, y los Países Bajos. En tanto que los traslados temporales de Estados Unidos, Francia, Italia y Suecia. En esta nueva diplomacia cultural destacan las réplicas de los Códices donadas por la Biblioteca Apostólica de la Santa Sede y cooperación del gobierno francés quien más contribuyó con obras y piezas para la realización de la exposición.
Con esta magna muestra se celebran las múltiples identidades de México y en la que el espectador encontrará que los tiempos, las culturas y lenguajes estéticos se van a combinar para tratar de orientarnos a descubrir y entender nuestras identidades.
